Jonkie Jo a Joeys a Joke•

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Jodete!- Los gritos se incrementaban mientras los oficiales trataban de sacar a aquel hombre de su celda -¡Voy a acabar contigo!- Le habían tomado de los hombros tratando de controlar su ira. Sobre las paredes la sangre de su compañero estaba deslizándose hasta tocar el suelo -¡Yo no lo hice, lo juro!- Trató de safar el fuerte agarre de los hombres pero había sido imposible, le habían llevado a aquella habitación al final del pasillo en la cual la oscuridad aguardaba todo el tiempo.

Conforme el tiempo había pasado cada día cuando el reloj daba las 5 y cuarto de la tarde, Bill esperaba frente a la puerta de hierro para ser abierta y encontrarse a aquella preciosa mujer en la ventanilla sosteniendo el teléfono con una pequeña sonrisa.

Él siempre la miraba con conmoción y adrenalina en sus venas, deseaba tenerla consigo y besar el grosor de sus labios, deseaba verla frente a sus ojos mientras sobre su piel se reflejaba las tenues luces del pueblo, deseaba tomarla y amarla tanto por que ahora no podía hacerlo.
Permitió que los nudillos de hombres como aquellos aterrizaran sobre su estomago y rostro, permitió que la piel de sus labios se agrietara, permitió que un hombre le tocara mientras estaba inconsciente, permitió que le obligaran a tragar la asquerosa avena que tenía la textura de un vomito bizarro...pero jamás devolvería aquello a alguien, o significaría detención y mas años sin verla a ella.

Tomó el teléfono y a través de sus palabras la mirada de ella cambió, colocó su mano sobre el cristal acariciando los dedos desgastados del muchacho.

-Bill- Ella miró a su costado y él giró encontrándose con un absoluto silencio -En el cajón derecho- Susurró sosteniendo el teléfono mas cerca -Ve- Sintió la precipitacion en la sangre y como se acumulaba en sus mejillas, observando hacia todos lo...

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-Bill- Ella miró a su costado y él giró encontrándose con un absoluto silencio -En el cajón derecho- Susurró sosteniendo el teléfono mas cerca -Ve- Sintió la precipitacion en la sangre y como se acumulaba en sus mejillas, observando hacia todos los ángulos posibles. Dirigió su paso con cuidado y el eco no retumbó contra las paredes, la yema de sus dedos sintieron el frío cobre de la manilla del cajón de madera y lo deslizó contra si mismo, observando al final de la pequeña caja donde las llaves de plata se escondían profundamente entre todos los pequeños papeles y notas.
-Bill- Ella le miró tras la puerta situada aun lado de los pequeños buques telefónicos y él introdujo la pequeña llave en la manija de la puerta observando con cuidado la cámara de seguridad en la esquina de la habitación.

Sus labios contra los de él había sido como destruir un reino y construir un pequeño hogar para los dos, habían derrotado al príncipe y ahora se sentía como estar a salvo. Ella situó sus delgados brazos sobre los hombros del muchacho sin romper el beso, su lengua recorrió centímetros para encontrarse con la de él y acercó la cintura de la pelirroja mujer contra su cuerpo. Ella había roto todo hilo de cordura en su mente haciéndole gritar un fuerte 'Hallelujah'.
-Estuve demasiado tiempo deseando que esto sucediera de nuevo- Él retiró un mechón de cabello cobrizo sobre su frente, sin dejar de mirarla y tampoco soltarla.
-Quedate conmigo- Bill susurró mientras su mano recorría la tela de terciopelo del vestido color vino de ella.
-Lo haré mientras pueda- Besó su frente guiándole hacía uno de los escritorios que a simple vista parecía que iba a derrumbarse, giró de posición y él cargo su liviano cuerpo como la pluma de un ave, contra la base de madera. Las manos de ella temblaban adentrándose al camisón de él, necesitando el cuerpo del castaño, necesitando ser uno para sobrevivir los dos.
-Si ven d-donde estás, ellos t-te- Ella le calló con un beso húmedo para enterrar sus dedos en su cabello
-Si hablas de Marcus- Sonrió un poco -No debes preocuparte por él- Le besó nuevamente -Se cambia el trono, el reino y a dios, por el amor- Deslizó el cierre del uniforme dejando su blanca piel al desnudo ante ella, colocándose en cuclillas para seguir un camino de pequeños besos hasta la parte inferior de su abdomen. Beverly descansó su cabeza contra la pared mientras los labios de Bill besaban con delicadeza su entre pierna, introduciendo su lengua probando la miel que eran sus dulces jugos, dejó escapar un leve gemido y arrugo la tela del vestido en sus manos. Skarsgård sonrió ante la escena de aquella muchacha y la excitación entre sus piernas, como sus rosados pezones comenzaban a endurecerse con el tacto de su lengua, enterró sus dedos en la cintura de ella mientras presionaba mas sus labios contra el sensible clítoris de la feminidad de Rosenbluth.

-Es-Estoy al borde, Bill- Trató de alejarle y él se detuvo sin dejar de mirarla al momento de retirar sus labios de la feminidad, separándolos así un delgado hilo de saliva, relamió su piel limpiando cada rastro de líquido suave y dulce -E-entra e...

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-Es-Estoy al borde, Bill- Trató de alejarle y él se detuvo sin dejar de mirarla al momento de retirar sus labios de la feminidad, separándolos así un delgado hilo de saliva, relamió su piel limpiando cada rastro de líquido suave y dulce -E-entra en mi, cariño- Su respiración no le permitía seguir hablando -Hazlo Bill- Le abrazó y él sintió como las manos de ella comenzaban a enterrarse sobre su piel, hizo un gesto de dolor y a través del cristal vio el reflejo de alguien quién no era ella.
-Bev- Tomó el rostro de la chica entre sus manos y ella con simplicidad, sonreía.
-No me sueltes, Bill- Dijo con dificultad -No lo hagas- Su rostro comenzó a agrietarse mientras sus manos buscaban las de él.

'BILL'.
Aquellas palabras le trajeron de vuelta a la realidad.
-Bill- Beverly sonrió agitando su mano tratando de despertarle y él solo sonrió -¿Estás bien, cariño? Te has ido derrepente- Él asintió apretando un poco su mentón y mirando bajo su pantalón. La vio de vuelta. -Oh...- Ella entendió y él trató de cubrir aquello -Me encantaría estar ahí para ti- Su voz le reconfortaba. Que ella estuviera a salvo le hacía sentir que al menos estar ahí no era tan malo.

The Circus of Fun (Bill Skarsgård/Pennywise)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora