-Coloca tu dedo- Le ordenó uno de los mayores, abriendo una pequeña caja de tinta obscura y él adentró sus dedos manchándoselos para colocarlos sobre el papel, así quedando sus huellas impresas para siempre. -Vuelve a tu celda- Acató cada orden saliendo por fin de la habitación en la que le habían mantenido mas de hora y media, le habían extraído infinidad de pruebas de sangre junto con mechones de cabello que probablemente usarían para transferir sus documentos e información oficiales al estado.
El oficial que anteriormente le había permitido a Beverly entrar a visitarle, le acompañaba hasta las puertas de su celda, le tomó del brazo con menor fuerza que los demás. Bill aprovechó la oportunidad y se giró antes de entrar, enfrentándolo.
-¿Puedo preguntar a-algo...- Llevó su mirada a la placa del hombre -Oficial Donald?-
-Nadie te detiene, muchacho- Retiró las esposas, ocultándolas en uno de sus bolsillos traseros
-¿El circo sigue aquí?- Respiró profundamente -D-deje de v-ver las luces, a través de las ventanas-
El viejo suspiró asintiendo
-Todo sigue igual, hijo- Llevó sus pasos cerca del ventanal -Ella sigue ahí, mi esposa llevó a mis hijos hace dos días atrás- Ocultó sus manos en sus bolsillos -Sigue ahí, presentando su escena- Miró al castaño -Pero se le ve mas triste, Skarsgård-
Bill asintió despidiéndose del hombre y dejando caer su cuerpo contra la incomoda cama del lugar, llevando una de sus manos bajo el colchón de la cama para sacar una pequeña fotografía un tanto amarillenta. Su corazón se contrajo al ver a la mujer que amó. Y que ahora se encontraba con otro hombre. Esta se deslizó entre sus dedos hasta golpear el suelo grisáceo y él sintió la terrible ímpetu de su cuerpo, por que estaba pasando por uno de esos intensos ataques de nuevo. Sus dedos se contrajeron en la forma que daba saber, no se encontraba bien. Su pecho sobresalió arqueándose y sus pies se enterraron contra la cama deteniéndo todo aquello por un segundo. Sus lágrimas salieron de sus ojos con rápidez y sus manos se dirigieron a su estómago tratando de calmar el dolor.
***-Hey- Escuchó el murmullo mas bajo dentro de sus oídos y trató de despertarse para girar y ver a un hombre en la esquina de su habitación. Se incorporó contra la cama sentándose sin dejar de mirarlo y sus cejas se quebraron, describiéndo su rostro de una manera confundida.
-¿Puedes imaginar...- Una sonrisa se formó en su rostro -Como se sentiría ella si le dijera que pudo haber tenido un final feliz junto a ti?- Acercó su rostro entre las barras de metal que los separaban y Bill sólo se limitó a escuchar -Y ahora ella va a arruinarte- Una fuerte y estruendosa risa comenzó a inundar el lugar pero nadie despertaba, el rostro de aquel hombre comenzó a deformarse como si hecho de cera se tratase, los restos le estaban alcanzando y Bill se aferró del colchón asqueroso que era su cama, todo aquello desapareció en un parpadeo y sintió su cabeza dar vueltas y vueltas hasta perder por completo la visión en un estado crítico.
***-Estaba desnudo, cubierto de algo viscoso- La luz le cegó y sus pupilas se dilataron cuando trató de moverse pero las ataduras eran demasiado fuertes -Tranquilo muchacho- La vista de él se ajustó, enfocando bien el rostro de aquél oficial que parecía ser el único con algo de nobleza -Te han encontrado contra el suelo y te has golpeado fuertemente la cabeza-
Bill respiraba profundo y con rapidez antes de poder asimilar aquello, uno de los dos doctores acercó un pequeño balde como si supiese lo que iba a suceder después. Skarsgård vomitó todo lo que había cenado horas anteriores a lo sucedido y sintió un escalofrío sobre sus dedos.
-Es probable que uno de los presos introdujeran alguna sustancia en tu comida- El oficial dejó el expediente sobre la mesita -Por suerte tu cuerpo pudo soportarlo- Le miró -De todas formas, ya no tendrás que liderar con esto en un par de semanas, solo resiste muchacho- Colocó una de sus manos sobre el hombro del castaño y este entrecerró sus ojos
-¿A-A que s-se refiere?-
-No hay suficientes pruebas que te hagan responsable del crimen de tu amigo, un golpe de suerte si realmente eres el asesino-
Skarsgård negó con la cabeza y el oficial le tomo del brazo listo para llevarlo de nueva cuenta a su celda -Pero se supone que yo no debería estar hablando de esto, hijo- Se despidió del personal -Resiste mientras sigues aquí-