Cada día, cuando me levanto y me miró al espejo, siento asco de mi reflejo porque odio como me veo. Nunca me he amado a mi mismo, no me gusta como soy tanto por afuera como por dentro, y es un sentimiento horrible, no importa que las cualidades que tenga, siempre termino comparándome con los demás y me hacen sentir inferior.Mi autoestima no es realmente alta, y no tengo la confianza que debería tener para sentirme satisfecho con quien soy; la anécdota que te voy a contar a continuación es una de las razones, hasta podríamos empezar con un bienvenido a tu cinta pero al menos no soy una persona con tendencias suicidas.
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Varios años antes
Nunca he sido un niño totalmente delgado, siempre tuve mi contextura robusta y según los doctores yo me encontraba bien, estar sano era lo importante y por ello, no entendía porque los demás niños me molestaban. Se que ellos no lo hacían de mala manera, solían ponerme apodos que para ellos eran cariñosos, pero a mi hacían sentir mal, porque si, no era delgado como ellos y tampoco era gordo, solo era yo.
Con el pasar de los años decidí ignorarlo y seguir siendo feliz siendo como era, sin embargo, en algún punto de mi vida, deje de poder hacerlo. Antes de graduarme de quinto grado, comencé a subir de peso y en ese momento realmente si llegué a estar gordo, aunque no había sido mi culpa. Tomé demasiado jugo con soya durante mi crecimiento y obtuve un desarrollo acelerado, haciendo que mis hormonas se enloquecieran dañando mi peso. Tuve que hacer una dieta estricta junto con actividad física para recuperar mi peso estable, desde ahí me acostumbré a comer bajo en grasas y azúcares pero para mí desgracia, en mi pre-adolescencia volví a subir de peso, y no he podido bajar desde entonces.
En la secundaria, fue cuando mi aspecto comenzó a atormentarme. Había entrado en una escuela donde la mayoría de personas, solo miraban el físico y tan solo por ser más "relleno" que los demás, empezaron a molestarme y esta vez no era de forma cariñosa como lo hicieron mis compañeros de primaria, me hacían sentir mal conmigo mismo por sus insultos y comentarios demigrantes. Esa época me cambio mucho, logré ser mejor persona porque no quería ser como ellos, aunque el precio que pague fue dejar de quererme a mi mismo
Desde entonces tengo un punto debil: Mi sobrepeso.
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En la actualidad
En esta nueva escuela, había logrado recuperar un poco de mi autoestima, no obstante, no dejaba de compararme con los demás, deseando de alguna forma ser delgado como ellos, ser atractivo.
Para lograr ser como los hombres que si eran lindos, había vuelto a intentar distintos tipos de dietas pero ninguna me ha funcionado, sin ejercicio no soy capaz de bajar ni un kilo. Me sentía imponente, sabía que debía esforzarme más y aún así, no lo hice, porque después de conocer a La Enana, me importó más sacar buenas notas que cumplir mi verdadero objetivo: Amarme a mi mismo. Decidí dedicar la mayor parte de mi atención a estudiar, intente sacar tiempo para hacer ejercicio, pero me veía en la encrucijada de si hacer tareas o ir al gimnasio, y como me había obsesionado con ganarle a Alicia, elegí ser un nerd gordo que se odiaba a si mismo y no hacía nada para cambiarlo.
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No entregues tu corazón
Romance¿Nunca te has preguntado cuál es el verdadero significado de amar? Bueno, este es el dilema de Felipe. Un joven de 18 años quien ha pasado su vida tratando de encontrar a una persona que le pueda responder esta pregunta, buscándole una definición...