¿Lo más preciado para mi?

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Recuerdo a la perfección aquella noche

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Recuerdo a la perfección aquella noche. No logré conciliar el sueño fácilmente y cuando conseguí dormirme, soñé con ella, la abrazaba con fuerza y le rogaba que no se fuera, pero al final desapareció entre mis brazos.

Era la primera vez que me enfrentaba directamente con la muerte, nunca antes había tenido que lidiar con ella. Sin embargo, ahora que sentía la pérdida de un ser querido, podía comprender a mis amigos y el dolor que sufrieron. En simples palabras, es una puta mierda.

De toda mi vida, este fue el día donde estuve más decaído y triste. No lograba sonreír, ni siquiera reír o pensar positivo, sentía el peso de su vacío en mi corazón y era insoportable. Al principio no lograba decir "Lulú a muerto", me costaba demasiado porque tan pronto lo hacía rompía en llanto. Tal vez te parezca infantil y llorón, si es lo que piensas la verdad no te culpo, yo también lo haría al no saber como se siente cuando te quitan una de las cosas que más amas. Cuando lo sientas, serás tú quien se convertirá en un llorón como yo, buena suerte.

No sé en qué momento me calme, lo que si sé es que Alicia tranquilizó gran parte de mí. Con un simple abrazo, y haber estado conmigo en el preciso instante, me permitió sobrellevar la situación; creo que nunca le agradecí por ello y si tengo la suerte de que estés leyendo esto ahora aprovecharé para decírtelo: Gracias.

Fue cuestión de tiempo y apoyo, logré sanar mi herida. A pesar de eso, Lulú siempre permanecerá viva en mi corazón y, lastimosamente, el arrepentimiento de no haberla visto antes de que falleciera, me perseguirá por el reto de mi vida.

Dos meses después

— A ver Juana, me estás diciendo, ¿Qué te gusta miss le caigo a todos pero no me quedo con ninguno?

— En simples palabras, si.

Me daban ganas de golpearla.

— Y qué te llama la atención de ella? Osea, ni que estuviera tan linda. —Le pregunté.

— No sé Felipe pero es lo que siento.

— Ay —Suspire— Tus gustos son para morirse, literal.

— Aja, lo dice él que lleva tragado más de un año de la misma persona y no ha salido de la friendzone.

Uh, fue un golpe bajo.

— Mi corazón! —Me tocaba el pecho simulando que me dolía.

Al final nos echamos a reír. Me encontraba acompañando a Juana a sus clases de violín en la fundación, como quedaba de camino a mi casa, no me supuso problema. Llegamos a la puerta y nos despedimos con un beso en la mejilla, camine en dirección a mi vivienda pero no pude evitar sentir que alguien me estaba mirando fijamente. Me voltee a revisar, y aún así, no había nadie.

No entregues tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora