Capítulo treinta y seis

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Dos meses después.

—Less, ¿puedo pasar?—. La chica de cabellos morados preguntaba en un susurro. Dos meses habían pasado desde que habían tenido aquella reunión con su padre que les había sacado unas cuantas lágrimas, pero había logrado que padre e hijos volvieran a unirse de nuevo. Después de ese día, el señor Rafael se había estado viendo continuamente con sus hijos, e incluso los había  frecuentando visitándolos en su departamento.

Por lo que los tres chicos sabían, el hombre de edad mayor se había separado de la madre de ellos. Esto había preocupado y causado una pequeña tristeza en la menor de los tres hermanos, pues quería muchísimo a su madre y sentía que aquello había sido culpa suya.

Después de un tiempo el hombre la calmó diciéndole que de todos modos tenían pensado darse un tiempo, las cosas ya no estaban funcionando como antes. Con esa repuesta, Lesslie se quedó un poco más tranquila.

Los fans de los chicos no sabían nada respecto a la separación de sus padres, ni mucho menos que ya no mantenían contacto con su madre, era algo demasiado íntimo y el solo hecho de que toda una multitud se enterara no se les hacía cómodo.

—Tiene muchísimo que no salimos de fiesta, ¡extraño eso, Yiyis!— Una vez que Karen había ingresado a la habitación de su hermana menor, comenzó a involucrarla sobre aquel evento que se aproximaba. —¿No te entusiasma la idea?

Lesslie se quedó callada unos segundos, no estaba mal. Era verdad que hacía mucho tiempo no se divertían, además, eran jóvenes, tenían derecho a divertirse.

—Será una fiesta gracias a YouTube, ya sabes, esas que hacen una vez al año—. Karen se apresuró a explicar al ver las muecas pensativas de la pelirosa. —Tú sabes cómo son esas fiestas, Yadid. Se ponen geniales.

—No estaría nada mal, Ana... ¿Pero Rafa? ¿Él irá?— Preguntó con cierto desazón en su voz; no le agradaba la idea de ir sola, ella tenía que salir a la par del peli azul, si no, no iría a ningún lado.

La mayor pone sus orbes en blanco antes de contestar. —Sí, Yadid. Sí irá. Él fue el que me comentó que te invitara, también quiere ir.

Como si fuera magia, una enorme sonrisita se plasmó en el blanquecino rostro de la más pequeña, mientras asentía frenéticamente.

—¡Entonces sí iré! ¡Estoy ansiosa! ¿Qué me pondré? ¡Ayúdame Ana!

La chica de piel caramelo volvió a rodar los ojos, mientras que sonreía y ayudaba a su hermana menor a escoger su outfit.

(...)

—¡Niñas! ¿Están listas?—. Tercera vez que el peliazul preguntaba lo mismo, impaciente. Ya iban tarde, como la mayoría de las veces, y ninguna de sus dos hermanas se dignaban a bajar.

Mueve su pie con ímpetu, golpeando contra el mármol. Desbloquea su móvil para ver por milésima vez la hora y darse cuenta que cada vez falta menos.

Después de unos minutos, la chica de cabellos morados por fin se digna a bajar. Rafael la mira tímidamente, le encantaba el estilo que su hermana de piel caramelo tenía.

La nombrada llevaba puesto una blusa con pequeñas aperturas, dejando a la vista su top negro y resaltando las formadas curvas. En la parte de la cintura para abajo, un pantalón  deportivo negro Adidas se entallaba perfectamente a sus piernas, y para terminar un saco blanco crema que le daba un giro total a su atuendo, pues le hacía ver elegante y a la vez sin perder su estilo.

—Seguro ésta noche no te salvas de Alex—. El mayor comenta y la pelimorada suelta una risita un tanto nerviosa.

—¿Y Lesslie? ¿A qué horas va a bajar?

Nuestro mejor error; [Rasslie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora