Capítulo 5

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La puerta de entrada se abrió, pude observar que era Joel quien estaba por entrar. Lanzó la mochila al suelo y se acomodó el cabello mientras soltaba un suspiró.

–Oh, vera, aquí estas –río, se acercó a mi y saludo con un beso en la mejilla–. ¿Dormiste bien?

Tomo una manzana y la llevo a su boca dándole una mordida.

–Algo así, si se podría decir –me encogí de hombros–. ¿Y cómo te fue?

–Bien, no me quejó –puso sus codos sobre la mesa y me miro fijamente–. ¿Quisieras salir hoy? Se qué esteban te agrada.

Rodé los ojos, Joel y sus intentos de juntarme con alguno de sus amigos.

–La verdad no tengo ganas de salir –susurré–. Pero ve tu.

–¿Y dejarte sola? Ja, no gracias –coloco la manzana sobre la mesa y se limpió la boca con una servilleta.

–Oh, ahora que recuerdo –me puse pensativa–. Alguien te llamo, era un número raro y yo...

–¡¿CONTESTASTE?! –se acercó a mi rápidamente, asentí un par de veces–. Mierda...

Joel Pimentel

Una vez seguro de que Vera estuviera completamente dormida, salí de la casa sin provocar ruido alguno.

Me monte en el auto y encendí el motor, tenía que hablar urgentemente  con el.

–Erick Colón –avise al personal una vez que llegué.

–¿Tiene cita? –preguntó. Lance un fajo de billetes y ella miro hacia ambos lados antes de darme el pasó.

El patio del lugar estaba enorme, sólo había visitado este lugar, tres veces en estos largos cinco meses. Pero trataba de ser discreto, no podía dejar que Vera lo descubriera, no sería yo quien se lo diría, tendría que ser el mismísimo Erick.

Me senté en una de las tantas mesas del lugar, tardó un poco en aparecer pero al final lo hizo.

Un guardia lo sujetaba del brazo, el no se había dignado a mirarme, sólo veía el suelo.

–Erick –sonreí, coloco sus manos por encima de la mesa, mostrándome sus esposas.

–Hace tiempo que no te veía –murmuró, levanto la mirada, dejándome ver su rostro.

–¿Qué te pasó? –tenía el ojo derecho completamente hinchado y de un color morado.

–Una pelea, nada importante.

–¿Nada importante? ¡Claro que lo es!

–Ya déjalo, Joel –rodó los ojos–. ¿A que has venido?

–Es Vera –susurré, el abrió los ojos como plato y se levanto de golpe.

–¿Está bien? ¿Qué pasó?

–Ella está bien, tranquilo –intenté que se tranquilizara, volvió a tomar asiento y llevo las manos a su rostro–. Esta algo ida... Ya no la reconozco Erick, siento que no puedo con ella.

–¿De que hablas?

–Ella quiere ser como tu, esta fuera de control, tienes que ayudarme.

–¿Cómo yo? Joel me estas confundiendo, explícate bien.

No pude emitir palabra algunas, gracias a una pequeña voz que hablo a mis espaldas.

–¿Qué hace ella aquí? –murmuró por lo bajo, gire mi cuerpo y pude ver a Vera caminando entre las personas.

–¡Tienes que irte! Rápido –el se levanto torpemente y corrió hacia las celdas, donde el guardia lo esperaba.

–¿Joel? –me levanté del asiento, la furia me invadió por un momento.

¿Qué mierda hacia aquí?

~Notas~

»Recuerden que entré más votos tengan los capítulos, más rápido actualizo«

»Cómo se que les gusta este tipo de historias. Decidí hacer una algo parecida a esta, tiene por nombre "Toxic" está publicada en mi perfil, espero se puedan pasar y darme su opinión, se los agradecería demasiado❤️«

»Para los que leen mis otras historias, he borrado dos de ellas. "Golpe de suerte" y "el encanto de la bestia"«

🌸Hasta luego🌸

Plan de escape |EDUA#2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora