Capítulo 19

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Me levanté de golpe, aquellas palabras habían caído como un balde de agua helada.

Ahora comprendía todo.

–¡Maldito imbécil! –me acerque a él dándole un fuerte golpe en el pecho, las lágrimas se deslizaban por mis mejillas, lágrimas de total frustración.

–Lo siento tanto, no puedo manejar esto...

Agachó la cabeza, y simplemente dejo que lo siguiera golpeando. Su cuerpo se sacudía de adelante hacia atrás, en un vago intentó por mantener la postura.

–¿Eso era lo que querías no? –chillé dándole un último empujón–. Arruinar lo poco que teníamos, eso era lo que querías.

–Perdón –susurró.

Su cuerpo se tensó y posó sus ojos en los míos.

–¡Basta! Por favor –sus ojos se cristalizaron y pude notar lo arrepentido que estaba–. No quería hacerte daño, no quería dañarlos. Sólo pensé que había una pequeña posibilidad, yo de verdad pensé que...

–No –negué–. Tu bien sabes que para mi eres como un hermano, tu mismo me has dicho lo mismo, ¿que pasa ahora.

Él se encogió de hombros y soltó un suspiró.

–Supongo que pasar tanto tiempo juntos me afecto de alguna forma.

–Sabes que nada pasará entre nosotros, ¿cierto?

–Si.

–¿Entonces porque lo hiciste?

–No perdía nada con intentar.

–¡Si! Pero no de esa forma –regañé–. No tienes ni idea de lo que has provocado, y en lugar de arreglar las cosas, las has empeorado.

Señale la puerta de mi habitación obteniendo una mirada de confusión.

–Sal de aquí, lo que menos quiero es verte ahora –resoplé–. Es lo único que puedes hacer, dejarme tranquila.

–Vera, por favor –pidió.

Por más que intentara seguiría negándome, parecía que no entendía lo mal que estaba el asunto.

Me acosté de nuevo en la cama, tapándome hasta el cuello y cerrando los ojos una vez escuche el rechinado de la puerta. Se había ido.

[...]

Abrí la cortina, dándole pasó a la luz.

Cerré mis ojos por instinto, pues lograron cegarme por un mínimo segundo.

Podía escuchar como el viento soplaba, como las hojas se movían inquietas y como los pájaros hacían sus sonidos.

Me apoye en el marco de la venta, sin llegar a poner todo mi peso sobre ella. Simplemente observe el lugar, eso me daba un poco de tranquilidad y bien que lo necesitaba.

El día de ayer no había sido para nada lindo, y sólo quería que las cosas se solucionarán.

Pero que ilusa.

–Señorita Lodge, ¿se puede pasar?

Escuché la odiosa voz de Ryan, ¿fue la semana de molestar a Vera y no me había enterado?

–No –dije bordé.

Y como era de suponerse, entro sin importarle.

–¿No te has bañado? –me examino con la mirada y negó–. Anda, ve a darte una ducha.

–¿Porqué tanto apuró en eso? Bien puedo estar un día sin ducharme y no por eso moriré.

Me incline hacia la cama y comencé a tenderla, para intentar darle una mejor impresión a mi desordenada habitación.

–¿Qué pasa? –dijo curioso–. Puedo ver el hinchazón de tus ojos, ¿algo va mal?

–Ni te imaginas –reí intentando sonar tranquila.

Lo único que faltaba era tener a otra persona encima mío.

–¿Quieres hablarlo?

Negué.

–Prefiero dejarlo así –me encogí de hombros–. Son asuntos que prefiero guardármelos, pero apreció tu preocupación.

–Bien –aclaró su voz–. Ve a darte una ducha, te estaré esperando en la sala de usos múltiples, ahí estarán tus compañeros.

–Gracias.

Sonreí en su dirección aunque salió más bien como una mueca.

Él hombre salió de la habitación dejándome completamente sola.

Me adentre al cuarto de baño, despojándome de la ropa sucia. Las gotas de agua caían sobre mi piel y su tacto ocasionaba un pequeño escalofrío, estaba completamente helada.

Pase el jabón por todo mi cuerpo, después pase al shampoo y volví a ponerme bajo la regadera, las gotas caían limpiando todo a su pasó.

Una vez lista, bañada y arreglada.

Me encamine hacia el gran salón de usos múltiples, sin tener idea de lo que pasaría, tal vez era una simple clase y ya.

–Buenos días –murmuré nerviosa mientras sentía todas las miradas sobre mi.

Pude observar como Joel estaba de pie en una de las esquinas, mirándome con detenimiento sin apartar la vista de mi.

–Ahora que estamos todos –comenzó Ryan, mirándome por ser la última–. Podemos comenzar.

Los chicos comenzaron a murmurar cosas, y otros chillaban emocionados.

–El día de hoy será otorgada su misión.

Oh, no.




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150 comentarios y sigo✨
*Acá viene Dulce a regañarme*
Jajaja te amo💙

Tal vez se pregunten porque al final pido votos o comentarios para continuar, y es simple. Sólo me queda este mes para poder actualizar pues después no tendré tanto tiempo, así que estoy intentando avanzar para acabar pronto.

Cualquier duda que tengan con la historia o algo que quieran decirme, pueden dejar sus preguntas acá.

https://dlizethgg.sarahah.com/

Y las estaré respondiendo en mi inicio.

Supongo que eso es todo...
Espero les haya gustado💙✨

Plan de escape |EDUA#2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora