"Narrado por Troy"
Todo ha cambiado para mí desde que llegué a la casa de las personas que se apiadaron de mí y me salvaron de morir sólo, en medio de aquel desierto en donde estaba. Ya no tenía que preocuparme por lo que hiciera Fitzpatrick o Jhonson, ni me debía esconder de ellos para evitar volver al "criadero", porque seguramente no sabían de mi nueva ubicación o tal vez, no les interesaba ya.
La chica se llamaba Blake, ahora tiene dieciocho años, mide un metro sesenta y nueve de estatura, es de tez blanca, pero a causa del sol, se ve un poco rosadita, tiene ojos cafés y cabello castaño rojizo, que recoge con una cola de caballo, para que no le de calor. Es risueña y alegre, trata a todos cordialmente, siempre busca el lado positivo de las cosas y es muy optimista.
Bernard, su padre- aunque para sus amigos es Bernie-, es un mecánico de cuarenta y tres años de edad, de cabello castaño y ojos cafés, de tez trigueña y que mide un metro setenta y siete de estatura, es robusto y un poco corpulento. Cuando lo conocí, me daba algo de miedo acercarme a él, pero después me di cuenta de que era una persona muy amable y buena, por lo que le tomé más confianza.
Ellos han cuidado de mí, sin importarles mi carácter y lo que me hace diferente a ellos y al resto del mundo, que son mis ojos, me han tratado como a un chico normal y eso era algo que ya no podía ni imaginar cuando era más joven. No he hablado mucho con ellos sobre mi pasado, ni me han obligado a hacerlo, creo que dejarán que les cuente cuando esté listo.
En éste momento, Bernard y yo estamos en su camioneta, de regreso a casa, después de pasar el día en el taller, reparando unos motores que teníamos pendientes. Sí, trabajo con él, me enseñó su oficio y colaboro en algunas cosas, por lo que me paga- no mucho, pero es más que suficiente para mí, aparte de que vivo en su casa- y el dinero lo ahorro para, cuando pueda, buscar a Megan y a los chicos.
—¿En qué piensas, Troy?— me pregunta de repente.
—En nada en especial— respondo, serenamente.
—Deja de andar en las nubes— dice él—. Ahora hay que estar muy atentos a lo que pueda pasar.
—¿Te refieres a la pandilla?— pregunto.
—Sí— responde—, escuché que anoche asaltaron a Lucas Baxter, el de la ferretería. Le quitaron todo lo que traía.
—Bien, pero no ha pasado nada sospechoso aun— digo, un poco más serio.
—En eso tienes razón, pero no me fío de nada— comenta.
Sigue conduciendo hasta llegar a casa, allí nos recibe Blake con la cena servida, pues son las seis de la tarde. Antes de que nos sentemos a la mesa, nos dice:
—No probarán la comida hasta que se laven las manos, señores.
—De acuerdo— dice Bernard, para luego irse a hacer lo que su hija le había ordenado.
Fui con él, pues aunque habían otros baños en la casa, estaba acostumbrado a compartirlo con él. Le doy una toalla al ver que termina de lavarse, mientras le digo:
—Sécate, ya sabes como se pone cuando no lo hacemos.
—Gracias por recordármelo, hijo— responde mientras la usa.
—No es nada, pero ve a sentarte que yo voy en un momento.
—Me restriega el cabello por un segundo, para después ir a la mesa y desde aquí lo escucho decir:
—Sirve la cena, Blake.
—Sabes bien que no lo haré hasta que Troy venga a cenar con nosotros— dijo ella.
—Está bien, pero tengo hambre.
Después de eso, me siento a la mesa con ellos y ella sirve la comida. Era algo ligero, por lo que terminamos rápidamente y luego platicamos un poco sobre lo que había pasado en el día a cada uno, pero decidí irme a la cama temprano, por lo que me despedí de ambos y me fui a mi habitación. Sin embargo, apenas pude cerrar los ojos y descansar por dos horas, ya que no podía dejar de pensar en los chicos, como cada noche.
![](https://img.wattpad.com/cover/15864711-288-k156319.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La Verdad Sobre IEPCOM 2: La Rebelión de Los Oprimidos
AcciónHan pasado cinco años desde aquel fatídico día en que la compañía IEPCOM fuese destruida por Jacob Fitzpatrick y sus asesinos, además del rapto de Troy. Megan y los chicos no han parado en su afán de encontrar pruebas que los lleven hasta el jefe de...