"Narrador Testigo"
Troy despertó, en medio de la madrugada, muy asustado y sudoroso, pues había tenido una pesadilla. En realidad no era una pesadilla, sino uno de los recuerdos que tenía de su infancia y que lo atormentaban cada vez que lograba conciliar el sueño.
Había pasado mucho tiempo, pero a causa de los maltratos que sufrió en aquel lugar donde se había criado, aun no se había acostumbrado a su nuevo estilo de vida. Y ahora, quería hacer pagar a los responsables de su desgracia y la de muchos niños, niñas y adolescentes a los que conoció en el "criadero".
Pensaba en eso, cuando oyó que le preguntaban:
-¿Qué sucede, Troy?
-Bernard- le dijo-, perdón, no era mi intención que te despertaras. No es nada que te deba preocupar.
-¿No puedes contarme?
-Tuve una pesadilla- respondió, más sereno-. Cosas que me pasaron y que no he podido olvidar.
-Hablando de cosas que han pasado en tu vida... ¿No me podrías hablar de tu pasado?
Al escuchar esa pregunta, Troy abrió mucho los ojos, estaba sorprendido por eso, aunque bajó la mirada por un momento. No se sentía preparado para hablar de los años que vivió en el "criadero" ni de las cosas que pasó mientras él estuvo en ese lugar o las necesidades que tuvo allí.
-Sé que no es fácil para ti hablar de eso, pero creo que es hora de enfrentar lo que pasó.
El chico levantó la mirada, un poco más animado, aunque no era sencillo para él hablar de su pasado, sentía confianza en Bernie y sabía que podía ser sincero con él. Por lo mismo, respiró hondo y luego comenzar a relatar:
-El lugar en el que acabé después del ataque a Santa Esperanza y la muerte de mi madre es conocido como el "criadero". Desde que llegué allá, me enseñaron a luchar con y sin armas, además de aprender a utilizar cada una de ellas.
-¿Los maltrataban?- preguntó Bernie.
-¿A mí y a los demás? Si nos portábamos bien no, pero si los desobedecíamos, apenas nos daban comida y no nos dejaban salir de nuestras celdas, en caso de faltas menores.
-¿Y qué les hacían cuando cometían faltas graves, hijo?- fue lo que preguntó el hombre.
-Según recuerdo, solían encerrarnos una noche entera en una habitación sin ventanas, a oscuras o dejarnos sin comer un día completo.
Bernard, al escuchar semejantes cosas, se notaba muy enojado, pero se contenía de expresar toda la ira que sentía en ese momento, tal vez para evitar que Blake- que se encontraba en la otra habitación- llegara a despertarse al escuchar el escándalo que pudiese causar. Sin embargo, él consiguió serenarse un poco, para luego preguntar:
-¿Llegaron a lastimarte?
Troy no respondió, lo que le dio a entender a Bernie que sí lo habían hecho, por lo que se enojó mucho más, entonces el chico le preguntó, extrañado:
-¿Por qué te pones así?
-No puedo creer que hicieran cosas como esas a niños, Troy- fue su respuesta-. Me hubiese gustado poder ayudarte cuando más lo necesitabas, ésos desalmados merecen pagar por eso.
-No te lamentes por eso, ya pasó y estoy tratando de pasar la página, para poder seguir con mi vida. Tú y Blake han hecho demasiado por mí y estoy muy agradecido con ambos por eso.
-Es que si yo hubiese tenido un hijo... me hubiese gustado que fuese como tú, Troy- dijo el hombre.
-¿En serio?
-Por supuesto que sí, hijo- respondió Bernie, más tranquilo.
Entonces Troy y Bernie se abrazaron, mientras al chico se le comenzaban a salir las lágrimas, porque él no había tenido una figura paterna, ya que su madre lo había criado sola hasta su muerte y nadie tomó la responsabilidad de cuidar de él, de protegerlo y de verlo como a una persona normal, sin esperar nada a cambio. Eso reconfortaba un poco al hombre, pero deseaba poder hacer algo más por él en su vida.Continuará...
![](https://img.wattpad.com/cover/15864711-288-k156319.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La Verdad Sobre IEPCOM 2: La Rebelión de Los Oprimidos
AksiHan pasado cinco años desde aquel fatídico día en que la compañía IEPCOM fuese destruida por Jacob Fitzpatrick y sus asesinos, además del rapto de Troy. Megan y los chicos no han parado en su afán de encontrar pruebas que los lleven hasta el jefe de...