Capítulo 6

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Varias semanas habían pasado y según la señora Yamazaki, nadie había reclamado acerca de un pago equivocado o algo por el estilo. Me sentía culpable, tal vez alguien había creído que pagó la renta de otra persona que no era yo, y sentía que me estaba aprovechando de eso.

A pesar de todo estaba feliz de seguir viviendo en ese lugar, aunque sentía que tendría que irme de un momento a otro, cuando toda esta situación extraña se aclarara.

Había quedado en cenar afuera con Sofía, Jooheon y el idiota sin sentimientos de Hoseok, no quería verlo, me caía el triple de mal que antes, no lograba entender como podía ser tan mala persona.

Los chicos nos esperaban en el auto de Hoseok, nos aprontamos rápidamente y bajamos a su encuentro.

Jooheon y Sofía estaban saliendo, no era algo formal aun pero salían todos los días, como amigos, o eso decían. No había ocurrido nada entre ellos, y él ni siquiera había insinuado tener alguna clase de sentimientos hacia ella, pero todo era cuestión de tiempo, tenían mucha química.

— Ponte el cinturón. — me ordenó el muchacho malhumorado.

— ¿Y qué si no quiero? — él suspiró pesadamente.

— No seas molesta y hazlo.

— Hoseok se preocupa por ti, Somin. — se unió Jooheon, yo reí.

— Ay sí, no sabes que preocupado estaba cuando casi me mudo. — dije sarcástica.

— ¿Casi te mudas? — cuestionó él— ¿Por qué no lo sabía?

— Fue algo imprevisto.

— Oh, ya veo.

— Si supieran todo lo que ocurrió después no nos creerían. — dijo Sofía. Yo le hice una seña para que se calle, es muy bocona y no quería que todos supieran acerca de mis problemas.

— Cuando tengamos claro que pasó se los contaré. — dije, dando por terminado el tema.

— Imagina que fue Daehyun. — me susurró ella, riendo.

— ¿Qué? El no haría eso por mí, además no lo sabía.

— Tú se lo dijiste el día que te ibas, ¿recuerdas?

— Pensándolo bien, tienes razón. — le dije— Pero no hay manera de que él supiera el motivo, así que lo descarto.

— Yo no lo descartaría, todo es posible.

— Es que es tan lindo, que esperaría cualquier cosa de su parte. — dije embobada. Hoseok reía sin despegar la vista del camino— ¿De qué te ríes?

— Es que si yo fuera él pagaría pero para que te fueras. — rió más fuerte.

— Por suerte él no es como tú.

— Por suerte, no.

— ¿Podrían dejar de pelear? — cuestionó Jooheon— Tengamos una noche tranquila.

— Díselo a ella.

— ¿A mí? ¡Pero si tú empezaste!

— Yo solo di mi opinión.

— Tus opiniones siempre me perjudican.

— Ese es tu problema.

— Espera... ¿Cómo sabes que alguien pagó por mi? — él no dijo nada— Responde, ¿quién te lo dijo?

— ¿No lo dijiste hace un rato?

— No lo creo. No me digas que... ¡Sofía le dijiste! — le grité a mi amiga.

— ¿Qué? Yo no dije nada.

— No hay forma de que lo sepa a no ser que él... — ambas nos miramos y luego miramos al muchacho, no podía ser cierto, él no haría eso.

— No puedo creerlo. — susurró mi amiga— Fue él, no hay otra explicación.

— ¿Por qué lo haría?

— Porque no es malo, ya te lo dije.

El resto del viaje fue silencioso, Sofía hablaba con Jooheon pero Hoseok no volvió a molestarme y eso me pareció extraño, había una mínima posibilidad de que haya sido él, pero... ¿por qué?

No somos amigos, ni siquiera nos conocemos demasiado y no nos llevamos bien. Nadie sabía acerca de mis problemas, ¿cómo se enteró él?

Llegamos al lugar, era pequeño pero agradable, estaba lleno de gente, y aunque odiaba los lugares muy frecuentados me sentía cómoda allí.

Sofía y Jooheon habían ido a no sé donde a hacer no se que, pude darme cuenta de que era una excusa para dejarnos a solas, necesitábamos hablar y ella me conocía mejor que nadie, cuando tenía algo para decir no podía esperar mucho tiempo, no podía guardarme las cosas, agradecí por tener una amiga así, aunque siempre agradezco tenerla.

— Hoseok. — llamé su atención, él leía el menú ignorándome por completo— Hoseok, te estoy hablando.

— Y yo estoy leyendo.

— ¿Podrías prestarme atención por un momento?

— No. — le quité el menú de sus manos y entonces logré que me mirara— Ya, ¿qué quieres?

— ¿Por qué lo hiciste?

— ¿Hacer qué?

— Sabes de que hablo, pagaste la renta por mí. ¿Por qué?

— Yo no fui, ¿por qué lo haría?

— No hay otra posibilidad, no le dije a nadie de mis problemas pero tú los hiciste tema de conversación.

— ¿Qué problemas? No sé nada, Somin, solo bromeaba.

— ¿Cómo lo supiste?

— ¿Sabes qué, Somin? En serio eres rara, no me interesa hacer nada bueno por ti, que quede claro.

— Voy a devolverte cada centavo de ese dinero, espero que lo sepas.

— No tienes que devolverme nada porque no fui yo.

— No te creo.

— Haz lo que quieras.

Era intratable, no se podía tener una conversación con él, era arrogante, molesto, malhumorado, egocéntrico, terco y a veces irritante, pero había descubierto algo que no sabía, Lee Hoseok no era tan malo como creía. 

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Apartamento 704 - Lee Hoseok (Wonho)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora