Capítulo 23

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La tormenta se hacía cada vez más intensa, en el silencio de la noche los únicos ruidos que podían escucharse eran los del viento y los truenos, cuando algún rayo caía hacía que me sobresaltara, despertando a Hoseok aunque no fueran mis intenciones.

— ¿Con miedo? — preguntó con solo un ojo abierto.

— Un poquito.

— Ven aquí. — dijo pegándome más a él, ahora de verdad ya no podríamos separarnos, estábamos tan juntos que mis labios rozaban la piel de su cuello de vez en cuando, no era apropósito, sino más bien se daba cada vez que uno de los dos se movía.

— ¿Puedo abrazarte también?

— Estuve esperándolo todo el tiempo. — dijo y después rió.

— Hoseok...

— Dime.

— ¿Por qué estás siendo así?

— ¿Así cómo?

— No lo sé, extraño.

— ¿Extraño?

— Todo el tiempo estás cerca, demasiado cerca.

— Lo siento.

— Ni siquiera deberíamos estar como estamos ahora.

— Lo sé, pero no puedo evitarlo. — confesó y sentí como su corazón latía fuerte contra mi mejilla, ¿lo decía en serio?

Seguramente no, él siempre me lo decía, jamás saldría con alguien como yo, no soy su tipo, se encargó de recordármelo muchas veces, eso quiere decir que está evitando confusiones.

— ¿Tu celular está sonando?

— Es la alarma, ya casi es hora de levantarnos. — dijo con pereza— Me quedaría aquí todo el día.

— La hora se pasó volando.

— Demasiado rápido. — se quejó

— Ve tu primero.

— ¿Yo? Ve tú.

— Tú siempre usas el baño primero. Ve.

— Cinco minutos más.

— Hoseok, todas las mañanas peleas por ser el primero, no te entiendo.

— Esta mañana es diferente.

— ¿Qué tiene de diferente? Mueve el trasero.

— No todas las mañanas hay una intrusa en mi cama, para empezar. — rió.

— Mi teléfono está sonando, pásamelo.

— Es Daehyun. — dijo con una mueca— ¿Qué quiere a esta hora de la mañana?

— ¿Te importa?

— No, ni un poco.

— Entonces shh, voy a tomar la llamada. — dije poniendo mi mano sobre su boca— ¿Cómo estás? — reí, Hoseok estaba lamiendo mi mano, asqueroso, ¿cierto? El muy estúpido no me dejaba hablar correctamente, me mordió la mano también, y cuando la quité comenzó a imitar mi voz de manera graciosa, sin que Daehyun pudiera escucharlo. Cuando colgué le di un golpe en la frente, y él tiró de mis muñecas hasta quedar sobre mí, ya se le estaba haciendo costumbre y me sentía realmente horrible porque comenzaba a gustarme.

— No me golpees. — se quejó.

— Entonces déjame hablar cuando alguien me llame.

— ¿Vas a negarme que fue gracioso?

Apartamento 704 - Lee Hoseok (Wonho)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora