Apartamento 704 - Lee Hoseok (Wonho)

Capítulo 37

— ¿Qué acabas de decir?— cuestioné incrédula, no podía ser tan inmaduro, no realmente.

— Dije que vuelvo a mi apartamento. — respondió sin emoción alguna.

— ¿Es porque estás enojado conmigo?

— No todo es sobre ti.

— ¿Desde cuándo está listo tu apartamento? ¿Por qué no me dijiste nada?— pregunté algo molesta.

— Porque quería vivir un tiempo más contigo. — dijo con sus mejillas rosadas. Eso me dio demasiada ternura y sin pensarlo estiré mis manos hacia éstas, intentando apretarlas pero él corrió su cara— No hagas eso.

— ¿Entonces vamos a volver a ser como antes?

— Así parece.

— ¿No crees que estás siendo un poco infantil?

— ¿Infantil? ¿Yo?— rió sin una pizca de gracia— ¿Pretendes que viva aquí toda mi vida?

— No, pero...

— Ni siquiera somos una pareja. — se quejó.

— ¿Sabes qué? Tienes razón. Estaremos mejor así, suerte con la mudanza. — dije metiéndome a mi habitación.

Llamé a Sofía y le conté lo sucedido, no dudó un segundo en aparecer en el apartamento lo más rápido posible, afirmando que la situación ameritaba una noche de chicas con urgencia, no pude estar más de acuerdo.

Mientras ambas merendábamos, Hoseok y Jooheon atravesaron la puerta, pasando por la sala para ir a la habitación del muchacho, era hora de que sacara sus cosas, supongo...

Los ojos de Jooheon se iluminaron en cuanto vio a mi amiga, ella casi deja caer la taza de sus manos cuando sus ojos se encontraron con los de él, pero desvió su mirada, era tan terca como yo.

A pesar de que creía que él había estado mal, estaba segura de que debían hablar para aclarar la situación y acabar su relación en buenos términos, pero ella no pensaba igual, no quería verlo ni en fotos, según decía, pero yo sabía que no era cierto, deseaba más que nada en el mundo oír su versión de los hechos.

Ellos sacaron los pocos muebles que Hoseok tenía en mi apartamento, mudándolos hacia el apartamento de enfrente, todo volvía a ser tal y como antes, Hoseok y yo sin intercambiar palabra alguna, viviendo separados y estando molestos el uno con el otro. Él se despidió de mi amiga y Jooheon se despidió de ambas con un beso en la mejilla, Sofía cometió el error de mirar sus labios y comenzaron a besarse en medio de mi cocina. ¡Y yo a su lado!

Hoseok me tomó del brazo e hizo que saliéramos al pasillo, dándoles su espacio a nuestros amigos, quienes lo necesitaban más que nunca.

No dijimos nada, ambos estuvimos en silencio, recostados sobre la pared exterior del apartamento del muchacho, esperando a que todo se resuelva. Pasaron quince, veinte, treinta minutos y ninguno de los dos salía, el cuerpo ya estaba doliéndome por estar sentada en el suelo así que solté un quejido sin querer.

— ¿Quieres entrar?— preguntó él, con un semblante serio.

— No es necesario...

— Anda, vamos. Esto podría tardar...— comentó estirando su mano para ayudarme a pararme, yo la tomé y sentí el calor subir a mis mejillas, él le restó importancia a tal contacto.

— Wow, ni siquiera hay rastros de lo que ocurrió. — dije dándole un vistazo a su casa.

— ¿Quedó bien, no?