Maratón 3/3

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          Aunque terminé sin ropa, la dinámica de Andrew me ayudó mucho. La pequeña clase abarcó unas 4 horas, ya que además de biología vimos física y química.

          Llegaron las 8 PM y Andrew tenía que irse. Cuando por fin se había ido, no pude evitar las ganas de fumarme un cigarrillo.

          Después de todo estudiar no era tan difícil, o al menos así me lo hacía ver él. Terminé el cigarrillo fui a ducharme, comí un poco y me fui a dormir.

          Desperté por el sonido de mi teléfono, me llamaba Josh.

- ¿Qué pasó? –pregunté medio dormida.

- ¿No te cansas de llegar tarde?

- ¿Qué? –exclamé despegando el teléfono de mi oreja para ver la hora, eran las 8 AM.

- ¡Son las 8:00 Noah! Corre si no quieres perderte la primera clase, además nos toca el profesor Jones. –advirtió.

- Ya voy. –despegué el teléfono de mi oreja y colgué.

          Me levanté lo más rápido posible, me vestí, me peiné, me lavé los dientes, la cara, tomé mi bolso y salí de la casa en tiempo record. Al llegar a la preparatoria, fui lo más rápido que pude al salón dónde me tocaba ver clases. Por primera vez había llegado primero que el profesor, y eso que me encontraba llegando tarde. Me senté en mi pupitre y me fije que a mi lado estaba Josh.

- Josh, ¿el profesor no ha llegado? –pregunté extrañada.

- No, pero vino la coordinadora diciendo que no tarda en llegar. Parece que tuvo un inconveniente.

- Por lo menos hoy me libré de un regaño. –me alivié recostándome del espaldar de la silla.

          Pasaron unos minutos más y el profesor llegó, se disculpó por la demora y en seguida empezó a dar la clase. Como siempre, la clase era aburrida. Hasta que empezó a hacer preguntas de las cuales yo sabía la respuesta, gracias a las clases de Andrew.

- Alguien puede decirme, ¿Qué establece la primera ley de Newton? –preguntó mirándole la cara a todos los alumnos, no tardé en reaccionar y levante la mano. Todos en aquel lugar me miraron impactados, incluyendo a Josh- Dígame, señorita Evans.

- La primera ley de Newton, establece que un objeto permanecerá en reposo o con movimiento uniforme rectilíneo al menos que sobre él actúe una fuerza externa. –respondí un poco tímida, ya que tenía la atención de todos.

- Así es. –exclamó orgulloso. Josh me miró y me dedicó una enorme sonrisa- Quien más me puede decir, ¿Qué establece la segunda ley?

- La segunda ley de Newton, establece la aceleración de un objeto es directamente proporcional a la fuerza neta que actúa sobre él e inversamente proporcional a su masa. –El profesor me miró orgulloso por mi respuesta.

- ¿Y la tercera? –me preguntó para ver que tanto sabía.

- La tercera ley de Newton, siempre que un objeto ejerce una fuerza sobre un segundo objeto, el segundo objeto ejerce una fuerza de igual magnitud y dirección opuesta sobre el primero.

- Excelente, señorita Evans. La felicito por su notable progreso. –dijo con una sonrisa de aprobación.

          Me sentía orgullosa de mi misma. Después de todo, tal vez no tendría que pasar aquí el próximo año.

          La clase terminó y ya había llegado la hora de descanso. Salí del salón de clases y me dirigía a la oficina de Andrew. Abrí la puerta de la oficina y al entrar me llevé una no muy agradable sorpresa. Adentro se encontraba una mujer rubia, como de unos 30 años, embarazada. Fue cuestión de segundos para darme cuenta que se trataba de Alice, la esposa de Andrew.

Nota: ¡Perdón por la demora! Aquí está el último capítulo del maratón. ¡Espero que les haya gustado!


Deseo Insaciable © (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora