La primera clase la perdí por llegar tarde y el descanso lo pasé en la oficina del director, así que me toca ir a la segunda clase.
Como siempre, fueron las horas más largas del mundo. Hasta que por fin sonó el glorioso timbre que indicaba la hora de salida. Me estaba poniendo la mochila cuando escucho la voz de Josh acercarse a mí.
- ¡Hola, Noah! –saludó con emoción.
- Hola. –contesté mientras empezaba a caminar afuera del salón.
- ¿Lista para tu segunda lección particular? –preguntó mientras me seguía hasta la salida de la enorme institución.
- No, pero no tengo otra opción.
- Tengo toda una clase preparada para ti. Hoy hablaremos de las leyes de la física, me encanta ese tema –comentó con una sonrisa.
- Mira, a mi no me interesa si te gusta o no ese tema ¿ok? –me detuve de golpe y voltee a verlo.
- Está bien. –la sonrisa en su rostro desapareció, parecía un poco impactado ante lo que dije.
Cuando me iba a dar la vuelta para continuar caminando, tropecé con una chica. No sé porque me llene de rabia, era tanto el estrés acumulado que exploté.
- ¡Por qué no miras por dónde caminas! –grité mientras le daba un fuerte empujón, lo que provocó que cayera al suelo.
- ¡Qué te pasa, Noah! –gritó Josh mientras corría a levantar a la chica.
- ¡La mocosa esa se metió en el medio! –espeté con rabia y empecé a caminar, pero solamente me dio tiempo a dar unos tres pasos, cuando de repente, escucho la voz de la coordinadora.
- ¡Señorita Evans! ¡Esta es la gota que derramó el vaso! –Se notaba furia en su voz- ¡Se va ya mismo a la oficina del director!
- ¡Como quiera! –contesté con el mismo tono de voz con el que ella me habló.
Mi furia se notaba hasta en mi forma de caminar. Ni yo misma entendía por qué me sentía así. Creo que es demasiada presión la que tengo que soportar y es por eso que tomé esta actitud.
Entré a la oficina del director por segunda vez, esta vez seguida de la coordinadora, la cual en lo que entró, empezó a dar su charla.
- ¡Ya es lo que faltaba, Collins! Aparte de todo, ¡resultó ser agresiva! –dijo exaltada.
- Un momento, señora Miller, ¿Qué fue lo que hizo la señorita Evans? –preguntó confundido.
- ¡Empujó a otra alumna de tal manera que la tiró al suelo! mostró agresividad, señor Collins. Ya son muchas cosas acumuladas, tiene más de 20 actas, ¡Una más y puede ser expulsada de la institución!
- Aquí nadie será expulsado, tiene que haber alguna explicación ante semejante hecho –cuestionó mientras me veía esperando una respuesta, pero yo no me dignaba a responder- Señora Miller, le pido que se retire, por favor. Vaya a vigilar que no quede ningún alumno en los salones, ya casi vamos a cerrar la institución. Yo me encargo de la señorita Evans.
- Está bien, señor Collins. Espero que tome medidas drásticas. –pidió mirándome desafiante mientras salía de la oficina.
- ¿Qué pasa, Evans? Sí, no es primera vez que te tengo en mi oficina, pero si es primera vez que tomas una conducta agresiva hacia un alumno de la institución. –Yo solo lo miraba sin decir una sola palabra- Olvidemos que soy el director, olvidemos la propuesta. Solo mírame como un amigo, un amigo en el que puedes confiar.
- No suelo contarle mis problemas a nadie. –respondí cortante.
- Tal vez eso es lo que necesitas, un amigo en el cual puedas confiar.
- ¿Y quién me asegura que puedo confiar en usted?
- Mira, Tengo 34 años, soy director de una institución, estoy en trámites de divorcio, no tengo hijos, de momento. Me divorcio porque mi ex esposa me era infiel con su profesor de yoga. A parte, mi ex suegra le metió cosas en la cabeza sobre que yo en vez de venir a trabajar me iba por ahí a verme con otra mujer... –espetó en un suspiro- ¿Realmente crees que no puedes confiar en mí?
- Tus problemas son más grandes que los míos. –puntualicé mientras agachaba la cabeza.
- Pero no menos importantes. -musitó subiendo mi cabeza con delicadeza.
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Deseo Insaciable © (EDITANDO)
RomancePor culpa de problemas familiares, Noah Evans va mal en su último año de estudios. En una visita a la oficina del director, toda su vida empieza a cambiar lentamente cuando descubre que él tiene deseos eróticos hacia ella. ¿Sentirá Noah lo mismo? ¿S...