Deseo Insaciable © (EDITANDO)

Capítulo 37

Después de decir aquellas palabras, se acercó a mí lentamente y me beso como nunca antes lo había hecho. Sus besos eran tiernos, con un toque de pasión en cada unos de ellos y sus caricias eran suaves, diferentes a las que en otras ocasiones me había dado. Lentamente fue bajando el cierre de mi vestido a medida que yo iba desabotonándole la camisa. Cuando por fin su torso quedó desnudo, no pude evitar acariciarlo mientras el besaba mi cuello después de haberse deshecho del vestido. Me recostó suavemente en la cama y con besos recorrió todo mi cuerpo haciéndome gemir de placer. Al terminar quitó su pantalón, dejándolo por el suelo de aquella habitación. Poco a poco, fuimos deshaciéndonos de la ropa interior y entre besos y caricias tiernas, Andrew fue entrando en mí lentamente. Ésta vez todo era diferente, me di cuenta de que no estábamos echando un simple polvo, sino que él me estaba haciendo el amor, aunque nunca dejamos de un lado aquel deseo insaciable que sentimos el uno por el otro.

[....]

- Linda. -dijo para llamar mi atención-

- Uhmm. -respondí casi dormida. Es inevitable no sentir sueño en un lugar cómodo, oscuro y relajado, nada más que con la compañía de Andrew y la luz de las velas-

- Sólo quiero que sepas una cosa. -dijo acariciando mi cabello suavemente-

-¿Cuál? -pregunté mirándolo recostada encima de su pecho-

- No quiero que pienses que estoy contigo sólo por sexo. -respondió con atención-

- Pero... Todo es confuso. -dije recostándome en la cama, mirando hacia la oscuridad de la habitación-

- Noah, mírame. -dijo girándose y poniéndose sobre mí con cuidado de no hacerme daño- tampoco quiero que pienses que si vives conmigo serás mi esclava, todo lo contrario, serás tratada como reina. Pero tampoco voy a permitir que salgas a la calle con unos shorts y una camisa por encima del ombligo. -advirtió negando con la cabeza- es a eso a lo que me refiero cuando digo que te vestirás a mi manera. Así pasa con las demás cosas que te dije, todo lo ves con el mal sentido.

- Si acepto tu propuesta, ¿tendré que dejar el trabajo?

- No es necesario que lo dejes, si te sientes cómoda puedes seguir yendo a la cafetería. -respondió mientras me abrazaba recostado en mi pecho-

-Si vivimos juntos, se enterarán de que entre tú y yo hay algo. -dije mientras acariciaba su cabello rubio-

- Se enteren o no a mi no me importa, ya eres mayor de edad y no pueden separarte de mí. -respondió mientras volvía a acomodarse en la cama-

Me recosté en su pecho y me puse a pensar de todo un poco. Sí me voy a vivir con Andrew no me faltara nada y viviré con menos estrés, también podré seguir trabajando para despejar la mente un rato, después de todo no sería una mala idea irme a vivir con él. De tanto pensar, me quedé dormida.

[...]

Por fin, después de un viernes de trabajo, el sábado había llegado. Me la pase todo el día durmiendo, no tenía ánimos para nada más. Mi teléfono empezó a sonar, fue lo que me hizo abrir los ojos.

- Sí. -contesté con voz de dormida, ni siquiera vi quién era-

- ¿Lista para esta noche? -preguntaron con emoción del otro lado-