- Señorita Evans, ¿Necesita algo? –preguntó Andrew un poco nervioso.
- No sabía que estaba ocupado, director Collins. Lo siento. –respondí mientras Alice volteaba a verme.
- Tranquila, nena. Puedes hablar con el director sin problema. –aseguró Alice amable.
- No. –contesté seria.
Salí de la oficina lo más rápido que pude y, aunque todavía quedaban 10 minutos de descanso, me dirigí a mi salón de clase. Me senté en el pupitre mientras esperaba que el descanso terminara y llegaran los demás.
Ya era última hora de clases, las horas pasaban lentamente y tenía ganas de irme a casa. Quería fumarme un cigarrillo para poder quitarme un poco el estrés.
No dejaba de pensar en Andrew y esa mujer, ¿Qué hacía su esposa aquí? No voy a mentir, en mi interior reinaban los celos.
Cuando sonó el timbre, salí lo más rápido que pude de la preparatoria, no tenía ganas de hablar con nadie. Al llegar a casa encendí un cigarrillo, no me interesaba fumar dentro de ella, de todas formas la única que está durmiendo aquí soy yo. No tenía hambre, así que fui directamente a ducharme y a cambiarme la ropa. Justo cuando estaba terminando de vestirme sonó mi teléfono, era Josh.
- ¿Qué? –pregunté seria.
- So... –bromeó.
- No estoy para bromas, Josh. –suspiré con pesadez.
- Ok, ok. ¿Hoy verás clases particulares?
- No, hoy no quiero. –respondí con un poco de molestia.
- ¡Pero si vas excelente, Noah! Hoy dejaste boquiabierto al profesor Jones. -exclamó alterado.
- Si, pero lo que dije lo aprendí por mis propios medios. No me lo enseñaste tú. –espeté con ironía.
- ¿Por qué eres así, Noah? Si supieras todo el esfuerzo y empeño que pongo para enseñarte aunque sea un párrafo, no me hubieras respondido así.
- Lo siento, pero esto es lo que soy. Hasta mañana, Josh. –colgué la llamada.
Sé que no estuvo bien la manera en la que le respondí a Josh, pero es la verdad, él no me enseñó nada de lo que le dije al profesor Jones. Además no tenía ganas de hablar con nadie, solamente quiero dormir para no pensar.
Estaba quedándome dormida cuando a lo lejos escucho que estaban tocando la puerta principal. Me levanté y fui a abrir, era Andrew.
- ¿Qué quieres? –pregunté de mala gana.
- ¿Puedo pasar? –preguntó tímido.
- ¿Para qué? –pregunté nuevamente de mala gana.
- Noah, déjame entrar y hablamos ¿sí?
- Sé que si entras, vamos a terminar teniendo sexo, así que no.
- ¿Crees que por estar aquí afuera no puedo provocarte igual? –me retó acercándose un poco a mí y tomándome de la cintura.
- No, Andrew. –traté de alejarlo.
- Sshhtt, Tranquila. Sólo déjame pasar.
- Está bien. –accedí abriendo un poco más la puerta para que pudiera entrar.
- Gracias, linda. –se sentó en el sillón y yo me senté un poco lejos de él- Noah, sé que estas así por Alice, sé que tienes millones de conclusiones en tu cabeza, pero déjame decirte que solamente fue a mi oficina a decirme que se iba a vivir con su madre mientras sale el divorcio. –comentó con una pequeña sonrisa.
¿Así que Andrew empezará a vivir solo?
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Deseo Insaciable © (EDITANDO)
RomancePor culpa de problemas familiares, Noah Evans va mal en su último año de estudios. En una visita a la oficina del director, toda su vida empieza a cambiar lentamente cuando descubre que él tiene deseos eróticos hacia ella. ¿Sentirá Noah lo mismo? ¿S...