Andrew me sorprendió demasiado. La verdad tenía mucho que agradecerle, prácticamente me había quitado un peso de encima. Gracias a él tenía provisiones para 2 meses.
Termino de traer las bolsas, las cuales eran muchas, y nos pusimos a acomodar cada cosa en su lugar. Al terminar de acomodar nos sentamos en el sillón.
- Muchas gracias. -dije con una pequeña sonrisa-
- No tienes nada que agradecer, linda. -dijo acercándose a mí y abrazándome-
- Andrew, ¿todavía no ha nacido tu hijo? -pregunte curiosa-
- No, pero el doctor dio fecha para esta semana. -respondió apartando mi cabello para luego besar mi cuello-
- Que bien.
- Y tú, ¿Ya sabes que harás después de la preparatoria? -pregunto mirándome a los ojos-
- Si. Dedicarme a vivir mi vida tranquila. -respondí obvia-
- No, Noah. Tienes que ir a la universidad. -dijo un poco
- ¿A la universidad para qué? -pregunte con voz de fastidio-
- Para que ejerzas alguna profesión, Noah. -dijo con voz seria- para que seas doctora, profesora, contadora, periodista... Hay muchas cosas que estoy seguro, te van a gustar.
- No sé, Andrew. No quiero estudiar más. ¡Me fastidia! -dije un poco alterada-
- Baja la voz. No estamos hablando con los vecinos. -dijo haciéndome seña de que guardara silencio-
- No empieces a agobiarme. -respondí seria, levantándome para ir a fumarme el cigarro que había apagado antes-
No necesito que nadie me diga lo que tengo que hacer después de que termine la preparatoria. Hare lo que quiera hacer y ya. Me sentía un poco molesta y aparte estaba estresada por los 8 exámenes de mañana. No sabía lo que tenía que hacer, no había aprendido nada. No quiero volver a pasar un año más en ese lugar, no quiero verle la cara al profesor Jones nunca más. Quiero vivir la vida a mi manera, salir de fiesta y volver a casa a la hora que me dé la gana.
Estaba fumándome mi cigarrillo tranquila cuando veo que Andrew se sienta a mi lado.
- Lo siento. -dijo casi en susurro- Yo no soy nadie para decirte lo que debes hacer o lo que no. Solo quiero que seas una mujer exitosa. Lo tienes todo para serlo, Noah. Eres hermosa, inteligente, astuta... Puedes obtener todo lo que quieras si te lo propones. -dijo mientras volteaba a mirarme-
- Exactamente Andrew, No eres nadie para decirme que hacer. -dije en tono serio-
- ¿Qué pasa, Noah? te noto extraña. -pregunto extrañado-
- Nada, Andrew. Solo estoy un poco estresada, nada más. -dije pasando mis manos por la cara-
- Ven, vamos a quitarnos el estrés. -dijo levantándose y extendiéndome su mano para que me levantara, yo tire la colilla del cigarro y tome su mano para levantarme-
Andrew me dirigió al sillón y empezó a besarme mientras me acostaba con delicadeza en el, me beso por el cuello, lo que provoco un gemido de mi parte. Empezó a acariciar todo mi cuerpo lo que ocasiono que una pequeña imagen del sueño que tuve con Josh se viniera a mi cabeza. Sentí que era él, el que me acariciaba y besaba de aquella manera. Pero no iba a dejar que aquellas imágenes en mi cabeza arruinaran aquel momento. O al menos eso creía yo. Justo cuando Andrew estaba a punto de quitarme la camisa, Josh vino a mi mente provocando que lo empujara.
- ¿Qué pasa? -pregunto Andrew confuso-
- No puedo. -respondí acomodando mi cabello el cual estaba un poco desacomodado-
- ¿hice algo que no te gusto? -pregunto preocupado-
- No es eso, Andrew. Es que... no sé. -respondí agachando la cabeza-
Definitivamente, Josh no me iba a dejar tranquila.
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Deseo Insaciable © (EDITANDO)
RomancePor culpa de problemas familiares, Noah Evans va mal en su último año de estudios. En una visita a la oficina del director, toda su vida empieza a cambiar lentamente cuando descubre que él tiene deseos eróticos hacia ella. ¿Sentirá Noah lo mismo? ¿S...