La Hermana de Goku

Capítulo 22

Goku volaba sin detenerse a pensar en lo que estaba a punto de hacer, en su mente imagino miles de forma de matar al maldito de Frezzer, su corazón se encogió de dolor al recordar como trato a la peli-negra, sus gritos desgarradores que escucho desde lejos, de pronto sintió el ki de Vegeta detrás de él, se tele transporto enfrente de este, Vegeta se detuvo abruptamente cuando Goku apareció frente a él.

Goku: – Vale más que te vayas Vegeta porque no me detendrás –

Vegeta guardo silencio ante la mirada inexpresiva de Goku, aquella mirada que muy pocas veces tenia, negó lentamente con la cabeza sin apartar su mirada, sonrió de medio lado como acostumbraba.

Vegeta: – No vengo a detenerte Kakarotto, no sé qué te digo el insecto de Kamisama pero si la razón del porque vas tan deprisa es Gokusa, yo te ayudare –

Goku sonrió sinceramente, está feliz de saber que en esto no se encontraba solo, que podría salvar a su hermana, aquella con quien sintió desde el instante que la vio un lazo que los unía solo que nunca supo porque, hasta ahora que Kamisama le había contado aquella verdad que Gokusa había ocultado por miedo al rechazo, ahora sabia la verdad, no sabía su pasado ni como fueron separados pero sabía que ella era su hermana y que no importaba cuantos errores había cometido, ella era su hermana y la iba proteger hasta con su vida si fuera posible. Dio media vuelta volviendo a volar rápidamente.

Vegeta no sabía de qué se había enterado Kakarroto, sin embargo si él iba en busca de Gokusa, el sin dudarlo lo ayudaría, esa simple pelinegra que había llegado como una completa extraña y hasta la fecha lo seguía siendo, había logrado algo que ni bulma con más tiempo a su lado lo había hecho, entro en su corazón sin su permiso, lo hiso experimentar aquello que los humanos llamaban celos, el dolor de no estar a su lado y la misma decepción por mentiras, a pesar de todo eso el seguía ahí, a pesar de su rechazo no estaba dispuesto a dejarla ir, ella estaba pisoteando su orgullo de hombre y eso no le importaba, solo quería estar a su lado, protegerla con sus brazos, ser el responsable de su sonrisa, el orgullo de ambos había evitado estar juntos, ella había mentido desde un principio pero eso a él no le importaba, ya no.

Ambos saiyajines volaron con una solo dirección, en busca de la misma persona que significa mucho para cada uno, una chica que a simple vista era nada pero que para ellos era todo.

Broly:– Señor Frezzer ...–

Frezzer: – Lose Broly, yo también los puedo sentir –

Frezzer se mostraba calmado, aunque por dentro su interior era una tormenta arremolinada, la confusión está presente, como es que se había enterado de la verdad, no tardó mucho en reaccionar.

Frezzer: – Broly prepara a los soldados –

Broly: – Si señor –

Broly está a punto de salir corriendo de la habitación para cumplir la orden de su superior, avanzo solo unos pasos cuando Frezzer lo detuvo otra vez.

Frezzer: – Y tu Broly, tú te encargaras de Sakura, sabemos que su objetivo es ella, debes evitar que se la lleven –

Este solo asintió, se marchó dejando a un Frezzer pensativo.

Reunió a todos los soldados y se dirigió a donde se encontraba Sakura, la vio, su rostro pálido, su cuerpo tenia múltiples heridas no curadas, los cables que introducían el veneno a sus venas seguían haciendo su trabajo, la máquina que registraba sus latidos mostraba que estos estaban lentos. Broly sintió cada vez más cerca la presencia de los saiyajines.

La peli-negra se encontraba en una profunda inconsciencia, era como un doloroso sueño, su mente solo repetía la escena en que ellos, Kakarotto, su hermano y Vegeta, el hombre que amaba, se habían enterado que trabajo para Frezzer, pero esa no era toda la verdad y su error fue callar, en su oscura inconsciencia sintió levemente sus presencia pero ante el dolor de su cuerpo causado por el veneno que corría por sus venas su mente creyó que solo eran imaginaciones, algo que ella quería que fuera real. El dolor en su cuerpo no cesaba y solo quería el perdón de ellos para, según ella, podría morir en paz.