El enfermero

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─ ¡Ginny espérame! ─la llamó Lia, pero la pelirroja no se detuvo. Lia alzó las cejas sorprendida. Gritó más fuerte ─ ¡GINNY! ─nada.

Se apoyó la escoba en el hombro y corrió colina abajo, alcanzando a su amiga.

─Te estaba llamando ─le dijo colocándose a su lado.

─No te he oído ─respondió sin mirarla.

Lia rió ─Pues medio Hogwarts sí.

─Pues yo no ─respondió secamente la pequeña de los Weasley.

La joven estaba extrañada, últimamente su amiga estaba muy rara con ella ─ ¿Te ocurre algo?

─No

─Oye Ginny, si te pasa algo puedes contármelo.

─ ¡No me pasa nada! ¡¿Vale?! ─contestó ofuscada. Lia paró en seco, viendo como la chica se iba hacía el campo de Quidditch. Ginny jamás le había hablado así. ¿Qué demonios le ocurría?


─Bien chicos. Este fin de semana es el primer partido, jugaremos contra Ravenclaw como ya sabéis. Quiero que deis lo mejor de vosotros ─dijo Angelina ─Hoy haremos un partido de entrenamiento. Todos contra todos. ¡Vamos allá!

Lia se subió a su escoba muy motivada. Entrenar la ayudaría a sacar toda la tensión que llevaba dentro.

Cuando todos estuvieron en sus posiciones, Angelina abrió el partido saliendo velozmente con la Quaffle. Lia voló rápidamente hacia ella por detrás, dio un golpe seco a la bola y esta salió despedida del brazo de la capitana. La joven voló ágilmente en picado, logrando atrapar la Quaffle. Una vez asegurada, cogió más velocidad, sorteando las Bludgers que le enviaban los gemelos. A unos siete metros de los aros donde se encontraba Ron, disparó.

─ ¡Buena jugada Blake! ─la felicitó Angelina después de marcar.

Siguieron con el entrenamiento. Las Bludgers volaban como locas, Harry estaba muy concentrado buscando la Snitch y las cazadoras se enzarzaban unas con otras por conseguir hacerse con la Quaffle.

Lia ya había marcado cinco veces, Angelina tres y Ginny también cinco. Lia volaba muy deprisa, acercándose cada vez más a los aros. Estaba en un mal ángulo así que esquivando a Angelina se colocó justo enfrente de Ron. Pero de repente, un golpe seco la hizo trastabillar, produciendo que perdiera el equilibrio. Tuvo que soltar la bola y agarrar con las dos manos al mango de su escoba para no caerse. Ese golpe había dolido.

─ ¡¿De qué vas?! ─le gritó a Ginny. Ésta había logrado atrapar la pelota y marcar.

─Este es un deporte de contacto. No te quejes ─respondió mientras descendía.

─Has hecho falta Ginny ─dijo la capitana acercándose a Lia para ver si estaba bien.

─ ¡Venga ya, si no le he dado tan fuerte!

Ron miró a su hermana sin comprender, luego a Lia y a Harry preguntando con la mirada. El moreno se encogió de hombros dando a entender que no tenía ni idea.

Lia descendió poco a poco, agarrándose el brazo. La muy cabrona le había hecho mucho daño. ¿Qué mierda le pasa a Ginny?

─Blake, puedes irte ya ─le dijo Angelina ─Deberías pasar por la enfermería ─aconsejó.

─Solo ha sido el golpe ─la tranquilizó Lia.

Al llegar a los vestuarios se encontró con Draco Malfoy apoyado en la pared con aspecto aburrido. Seguramente estaría allí para cumplir su castigo, pero el entrenamiento aún no había acabado y entre que se duchaban y vestían pasaría un buen rato.

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