Mi mejor amiga.//NamGi//

07

Yoonji había sido suspendida de clases el resto de la semana. Esos días fueron los más horribles para Moonie, pues sin su compañía, fue víctima de burlas, bromas pesadas, empujones, y amenazas de Gyem y su grupito.

El lunes al llegar, agradeció a todos los cielos cuando vio a la pálida en su asiento de siempre. Llego casi corriendo y soltó la mochila dejándola a un lado. Tenía tantas preguntas y principalmente; tantas emociones que demostrarle.

— ¡Unnie! — Moonie tomo su mano —. ¿Como estas?

— Bien, Mon. No es la primera vez — Yoonji empezó a jugar con los dedos de Moonie —. Lo que me preocupaba era como te la pasaste tu — frunció el ceño.

— Horrible. Pero eso ya no importa, Unnie. Estas aquí — le sonrió la morena y apretó su mano —. ¿Hoy nós regresamos juntas?

— Claro que si, Moonie. — la pálida levanto la mano para acariciar la mejilla de la morena, haciéndola cerrar los ojos por el tacto.

Entiendo porque parecemos más que amigas...

— Me gusta cuando me acaricias, Unnie — susurró la morena con los ojos aún cerrados —. Tienes las manos muy suaves, Yoonji-Unnie...

Apuesto a que le gustaría que acariciara en otros lugares...

Yoonji sacudió su cabeza y quito su mano rápidamente. Odiaba esa parte suya, esa parte sucia y mal pensada que veía todo en doble sentido. Era estúpido como había llegado a tal punto, de mal pensar algo acerca de Moonie.

— ¿Pasa algo, Unnie? — Moonie hizo un puchero cuando sintió la mano de la pálida lejos de ella.

— Nada. Solo pensé algo muy estúpido — Yoonji dejo de fruncir el ceño y miro hacia la entrada para ver al profesor entrar —. Ya Moonie, hablamos en el receso.

El profesor la miró de reojo, frunciendo el ceño al ver a su mejor estudiante con su peor estudiante. Era de imaginarse para él, que aquello terminaría muy mal para la Srta Kim.

❤

Para cuando fueron de regreso, Moonie insistió en que fueran de las manos, pues según ella, se sentía más segura al sentirla cerca de manera física. Yoonji no discutió, y después de rodar los ojos dramamaticamente, acepto sin protestar.

A Yoonji aveces le hacia gracia pero le daba ternura, como era que una chica tan alta e imponente como Moonie, podía ser tan tierna e inocente. Era tan ilógico como funcionaban algunas cosas en el mundo, así tan raro como funcionaba su amistad.

Moonie seguía hablando de los programas fantásticos que había visto en la Vapp, diciendo todas sus partes favoritas, expresando como había gritado de emoción al ver momentos de sus shipps favoritos, riéndose de escenas que a ella le divertían, y contagiado a Yoonji con su estupendo buen humor. La pálida no entendía porque razón seguía escuchando las idioteces que decía la morena, si después de todo las cosas de ídols, no eran de su importancia.

Aun así, ella prefirió no decir nada al respecto y dejarse contagiar por el grandioso buen humor que estaba teniendo su amiga.

¿Como era que había casi arruinado su amistad en el pasado?

Moonie la hacia bastante feliz, y de solo imaginarse un receso o una clase entera sin Kim Moonie, la hacia sentir vacía y deprimente. Ella se alegraba de haber conseguido una amiga con tan buen corazón, aunque posiblemente, jamás lo admitiría.

Al llegar a la casa de Moonie, su madre se asomó desde la puerta para saludar —de manera muy eufórica para el punto de vista de Yoonji— a la nueva amiga de su pequeña. La Sra Kim se sentía eternamente agradecida de que su pequeña tuviera una amiga que cuidara de ella, y aunque sabía de los posibles chismes que esa pequeña se cargaba, ella la aceptaba por el simple hecho de hacer feliz a su bellísima Moonie.