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— Se que tal vez te sientas incomoda de venir a mi casa de nuevo — murmuró Yoonji entre suspiros por caminar y hablar al mismo tiempo —. Pero te juro que ahora es diferente. Mi hermano ni es como mi madre.

Yoonji insistía en invitar a Moonie a su casa —con todo y Seokjin pegado a ella— pero la morena parecía bastante incomoda con volver a pisar la casa en la que anteriormente se derrumbó todo hace meses. Ella realmente no se sentía segura ahí.

— No hace falta que vaya, podemos ir a mi casa.

— ¡Lo sé! Pero quiero enseñarte la decoración que hicimos mi hermano y yo — Yoonji parecía bastante alegre. Inclusive hasta para Seokjin.

— Podemos ir un rato — el chico le sonrió tranquilizandola —. 1 hora y 2 no te harán daño. Además, ¿quieres dejar a Yoonji con la cara de estúpida todo el día? Yo no quiero ver su sonrisa rara por más tiempo.

— Eres un imbécil — murmuró la pálida.

Moonie ignoró la pequeña riña que se había hecho entre sus 2 amigos, mientras pensaba en más opciones para safarse. La casa nunca había tenido nada de malo, lo malo era la vieja presencia de la madre de la pálida, y el miedo que esta le provocaba. Su relación y parte de su vida, se había desecho gracias a ir a esa casa algún día, y toparse con la mujer y sus mentiras. Aunque le costaba admitirlo, le encantaría viajar en el tiempo y decirle a su yo más joven, que no fuera a esa casa ese día.

Tal vez todo fuera diferente.

— ¿Y entonces? — Seokjin estaba acariciando su cabello de manera suave. Yoonji parecía haber mejorado con sus celos, pues en otras circunstancias, ella ya hubiera explotado de sobre manera al ver eso. En cambio al verla en esos momentos, no parecía ni darse cuenta de aquel acto de cariño.

— Esta bien...

Yoonji la abrazo inmediatamente, algo que hizo voltear y alejarse unos 2 pasos a Seokjin, quien intento no hacer ningún sonido de molestia. Moonie en cambio, se sonrojo un poco y le devolvió el abrazo. No mentía en que extrañaba el contacto físico de la chica, pero después de componer su amistad, casi no había de aquello entre ellas 2, más que cuando tenían que ayudar a Yoonji a que controlará su carácter.

— Gracias, Mon. Agradezco de corazón que le des otra oportunidad a mi hogar — susurró en su oído, algo que la hizo estremecerse.

Seokjin se aclaro la garganta, intentando no ponerse incomodo a él y a ellas de paso. No interferia en nada que entre ellas surgiera, pero tampoco quería estar como estúpido ahí parado nada más viendo. Esperaba un poco de más respeto en su presencia.

— Ojala te ahogues con tu saliva — murmuró la pálida al oír como interrumpía su abrazo con la morena.

— Eh, gracias — este le sonrió apenas.

Moonie en cambio, intentaba controlar los nervios y el revoltijo en su estómago, tratando de no demostrar lo realmente afectada que estaba por el abrazo.

Después de todo, ella seguía queriendo a Yoonji.

💖

Una de las cosas que le asustaba a Moonie de ir nuevamente a la casa de la pálida, es que conocería al famoso hermano mayor de Yoonji, a quien presumía demasiado, y hablaba demasiado bien de él. A según de la pálida, podía ser el perfecto ejemplo a seguir para cualquier persona, y eso la ponía nerviosa a cerca de que pensaría él de ella.

Cuando entraron a la casa, Yoonji los llevo rápidamente a la sala de estar, mientras ella iba por su hermano mayor y a refrescarse. La casa por dentro era distinta, ya no lucia demasiado estricta, y era bastante colorida y alegre. Le parecía gracioso como todo había cambiado a tal punto, que inclusive Yoonji ya no parecía la chica agresiva, depresiva y compulsiva que había conocido. Parecía una chica alegre, algo grosera y borde, pero más tranquila y paciente.

Mi mejor amiga.//NamGi//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora