Mi mejor amiga.//NamGi//

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Cortito pero bonito 💜
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Jihoon había tenido una adolescencía difícil.

Entre batallar con una madre sobreprotectora y demasiado religiosa, un padre demasiado irresponsable, alcohólico y desinteresado en la vida cotidiana de él y de su pequeña hija, y con poca atención y ayuda de profesores o amigos.

Lo único que salvaba su día a día de cualquier idea loca o suicida, eran esos 2 grandes ojos negros y gatunos que la miraban todos los días con luz y amor.

Yoonji era como un pequeño ángel, que había llegado años atrás para salvar su existencia y darle motivos de vida. Ella había llegado como un salvavidas y agua en medio de un naufragio, como una luz en medio de la más profunda cueva, como la manta tibia que necesitas en una noche fría de invierno. Yoonji había llegado para ser lo que más amaba en su vida, y para poner orden en ella.

Desgraciadamente, su madre pensando en él como una mala influencia para la pequeña, lo había mandado lejos, a su suerte, esperando que jamás regresara para por fin poner orden y sus dementes ideas en una cabeza tan virgen como era la de la pequeña. Por algún milagro, la pequeña pálida no se había dejado influenciar por ella, pero si por las desgracias que la rodeaban, haciéndola una copia viviente de que Jihoon era en su juventud.

Él al haberse alejado, había tenido que lidiar con su carácter, que era desde nacimiento, su mayor enemigo.

La rabia lo consumía todos los días, y las locas ideas que pasaban por su cabeza también. Pero había sido gracias a su compañero de celda, es que había podido controlarse por completo.

Jimin había sido su mejor amigo desde que había entrado en la escuela militarizada. Él había caído ahí, por culpa de su padre, que al ver a su primogénito siendo homosexual, se había negado profundamente a aceptarlo y como castigo y redención, lo había mandado a la escuela militarizada, para ver si así podía tomar más hombría.

Jihoon y Jimin habían sido como uña y mugre, siendo amigos casi inseparables y avanzando en sus problemas juntos. Jimin le había enseñado paciencia, Jihoon le había enseñado amor propio. Jimin le enseñaba a ser calmado, Jihoon le enseñaba a ser seguro de si mismo. Fueron 3 años estrictos donde ellos pudieron sacar un buen título, graduarse con honores, y alejándose de las malas influencias que eran sus familias. Y aunque Jihoon extrañaba con toda su alma a Yoonji, sabia que todavía no era momento de volver por ella. Por mientras, era Jimin quien ponía sus pies en la tierra, quien siempre sacaba una sonrisa en su rostro, quien ponía paz en su corazón, y al mismo tiempo lo hacia latir de manera desenfrenada...

Jihoon jamás se preguntó si él sentía algo por Jimin.

No hasta que lo perdió.

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Ver llorar a su hermana era una de las cosas más extrañas y a la vez desgarradoras que podía experimentar Jihoon.

La pálida había venido a un paso veloz, casi corriendo, con lágrimas gruesas resbalando por sus mejillas blancas y con los ojos hinchados y rojos, inyectados de sangre. Apenas había pasado a su lado, él no dudo ni 2 veces en tomarla del brazo y acunarla en su pecho, tratando de calmarla de alguna manera, de cualquier cosa que la haya puesto así.

— Ushhh... — Jihoon acaricio su cabeza —. Estas conmigo, no te pasara nada... — susurró en su cabello, haciendo que la pálida llorara aun más contra su pecho.

— Jihoon... — sollozo.

— Calma...

— Dije cosas horribles... ¡Ella me odia!

— Aveces nós equivocamos, es normal. —Jihoon sabia lo que era el arrepentimiento —. Lo importante es darte cuenta a tiempo, y componer todo antes de que sea muy tarde.

— No entiendes — la chica despego su rostro del pecho de su hermano, mirándole fijamente y tratando de no hipear —. Dije cosas que no tienen arreglo... Ella no volverá a hablarme... Ni a mirarme...

— Todo tiene arreglo menos la muerte.

— No es cierto...

— Lo tiene. Siempre y cuando estés a tiempo y la vida no te la quite, puedes recuperarla de nuevo — besó su frente de manera dulce y tierna, mientras acariciaba sus suaves mechones lacios y cortos, tratando de evitar que estos se pegaran en su rostro por culpa de sus lágrimas.

— ¿Enserio crees que puedo recuperar algo que yo misma aleje con todas mis fuerzas? — Yoonji sabia que seria difícil, pero ella quería escuchar un si, quería escuchar que tenía esperanza.

— Claro que si, pequeña. Y si tu no tienes fe en tí misma, yo la tendré por tí.

Jimin estuviera lleno de orgullo por Jihoon si lo estuviera escuchando en ese justo instante, siendo el mentor de calma en vez del discípulo, viendo que él también podría enseñar el don de la calma y la esperanza en un corazón lleno de furia y desesperación. Jimin posiblemente estuviera alentandole mejor y de gran manera, enseñándole a ambos a salir de las peores sircunstancias.

Pero bien había dicho Jihoon.

Todo es posible de recuperar, a menos que ya este muerto.

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Holi 💜

Gracias por seguir leyendo 🌸

Perdón por tan corto, pero quería poner un poquito de la vida de Jihoon en la historia, antes de empezar a terminar con ella 💚

Y lo siento por casi no contestar en el grupooo xd

Los amo 💜🌸