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Como era de esperar, el director se puso muy a la defensiva cuando supo del regreso de la pálida, hasta el punto de hacer todo lo posible por negarle la entrada a el instituto.

Desgraciadamente, la escuela no encontró los motivos suficientes para contrarrestar el temprano acontecimiento con los hermanos Min y la señora madre de estos. La situación era delicada, y negarle el acceso después del posible trauma de lo sucedido, podía traer mala reputación al lugar.

El director se sentía incomodo con la presencia de la chica mal humorada, y de su antiguo alumno que, al igual que la pálida, también había sido un dolor de cabeza para este.

—Tan parecidos... — pensó el hombre.

— S-señorita Min... — carraspeo —. Entiendo que su situación fue muy delicada para usted, y que por ello, en estos momentos este algo sensible... — el hombre hizo una pausa—. Pero tiene que entender que su reputación la persigue, y cualquier altercado que llegue a tener, será una expulsión automática.

Yoonji bufó.

— Lo entendemos — Jihoon miro a su hermana por determinados segundos —. Prometo que ella no causará problemas, ¿verdad, Yoonji?

— Aja...

El director bufó, sintiendo un poco más nervioso de lo que ya estaba. Aunque el mayor de los Min, mostrará seriedad y empatía, aun seguía desconfiando de lo que alguna vez fue un joven rebelde, y la compañía —y copia perfecta— de su hermana, no le daba ni una buena pizca para sentirse seguro. Sinceramente, el hombre quería solamente una escusa para expulsarla.

— Esta bien — el hombre asintió —. Pueden retirarse. Yoonji, puedes ir a clase.

La chica no dudo ni un segundo en obedecer, pues las dudas, los celos, las ideas, los nervios, los latidos desenfrenados de su corazón, la hacían moverse automáticamente. Su hermano, solo la siguió hasta fuera de la dirección.

— Promete portarte bien — dijo suavemente, tocando su cabello con suavidad.

— Prometo esforzarme.

Jihoon rodó los ojos, ocultando una sonrisa mientras daba pequeños golpecitos en la cabeza de su hermana menor.

— Me voy. Te recogeré en la tarde. Estaré en casa acomodando el equipaje.

— ¿Que harás con nuestro padre?

— Hablare con él. Prometo que no tendremos problemas con él.

— Esta bien — ella sonrió débilmente y se acercó para abrazarlo —. No pelees con él.

— No lo haré — prometió.

Ambos chicos se separaron, y después de unas cuantas palabras más y pequeñas sonrisas compartidas, ambos caminaron en sentidos contrarios por el largo pasillo solitario.

💙

Moonie no podía evitar soltar pequeños suspiros y sonrojarse muy ligeramente cada vez que sentía el aliento tibio y ligero de Seokjin en su cuello.

El chico estaba recargado en su hombro, durmiendo plácidamente mientras ella sentía varios escalofríos cada vez que el chico soltaba pequeños suspiros tibios por su boca. Ese día, había llegado extremadamente cansado, ya que el insomnio había hecho de las suyas la noche anterior.

Y por supuesto, al castaño no se le había ocurrido un mejor lugar para dormir, que en su hombro a lado suyo.

— ¿Desde cuando Seokjin-Oppa y Moonie son así de cercanos?

— No lo sé pero, ¡que rabia!

— Que envidia...

Moonie sintió un pequeño mareo al oír las conversaciones de sus compañeras. Ella jamás seria del agrado de ninguna de ellas, pero ahora estaba claro que la odiarían más que a nadie.

¡Maldito insomnio y maldito Seokjin que se tomaba esas libertades!

— ¿M-Moonie? — balbuceo el mencionado.

— ¿Hmm?

— ¿Que hora es? — pregunto el chico aun adormilado, frotándose los ojos pero sin alejarse.

— Han pasado 20 minutos, Seokjin-Oppa.

El chico rió.

— Que dulce.

— ¿Hmm? — ella giro levemente su rostro para verlo.

— Es dulce cuando me llamas Oppa.

Moonie sintió sus mejillas arder.

— ¿Por qué? Eres mayor que yo, debo decirte así... — dijo la morena, intentando quitarle importancia a lo dicho del chico.

— Lo sé — Seokjin la miró por más de 10 segundos en silencio, aun recostado en su hombro e incluso un poco más cerca.

Moonie tragó.

— Atención clase, tenemos a una nueva alumna — dijo el profesor, viendo su lista y palideciendo al momento — oh...

— ¿Oh? — pregunto Chanyeol con gracia.

— Esto... — La mirada del profesor fue directamente hacia Moonie, quien sintió un escalofrío al ver la mirada en blanco de su profesor. Un sonido seco empezó en sus oídos al tratar de descifrar la mirada de su profesor —. Emm — el maestro pareció recomponerse, casi al mismo tiempo que desviaba la mirada de su alumna y miraba hacia la puerta —. Puedes pasar...

La puerta chirrió un poco más fuerte de lo normal, al estar el salón en completo silencio y revelando una cabellera negra que hizo suspirar extremadamente exagerado a más de 1.

Hubo varios gritos ahogados, excamaciones de distintos alumnos, sonidos altos y algunos muy bajos, pero Moonie no pudo escuchar nada más al ver esos ojos oscuros y felinos mirándola directamente.

Ella la estaba mirando fijamente.

Yoonji había vuelto y la estaba mirando.

Todo estaba por cambiar.

Todo.

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Este capitulo iba a ser de 2100 palabras xD pero preferí dividirlo porque luego no tengo nada para publicar xD

El otro lo actualizaré mañana tal vez 💛
Muchas gracias por seguir leyendo.
Realmente las amo 💙

-K

Mi mejor amiga.//NamGi//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora