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Seokjin solía sentirse falsamente acompañado desde pequeño, por personas que solo lo rodeaban por su estado económico o por su enorme belleza.

Las chicas solían ser muy hipócritas, y los chicos demasiado egoístas y mentirosos.

Seokjin ya no tenía fe en encontrar a una persona valiosa, a una amistad real, a alguien que le enseñase lo que era realmente el amor verdadero sin segundas intenciones... Hasta que conoció a Moonie.

Ese día, después de habersela llevado lejos del salón y pedirle explicaciones por su decaído humor, entendió muchas cosas acerca de la chica que había sido su única verdadera amiga; tenía el corazón roto.

Moonie al igual que él, nunca había conocido alguna amistad real, y sufría contante bullying por su gran inteligencia y por su extrema timidez. Un día como cualquier otro, se topó con la mayor buscapleitos, solo para que tiempo después, terminaran siendo grandes amigas y de total confianza. O al menos, al punto de vista de Seokjin, fue Moonie la que más confío. Moonie le había narrado que a pesar de que se sentía cómoda con esa chica, había algo más entre ellas que no pudo distinguir en ese entonces, y que termino siendo sucio secreto entre ellas dos; un romance homosexual.

Seokjin se había sorprendido, eso no lo iba a negar. Pero al ver el rostro asustadizo y preocupado de la morena, esperando una respuesta negativa de parte de él, hizo a un lado todas sus dudas y sus preguntas que posiblemente incomodarian a la chica. En conclusión, por detalles de la madre de aquella chica, esta se mudo y no volvieron a tener contacto, pues a como Seokjin había entendido, muy posiblemente la chica ya habría olvidado a la tierna Moonie, mientras que esta seguía sufriendo con la triste idea.

Seokjin no sentía ningún rencor ni mucho menos hacia aquella desconocida, pero cuando supo por todo lo que tuvo que pasar Moonie en la escuela y consigo misma, por el repentino abandono de aquella persona, no pudo evitar sentir un tipo de furia quemando su pecho.

No fue su culpa, fue de la madre. — se repetía el mismo.

Aun sabiendo todo lo sucedido con ambas chicas, no dudo en reconciliar a Moonie, para hacerle entender que los verdaderos culpables habían sido aquellos ignorantes, aquellos idiotas que solo opinaban, aquellos que las habían alejado, y aquellos que habían orillado a la otra chica a dejarla. Aun así, ni él mismo se pudo convencer de la inocencia de la otra chica.

¿Y si sólo quería jugar con la tierna Moonie?

La idea lo asqueo.

Los siguientes días intento levantar el animo de la morena, tratando de hacerla olvidar los malos ratos, y disfrutando del buen presente. Tal vez así, ella olvidaría su dolor, y tal vez así, ella podría ver el futuro con mejores ojos.

O más bien, podría verlo a él, como un futuro mejor.

💜

Moonie se sentía día a día más segura a lado del chico de rostro de ángel. Todos los días la invitaba a sacar a Cute para correr, o para dar un simple paseo al parque y distraerla del dolor. Ella sabia que no olvidaría sus penas tan rápidamente, y ella no quería olvidar a Yoonji de ninguna manera, solo quería olvidar el dolor que sus recuerdos provocaban.

Aun así, sabia que tenerla en la memoria, seria lindo aunque el sentimiento posiblemente no fuese mutuo. Con cada día que pasaba, ella asimilaba un poco más, el hecho de que Yoonji la había olvidado, pero que no por ello, eso seria malo. Y aunque Moonie no quería olvidarla todavía, le gustaba dejar de pensar en todos sus problemas y dejarse llevar por la melódica voz de Seokjin, o reírse por los chistes bobos que este le contaba.

Mientras más pasaba el tiempo, Moonie notaba ciertos detalles que antes no veía. Como la risa peculiar del chico, el brillo natural de sus labios, las pestañas ligeramente más largas que las suyas, sus dedos largos y chuecos con los que luego jugaba al tomar su mano, el pequeño flequillo que alguna vez fue mal recortado, y los pequeños suspiros que soltaba al relajarse.

Moonie sabia que él era su amigo, pero aveces le preocupaba darse cuenta de aquellos detalles que antes no podía ver. ¿Eso que significaba? También sentía miedo, por las miradas fijas y largas que luego el chico le daba, o los pequeños masajes que hacia en sus manos, o lo cuidadoso que era para acomodar su cabello, o todo ese tipo de cosas que solo la hacían confundirse acerca de como la veía su nuevo amigo.

Aun así, no importaba que llegara a pasar con aquel chico, ella sabia que no aceptaría nada. Porque ella seguía en un mundo imaginario con la pálida, ella seguía soñando que volvía, ella seguía con el corazón en la mano, esperando por su regreso.

Aunque aveces, como en ese justo momento, cuando Seokjin dormía tan plácidamente junto a ella, recordaba las palabras de la señora Min;  Regresa a la escuela, limpia tu nombre y encuentra un buen hombre y una buena amistad.

Acaso... ¿No era justo lo que estaba haciendo?

Justo en ese momento, en el que su corazón dio un salto al notar aquello, Seokjin abrió los ojos, mirándola fijamente y con una gran intensidad, que la hizo sonrojar con tanta fuerza, que podía verla cualquiera.

Y ella estaba tan roja y tan deslumbrante, que la recién llegada Yoonji, pudo alcanzar a verla desde el otro lado del parque.

Una Yoonji que apretaba con fuerza su puño y apenas podía aguantar su rabia y celos.

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No se cuantas veces me he disculpado con uds, pero lo seguiré haciendo 💜
Lo siento u.u
Y gracias por seguir aquí 💚
Las amo 💜

Mi mejor amiga.//NamGi//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora