Cercanías Peligrosas (COMPLETA Y CORREGIDA)

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POV's Rebecca

Me encuentro junto mi padre, sentados en su oficina, ya que unos oficiales vinieron a informarnos del arresto de Jonathan. No podía entender cómo eso pudo suceder. Jonathan ha estado pegado a mí como chicle, ¿en qué momento le quedaba tiempo para hacer otra cosa? No tenía ni le quedaba.

Luego de una hora de explicaciones, muy pobres y algo dudosas, veo a los oficiales salir de la oficina, siendo seguidos por mi padre; yo me quedo de pie, cruzada de brazos, mirando por la ventana que da al jardín trasero. Todavía sigo en pijama, cubierta por mi bata.

- Hija, - me giro a ver mi padre, después de haberme quedado unos diez minutos sola, viendo que Zachary viene con él - Zach dice que necesita hablar con nosotros.

- ¿Qué sucede? - Me acerco a él, viendo que nos pide que nos sentemos.

- Jonathan está metido en serios problemas ahora mismo. - Miro a mi padre y él a mí, notándose la preocupación en nuestros rostros. - Fue destituido de su cargo y, en estos momentos, se encuentra dentro de una celda de máxima seguridad.

- ¿¡Qué!? - Zach me mira en silencio y asiente. - ¿Cómo es eso posible, Zach? Jonathan no tenía tiempo de hacer nada; si acaso podía bañarse y alistarse. Siempre vivía pegado a mí. - Él asiente.

- Lo sabemos, Becky. Nathan está investigando pero, por causa de unas fotos que le llegaron al director, pidieron abrir una investigación especial contra él, relevándolo de su puesto y misión. - Miró a mi padre y luego a mí. - No volveremos a verlo por un tiempo.

Dejo caer mi cabeza entre mis manos, sintiéndome decepcionada y asombrada. Justo el día que pensé que todo estaría bien, cuando pudimos besarnos sin complicaciones, viene y pasa esto. Siento que una leve pesadez se posiciona en mi pecho y la culpa comienza a hacer estragos en mi interior. Mi rostro debe delatarme, ya que mi padre es quien habla.

- Hija, no es tu culpa. Ya escuchaste a Zach, lo inculparon. - Asiento, negando al mismo tiempo.

- Entonces, ¿por qué me siento tan culpable? - Mi voz sale en un leve susurro incrédulo y dolido; siento una mano posarse en mis manos, haciendo que mire a Zachary.

- Jonathan es inteligente, Becky. Saldrá de esta, ya verás. Lo único que podemos hacer es esperar y seguir con nuestras vidas con total normalidad. - Asiento en silencio y me levanto de la silla, pensando en lo que debo hacer.

- Iré a darme un baño. Necesito ir a la empresa y hablar con Jeremy. - Mi padre y Zachary asienten.

Salgo de ahí, dirigiéndome a mi habitación; al llegar, saco la ropa que me pondré, metiéndome al baño para dejar que el agua caliente me relaje. No sé en qué momento me encuentro llorando bajo el agua, sintiendo un nudo en mi estómago. ¿Quién pudo hacer esto? ¿Por qué? ¿Justo cuando siento un poco de felicidad, alguien viene y me la arrebata? No es algo justo.

Unos diez minutos pasan cuando decido lavar mi cabello; al estar totalmente limpia, cierro el agua y salgo del baño, secándome, dispuesta a cambiarme.

Me coloco mi ropa interior y, luego, un pantalón negro de talle alto, una blusa azul oscura por dentro del pantalón, un saco a juego con el pantalón y mis tacones aguja de color negro. Al tener la ropa puesta, me peino un poco, aplicando algo de perfume y maquillaje pero muy sutil.

Al estar lista, bajo las escaleras, encontrándome a Zachary en la ventana de la entrada.

- Tú te encargarás de mis cuidados ahora, ¿verdad? - Él se gira con lentitud, asintiendo, acercándose a mí.

- Fueron órdenes estrictas. - Frunzo mi ceño, sintiendo la duda crecer en mi interior.

- ¿De quién? - Él levantó sus hombros, restándole importancia.