Exhausta

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POV's Rebecca

Tres días han pasado en los que nuestro progreso ha sido algo lento y casi muerto. El doctor vino hace dos días y medio, removiendo el tubo de oxígeno de la boca de Jonathan, diciendo que lo harían trabajar y reaccionar como fuera.

Jonathan logró mover uno de sus dedos cuando le estaba contando lo que sucedía a nuestro alrededor, diciéndole que Zach ha estado, casi, en cero. Las fotos que hallamos no tenían huellas de nadie, cabellos, saliva, ninguna clase de ADN que nos pudiera servir. Tanto Zach como Nathan están en desespero, a punto de un quiebre.

Mi padre ha estado haciéndome compañía cuando puede; Nathan lo llama muchas veces para pedirle ayuda con ciertas cosas así que, la mayoría del tiempo, estoy sola con mi esposo.

Cuando Jon dio aquel movimiento, salí corriendo de la habitación, buscando una enfermera; todos estábamos preocupados de que estuviera en un estado de coma o algo parecido. Mi emoción fue tanta que, casi, me abalanzo sobre él, si no es porque la enfermera me detiene.

Ahora mismo, me encuentro sentada al lado de la cama, mirando a la nada. Me siento culpable y algo extraña; como si algo fuese a suceder, pero no tengo idea de qué.

Escucho que mi celular comienza a sonar en mi cartera, así que lo saco con rapidez, mirando el identificador. Frunzo mi ceño, contestando sin vacilación.

- Hola, Zach. ¿Qué sucede? - Puedo escuchar murmullos al otro lado para, luego, lograr escuchar las sirenas resonar con fuerza.

- Están dentro del hospital, Rebecca. Van por él. - Siento que mi cuerpo se tensiona en gran manera, haciendo que observe a Jonathan.

- ¿Qué hago? - Un breve suspiro y una maldición al otro lado de la línea se escuchan.

- Estén a salvo mientras llegamos. Cierra la puerta con seguro y no hagan ruido alguno. - Asiento en silencio, sintiéndome aterrorizada. - No tengas miedo; todo estará bien.

Y cortó la llamada.

Observo a Jonathan sin despegar el celular de mi oreja, sintiéndome ansiosa y asustada. ¿Y si logran hacernos algo?

¿Si logran asesinarlo?

Solté el celular, acercándome a la puerta, cerrándola con seguro, haciendo lo mismo con las cortinas. Moví levemente una de ellas, observando el pasillo solitario, sintiéndome peor de horrorizada al ver unos hombres bajar de los ascensores, unos minutos después, y disparar, con silenciadores, a las enfermeras.

Me alejo de la ventana, acercándome a Jonathan.

- No sabes cuánto desearía que estuvieras despierto. - Beso su sien y hablo en un susurro tan bajo como mi respiración. - Nos estarías salvando el trasero.

Me acerco a mi cartera, sacando el arma que Zach me entregó, cargándola y quitándole el seguro, preparándome para lo que sea que suceda.

Acomodo mi cuerpo al lado de la cama de Jonathan, apuntando el arma hacia la puerta, intentando mantener mi respiración en un estado tranquilo, aunque no funcione. Mi corazón late con tanta fuerza que puedo escuchar sus latidos acelerados en mis oídos, haciéndome ver algo borroso.

Fijo mi vista en mis manos y noto que el arma está temblando levemente en ellas; hago una profunda respiración, cerrando mis ojos, manteniendo el control dentro de mí.

Abro mis ojos con ansiedad al escuchar que están abriendo las puertas cercanas a nosotros, sintiendo que mis músculos se tensionan de una manera extraña. Coloco mi dedo índice sobre el gatillo, sin ejercer fuerza alguna; no quiero andar disparando como estúpida y gastar balas.

Cercanías Peligrosas (COMPLETA Y CORREGIDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora