Cercanías Peligrosas (COMPLETA Y CORREGIDA)

¿Realidad?

POV's Jonathan

Me encuentro dentro de esta miserable cena, haciéndome pasar por uno de los peces gordos; mi fachada ha funcionado a la perfección, incluso con los ineptos de los Parker.

Me encuentro sentado en una de las sillas del bar, aburrido hasta no poder más.

Giro mi cabeza con lentitud al escuchar que le están dando la bienvenida a alguien más, dándome cuenta que es el otro hermano Parker, quien llega con su acompañante. Mi respiración se corta al verla.

Rebecca.

Mi mundo comienza a dar vueltas, emocionado de verla aquí pero, recuerdo con quién está, y esa felicidad desaparece igual de rápido. Veo que recibe ayuda con su abrigo y casi me caigo de la silla al ver su cuerpo, adornado con aquel vestido de color vino, viendo lo descubierto que es, no dejando demasiado a la imaginación.

Me agarro de la silla con fuerza, intentando no abalanzarme sobre ella, dañando mi fachada.

Me he vuelto loco en estos tres meses, casi cuatro, lejos de ella; me acostumbré a tenerla junto a mí, a estar a su lado sin descanso. Suspiro con fastidio, decidiendo observarla.

La admiro en silencio, viendo lo incómoda que se siente dentro de aquella tela. Ella se sienta y Dimitri la sigue; algo le dice a él, ya que este transforma su semblante en uno enojado; sonrío con malicia.

La cena empieza y transcurre con normalidad; al llegar al postre, ella pasa de largo, levantándose de su lugar, recibiendo más miradas de las que puedo soportar. Veo que se dirige al baño y decido hacer un pequeño movimiento, sólo por ahora. No será nada del otro mundo.

Voy acercándome al baño, cuando me detengo en seco al ver a Blaire, interfiriendo en mis planes; tenso mi mandíbula, dejando que ella entre al baño. Me acerco a la puerta, colocando un micrófono bastante pequeño que me permita escuchar lo que hablan; coloco el auricular en mi oído.

- ¿Qué tal tu vida, Rebecca? - Frunzo mi ceño, intentando resistir el impulso por destruirla.

- Mi vida está bien. ¿Qué tal la tuya? - La escucho hablar y sonrío, sabiendo que, a pesar de todo, ella es fuerte. No le gusta mostrarse débil ante nadie.

- Si por bien hablamos de estar increíbles, la verdad es que no. Alguien se ha estado metiendo en mi camino, quitándome algo que me pertenecía sólo a mí. - ¿De qué carajos está hablando?

- Vaya, lo siento. Seguro ya encontrarás la solución a eso. - Niego en silencio, comprendiendo a qué se refería Blaire, unos segundos después.

- Sí, ya la conseguí. Pronto, ese estorbo, desaparecerá de nuestro camino y todo volverá a mí, igual que antes.

Tenso mi mandíbula, tragándome el enojo y las ganas de darle una golpiza. Es mujer, Jonathan Blake, no lo olvides.

- Me alegra saber que así es. - Escucho unos pasos acercarse a la puerta y me ubico de espaldas a ella.

Al girarme para ver quién salió, me doy cuenta que Rebecca avanza hacia su mesa pero es detenida por James en el camino; él le pide algo, y aunque ella duda, al final acepta. Blaire sale enseguida, viendo aquella escena, bufando con frustración.

Ambos se unen, comenzando a moverse a un ritmo lento mientras la música suena, dejándome ver su mano en la espalda baja de Rebecca. Las ganas de ir y molerlo a golpes son tan fuertes, que me sostengo de la mesa para no hacer algo imprudente.

Veo que Rebecca frunce su ceño, mostrando el enojo que siente y mira a James con ganas de acabarlo; le dice algo, haciendo que la suelta a los pocos segundos, levantando sus manos, como si se estuviera rindiendo. Ella se aleja de él, acercándose a la mesa, tomando su vaso con agua, bebiéndolo con demasiada rapidez.