10.- Frank Simmons

703 22 0
                                    


Lo conocí poco antes de cumplir los 18 años, en ese entonces, yo vivía en casa de mi amiga Daniela, finalmente mi abuela había logrado sacarme de la casa de mi infancia, y mi padre no había hecho acto de presencia para impedirlo. Había quedado seleccionada para estudiar Medicina en una prestigiosa universidad; pero a falta de dinero tuve que posponer mis estudios y poner pausa a mi futuro...

Daniela, quien había quedado en la misma universidad, en Arquitectura, comenzó a estudiar, mientras yo me ocupaba de buscar un trabajo; nada fácil al no tener la mayoría de edad ni experiencia.

Finalmente conseguí en una piñatería, trabajaría doble turno por un sueldo mínimo y fue allí donde lo conocí: alto, cabello broncíneo, tez clara y ojos verdes como esmeraldas, trabajaba en la caja. Cada rato flirteábamos y a mi segunda semana de trabajo, el me sorprendió robándome un beso, era obvio que me había puesto el ojo desde el principio, así como yo se lo había puesto a él...

Le comente mi situación, mis problemas económicos y mi falta de hogar y debo admitir que me apresure en aceptar la propuesta de compartir un pequeño departamento, pero DIOSS...!! Ese hombre me encantaba...

Esa misma noche al volver del trabajo, recogí mis pertenencias de la casa de mi amiga, y nuevamente hice mis maletas... ella pensaba que me había apresurado al tomar una decisión, pero aun así la respeto, en el fondo sabía que ella tenía razón y más aún que si pudiera no me dejaría partir, pero aquella era mi vida, es por ello que no me exigió permanecer en su casa.

Lleve mis maletas al trabajo, cuando finalice el turno, me fui con Frank para conocer la que sería mi nueva habitación. La idea de compartir un departamento era básicamente compartir los gastos... él tenía unos 21 años y no carecía de dinero como yo, al contrario, incluso me sorprendió el hecho de que trabajase en una piñatería, y aun así, pase por alto esos pequeños detalles.

No logre recordar ni memorizar el camino, me había perdido al dar vuelta a la segunda cuadra, lo cierto fue que su perfil logro hipnotizarme la mayor parte del tiempo, y precisamente fue ese mi error...

El cerro con llave una vez que habíamos entrado, el departamento era amplio, de tres habitaciones y dos baños, una pequeña sala-comedor y un televisor, además estaba amueblado. Las ventanas eran medianas con bonitas persianas, y alcance ver un teléfono en la superficie de la mesa. Me condujo a la que sería mi habitación, coloco mi maleta en el suelo y saco un cigarrillo, observe la habitación mientras el encendía el cigarrillo y se alejaba dejándome sola.

Había una amplia cama, un closet, una peinadora y unas persianas cubriendo la ventana, pero una vez que las retire, me desilusiono ver un muro de ladrillos opacando mi vista.

Abrí el armario, me sorprendió verlo repleto de ropa femenina, desde vestidos cortos y ajustados de lentejuela, hasta prendas íntimas escabrosas y diminutas... cada conjunto iba acompañado de tacones altos, unos abiertos y otros brillantes y llamativos.

-¿Qué es todo esto?- me pregunte.

Quise buscar algunas respuestas, por lo cual salí de la habitación en busca de Frank y lo vi... en la sala inhalando droga de la superficie de la mesa, se me hizo raro verlo ya que nunca hubiese pensado que era el tipo de hombre que se drogaba... cuando alzo la vista y me vio, se puso de pie y no soltaba mi mirada de la suya, los botones de su camisa estaban fuera de su ojal, en ese momento sentí pánico y me devolví a la habitación, y cerré la puerta, colocando el seguro una vez que entre.

Estaba completamente aterrada, no sabía si abusaría de mí o si me iba a asesinar... en ese momento me arrepentí de no hacerle caso a Daniela, escuché la llave y en ese momento la perilla cedió abriendo la puerta.

Me aleje de él lo más que pude, sentí el corazón en la garganta, cerró la puerta con llave una vez que entro, me aleje hasta que sentí la pared en la espalda, y él se acercó a mí, tomo mi cabello y tiro de el hacia atrás, grite del dolor y en ese momento comencé a suplicar mediante lágrimas.

-Frank... por favor suéltame... me haces daño.

Lamio mi mejilla y se llevó parte de mis lágrimas, parecía disfrutar de aquello. Intente calmarlo y eso parecía enfurecerlo, el oírme hablar, se puso como un animal y comenzó a golpearme, al rato comenzó a llorar y pedirme disculpas, de mi boca no salían palabras, ni siquiera sentía el dolor en todo mi cuerpo... se puso de pie y salió de la habitación, pensé que ese era el fin de la pesadilla, pero me equivocaba, tan solo era el comienzo.

Logre ponerme de pie cuando el entro al cuarto con un arma en la mano, sentí que iba a tener un infarto, intente calmarlo y fue entonces cuando me dijo:

-Quítate la ropa.

Estaba petrificada, el cuerpo no respondía a mi cerebro y solo cuando apunto el arma en mi frente fue que reaccione... una vez que me hube quitado la ropa y quedado desnuda completamente, me dijo mientras se quitaba la ropa:

-Ponte de rodillas...

Obedecí por miedo a morir, se acercó y me forzó a practicar el Sexo Oral, él lo hacía de manera fuerte y rustica, lo metía casi todo en mi boca por lo cual al chocar con mi úvula, mi boca daba pequeñas arcadas, pero el arma en mi cabeza me impidió vomitar... cuando se corrió en mi boca, me levanto del cabello, y beso mis labios.

-¿Eres Virgen?- pregunto.

Asentí con la cabeza y me coloco en la cama, acerco su arma a mí sien diciendo:

-Disfrútalo... pero si gritas te mato.

Y me violo... en ese momento solo sentí asco y dolor... y cuando termino, acabo en mi rostro, luego salió de la habitación y me encerró con llave. Solo llore en el suelo de aquella habitación.

Tantos años guardando mi virginidad para que me fuese arrebatada de esa manera... solo quería cerrar mis ojos y pensar que todo lo malo había sucedido... solo quería morir...

Esa misma noche, me subió en un vehículo y después de drogarme, encendió el auto... recuerdo que empaco la ropa del closet y nos fuimos... cuando abrí mis ojos estaba en un mugriento colchón, con gran variedad de ojos observándome... en ese momento supe que ya no tendría salida... no sería nuevamente la misma...

Y efectivamente fue así... Andrea murió y abrió las puertas a Cristal.

Diario de una ProstitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora