10.- De Prostituta ¿A Señora?

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Cuando Peter tenía tres meses de edad, fue su bautizo, con Daniela y Álvaro como padrinos, de igual modo estaban las hermanas y demás familiares de Shannon, incluyendo su madre, con quien no hablaba desde hace más de un mes. No me agradaba el hecho de apartarla de Shannon, y sé que eso creaba una especie de discordia en la familia, pero... ¿Cómo tratar a alguien que había querido quitarme a mi hijo?

Sí, es cierto que al enterarme de mi embarazo quise abortar, eso no lo voy a negar, pero había aprendido a amarlo, y sobre todo a depender de mi pequeño... es cierto que yo necesitaba ayuda y experiencia con mi hijo recién nacido, es por ello que aceptaba toda ayuda que pudiesen darme, incluyendo de mi amiga, mis cuñadas, mi esposo y sobre todo mi suegra...

Pero, AYUDA era una cosa muy contraria a SER UNA INUTIL, la señora Paola decidio quedarse en nuestro hogar, (según) hasta que yo aprendiese lo básico de atender a un bebe, pero por lo general no me dejaba cargarlo, ni bañarlo, cambiarle la ropa y mucho menos cambiarle un pañal, solía arrebatármelo de los brazos, alegando que lo dejaría caer o incluso lo lastimaría... si le ponía un pañal de manera cruel me decía que así no se hacía y se lo quitaba para ella ponerle otro.

La verdad es que yo podía hacerlo, Daniela me había explicado cómo se hacía, incluso lo había hecho un par de veces con la pequeña Nairit cuando aún estaba en estado, pero eso era demasiado, si acaso me dejaba darle pecho, y en ese momento me halaba los senos, hasta ponerlos de una manera, porque según ella, yo lo hacía todo mal, incluso en las noches se encerraba con mi bebe en su alcoba, yo no tocaba por miedo a despertar a Peter, hasta que finalmente me canse, y de manera amable le pedí que me dejase cuidar y atender a mi bebe, eso pareció ofenderla y ese mismo día hizo su maleta y se fue... al día siguiente me demanda porque según ella yo maltrataba y descuidaba al niño, siendo ella quien tenía que hacerse cargo de Peter, por lo cual quería la custodia del pequeño...

Eso de igual modo molesto a Shannon, quien no dudo en hablar con su madre para que quitase la denuncia, ella lo hizo y luego de ello evitaba el hablar conmigo.

El día del bautizo, nuevamente nos acercamos, lo hice más que todo por Shannon, no por la señora que en más de una ocasión había manifestado que prefería a Natasha como yerna que a una desconocida grosera como yo...

Las cosas parecieron aligerarse un poco entre ambas, hasta que Shannon me propuso matrimonio... ahora ¿Qué decir? ¿Realmente quería casarme?... acepte su propuesta, la boda seria realizada un par de meses después, para ese entonces, yo me acercaba a los 28 años... los cuales cumpliría poco antes de la boda...

De manera inusual, la señora Paola quiso ayudarme con la boda, y yo accedí por simple cortesía.

Con Daniela y la familia de Shannon, fuimos a ver los vestidos, no quería el típico modelo blanco, más bien buscaba un modelo de color rojo, solo Daniela entendía mis razones y me apoyaba, pero para las otras mujeres fue algo inusual, inesperado y extraño...

No conseguí el modelo que quería, es por ello que decidí mandarlo a hacer, la familia de Shannon se encargó de los preparativos de la boda, Daniela hizo las invitaciones de boda, muy bella y sutiles, y fueron repartidas a los amigos, compañeros de trabajo y demás familiares... yo quería una boda pequeña, pero los Tweet no, es por ello que tuve que conformarme con solo mandar en la decisión de mi vestido.

La familia Tweet eran personas muy bien acomodadas financieramente, y aunque yo también lo era debido a mi antiguo empleo, me daba pavor usar esa cuenta y de dicho modo permitir que Frank me encontrara, él estaba siendo buscado por prostitución de menores, y aun hoy en día, no había aparecido.

Mi modelo de vestido era de dos partes y constaba de una especie de top blanco, que se sujetaba por la entrepierna, como los antiguos bañadores y una falda en la cintura de color rojo. Cuando llego el gran día, tome mi ramo de rosas rojas y blancas, entre a la iglesia y poco antes de la mitad del pasillo me detuve, observe a los presentes y luego a Shannon, quien estaba en el altar, alce la parte baja del vestido y me devolví.

No podía ser cierto...

Shannon de igual modo salió detrás de mí y me tomo del brazo...

-¿Qué ocurre?- pregunto.

-¿Te importa mi pasado?- pregunte.

-¿Qué?

-Que si te importa mi pasado...- repetí.

-Sabes que no me importa- susurro- ¿Por qué lo preguntas hasta ahora?

-¿Aun estas seguro de eso?- pregunte.

-Sabes que si- susurro besando el dorso de mi mano- ¿Qué ocurre?

-Tus amigos...- susurre- muchos de ellos fueron mis clientes en el Bar "La Araña".

Solamente me abrazo.

-Si aún no quieres casarte conmigo... lo entiendo... podemos suspender todo...

-¿Quién dijo que no quiero casarme contigo?- contesto.

Esta vez fui yo quien lo abrazo, me tomo del brazo y juntos entramos a la iglesia, me agrado mucho más que el entrar sola, a falta de un padre que me llevase.

La boda fue mucho más de lo que yo esperaba, claro que podía ver a los hombres comentar al verme, parecían el haberme reconocido y quizás pensaban que había ocultado mi pasado a Shannon, y, en cierto modo, que lo había engañado... de igual pude notar las miradas de la señora Paola, a quien parecía darle curiosidad lo que estaba ocurriendo, y justamente paso lo que yo no quería que pasara... sabía que yo tenía un secreto...

Cuando el cura pregunto si alguien se oponía, ella apareció... la tal Natasha, solo me vio de arriba para abajo, camino y se sentó... estaba completamente segura de que la señora Paola la había invitado para demostrarle a Shannon lo que se perdía, eso me lo decía el corto y ajustado vestido blanco de ella... pero fallo... Shannon ni siquiera le dirigió la mirada... solo me contemplaba a mí, la madre de su hijo...

Mi luna de miel solo duro el fin de semana, ya que Shannon debía volver al trabajo, pero aun así nos divertimos a mas no poder en una pequeña cabaña alquilada, sobre todo porque Daniela cuidaría a Peter esos dos días... yo prefería que fuera ella y no la señora Paola, de quien ahora comenzaba a desconfiar...

Después de la boda ya no sería más Cristal, Diamond, Andrea... no, nada de eso... ahora era la Señora Tweet... y la verdad es que me gustaba tan solo el decirlo.

Diario de una ProstitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora