Diario de una Prostituta

1.- Nace Una Prostituta

Frank me había llevado al "Palacio de Las Joyas" donde el sótano y 13 mujeres eran mi compañía noche tras noche, él estaba en el negocio: conseguir chicas jóvenes que sustituyeran a las prostitutas más viejas... era como un pecado tener 27 años y ser la sensación del show.... A esa edad solo podías aspirar "el cuarto".

Poco después de cumplir los 18 años, fue mi noche de estreno, Frank solía decir que "El Gancho" que me ayudaría, sería el parecer una quinceañera... decidí aceptar su propuesta de quedarme en el palacio, vender mi cuerpo a todo aquel que lo quisiera y pudiera pagar por el... compartiríamos los ingresos y seria suya todo el tiempo que durase el negocio...

No sonaba nada mal, y para alguien como yo: sola, sin estudios, y con una naciente adicción por las drogas, el alcohol y el cigarrillo, supongo que era una propuesta muy atractiva.

La primera noche de presentación, las demás chicas se esmeraron en arreglarme luego de que Johana- la prostituta más vieja y dueña de una parte del negocio- se los ordenase... colocaron colores neutros, la idea era dar una apariencia suave, dulce y virginal ...

Subastaron mi cuerpo y tuve el mayor ingreso en cinco años, un empresario de unos 100kg logro pagarme, en la habitación solo había una regla para los hombres y una para las prostitutas: nada de golpes y usar el preservativo.

Luego de mi debut la noche anterior, Frank busco pulirme más y más... así era el negocio, cada "empresario" quería que sus chicas fueran la bomba y de ese modo obtiene más ingresos de sus cuerpos... fue entonces cuando Frank subió las apuestas al máximo y... en ese momento Cristal La Prostituta nació.

Comencé a amar mi trabajo, me esmeraba por ser la sensación de la noche y siempre obtenía muy buenos números... cada hombre que llegaba al palacio preguntaba por cristal y fue poco después de cumplir los 19 años cuando me subieron al "Piso de Oro" y deje de ser Cristal para convertirme en Diamond (Diamante), uno de los mayores grados a alcanzar en el palacio, y eso significaba billetes en el banco.

Solo Rubí, Esmeralda, Zafiro y yo estábamos en el "Piso de Oro" cumpliendo noche tras noche las fantasías de altos ejecutivos, empresarios, mafiosos y todo aquel que le sobraran los ceros en la cuenta.

No solo los complacíamos individualmente, de igual modo hacíamos tríos y orgias, no teníamos restricciones a la hora del sexo y de igual modo cumplíamos fantasías, desde compartir besos... y más.... Entonces, el lesbianismo los vicios y yo íbamos de la mano...

Pero una noche, mientras mis labios succionaban la vagina de mi compañera mientras otro hombre me practicaba Sexo Anal, comencé a sentirme vacía, era la chica más buscada, la que producía mayor ingreso y aun así no era feliz... fue entonces cuando aumente la dosis diaria que ingería de drogas y poco a poco perdí mis recuerdos, solo unos vestigios vagos conservo de ellos...

Con 20 años mi nombre parecía sonar a niveles más altos, así como mi adicción de alcohol y droga igualmente era alta... nos contrataron a una fiesta donde solo irían los "Chivos Gordos" más famosos. Y en pleno acto sexual, comenzó el cambio...

Yo me sentía como una mujer muerta, solamente me tendía en la cama y eso era todo... no hay que ahondar en los detalles, pero fueron más de cinco horas que empleamos para atender a los seis hombres, en ese cuarto se combinó el alcohol, las drogas, el sexo, el lesbianismo y homosexualismo como uno solo... esa era la especialidad de las joyas.

Cualquiera diría que era un asco, y si mi padre me viese en la calle de seguro me abofetearía el rostro, pero ¿Qué hacer? Éramos un simple cadáver con vagina... un simple objeto sexual.

Cuando salimos decidimos caminar, a la esquina de la tercera cuadra había un bar y un callejón... necesitábamos alcohol y drogas con urgencia... ¿Y si corríamos peligro? Éramos prostitutas... ¿Qué podían hacernos...? ¿Violarnos? Noticia: trabajamos con el cuerpo... un pene más, un pene menos... no van a hacer la diferencia... ¿Matarnos? Y yo pregunto... ¿Cómo matas a alguien que ya está muerta?

Pasamos por alto el bar, y una vez en el callejón, inhalamos droga muy profundo, Rubí llevaba un corto y ajustado vestido de lentejuelas negras, Zafiro un short azul eléctrico y un brasier blanco, bajo un abrigo peludo blanco, Esmeralda muy morena, llevaba un vestido dorado mientras que el mío era plateado... no recuerdo mi estilo de cabello en ese momento, sé que era largo ya que así lo exigía el piso, y fue justo cuando terminamos de inhalar cuando lo escuchamos:

-¿Qué hacen aquí preciosas?

-¿Están perdidas?

-¿Necesitan algo de ayuda bonitas?

Un grupo de hombres se acercaron al callejón, comenzaron a vernos y lentamente tocar nuestros hombros... la droga en nuestro sistema nos dejaba casi inconscientes, aun así Zafiro intento defenderse y negarse cuando un hombre de rasgos fuertes le saco el abrigo y luego el brasier...

No recuerdo muy bien como paso, un segundo estaba contra una pared siendo violada, y al otro volaban cuchillos por el aire, ellos desde un principio sabían que éramos prostitutas, lo que ignoraban es que éramos prostitutas de "Elite" es decir que no llevábamos dinero encima, los clientes hacían transferencias bancarias y de ese modo era más fácil administrar los ingresos...

No les basto con violarnos en el suelo, en las paredes del callejón... también querían robarnos el dinero que tuviésemos... y en un pestañar de ojos Zafiro estaba a mi lado y al abrirlos estaba en el suelo con la garganta abierta... grite y caí de rodillas, mientras Rubí salía corriendo, pero con el mismo cuchillo con el que habían asesinado a Zafiro, le cortaron parte del rostro.

En ese momento llego la policía, ellos nos tomaron a Esmeralda y a mí del cuello y de ese modo obligaron a los oficiales a soltar el arma, salvo uno, quien es pos de creerse un "Héroe" disparo, hiriendo a Esmeralda... en ese momento llovieron las balas en todas las direcciones <<Los Buenos Contra Los Malos>>, solo había visto el brillo metálico del cuchillo y había pasado por alto que además iban armados, cuando me vieron, yo yacía de rodillas en la sangre de Zafiro, y fue entonces cuando me apuntaron a la cabeza.

-¡Hazlo!- susurre- acaba con mi miserable vida...

Él disparo, y no salió bala alguna... cartucho vacío...

Y ese fue el recuerdo más vivido que las drogas no destruyeron... como Zafiro murió... En ese momento alcé mi vista y lo vi, me tendía la mano y yo la tome, ensuciando la suya de sangre...

-¿Se encuentra bien, señorita?- pregunto.

Deje caer mi cabeza en su pecho mientras mis piernas flaqueaban y me sumía en la inconsciencia...