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La señora Lee empujó con fuerza la puerta principal para dejar que Jihoon entrase, una vez que él entró con un paso de desconfianza ella se dirigió a la cocina mientras le indicaba al pequeño que se sentase en el sofá para conversar de todo esto que ha pasado.

Una vez que entró a la cocina buscó por todos los estantes alguna botella de licor, sentía que necesitaba un trago para poder seguir con todo esto, no estaba realmente preparada para hacerle frente a todo lo que ha pasado últimamente. Cuando por fin encontró una botella de whisky la destapó rápidamente y tomó un trago, caminó con botella en mano hasta donde estaba su hijo.

 —Bien.—Caminó con un poco de torpeza hacia una silla, empezó a arrastrarla sin delicadeza hasta que quedó frente a su hijo y se sentó.—¿Puedo saber qué es lo que está pasando con mi hijo?.

Jihoon no quería que sus ojos se topasen con los contrarios, sus manos sudaban demasiado y sus nervios estaban a flor de piel, no se sentía muy bien además, todavía no estaba del todo recuperado.

—Nada.

—Nada. Okey, ¿Sabes? Ya me cansé, estoy cansada de todo esto que está pasando. Estoy cansada de ti.

En ese preciso momento todo el tiempo se paralizó para Jihoon, ¿Habrá escuchado bien?. Jihoon quería a su madre, sabía que no era una madre perfecta puesto que ninguna lo es pero la quería después de todo, se podría decir que era una de las personas que más amaba en el mundo.

Poco a poco sus ojos comenzaron a soltar pequeñas lágrimas que humedecía  levemente sus blancas mejillas. Sentía que tenía un nudo en su garganta que le impedía soltar alguna palabra, concentró todas sus fuerzas y con un tono de voz quebradiza pudo preguntar.

—¿Madre?.

Ella levantó la botella y la llevó hasta sus labios, bebía tan torpemente que parte del líquido se escurrió hasta el piso de la casa.

—Ya me escuchaste, no sé que hacer contigo, intenté ayudarte con tu enfermedad pero actúas reacio al sicólogo, pareciese que no te gustase ir. Yo ya no puedo más con todo esto.

—Pero mamá, yo te quiero... Sabes que hago hasta lo imposible por ser un buen hijo-

—Nunca en tu mísera vida me has tenido cariño, siempre has sido anormal ¡Nunca fuiste como los demás niños!.

Jihoon no podía creer lo que estaba escuchando ¿Es que quizá su madre nunca lo amo?. Tenía sentimientos contradictorios, por una parte quería gritarle y decirle todo lo que ha tenido que soportar estos años para hacerla feliz, todo lo que él ha hecho por ella pero por otra parte, ella era su madre, la mujer que le dio la vida y a la cual ha querido desde su nacimiento.

Suspiró pesadamente entre lo pequeños gimoteos que daba, no le respondería, solo quería salir de ese maldito lugar.

—Y no dices nada, perfecto, de ahora en adelante olvídate que tienes una madre.























Jun caminaba al lado de Soonyoung  por el centro comercial, habían pensado en que, mientras tomaban algún refresco, podrían conversar tranquilamente sobre como ayudar a Jihoon. Pasaron frente a varios locales de comida rápida y pese a que Soonyoung  le rogase frente a todos los que pasaban Jun siempre decía que no.

—Eres un aburrido, si no traes dinero no te preocupes, yo invito pero por favor déjame comer pizza.

Jun lo pensó un poco, la pizza no era una mala idea y era mejor si no tenía que pagar él.

—Está bien, pero con la condición que tú pagues.

—¡Entonces era cierto que no traía dinero!. Bueno no importa.—Soonyoung lo tomó  de un brazo y comenzó a arrastrarlo en dirección a un local en el que servían pizza. —¡Vamos!.

Sin duda Soonyoung actuaba como un niño pequeño.

Una vez que Kwon pidió las dos pizzas tamaño familiar y un par de refrescos se sentaron en una mesa un tanto alejada del resto puesto que Jun quería un poco de privacidad.

—Bien.—Jun empezó a hablar mientras que Soonyoung llevaba una rebanada de pizza a su boca.—Tenemos que encontrar al padre de Jihoon lo antes posible para que pueda quitárselo a su loca madre.

—¿Peguo como haguemos ego?.

—Traga primero antes de hablar.

—¿Cómo haremos eso si ni siquiera sabemos su nombre?.

 —Ahí es donde entras tú, cuando Jihoon fue al hospital necesitaron sus datos personales ¿Cierto?.

—¿Quieres que entre a la base de datos del hospital y vea sus datos?.

Jun asintió con la cabeza.

—Si te complicase hackearla puedes pedírselo a tu madre ¿No?.

—Ella no querrá, es ilegal ¿Sabes?.

—Por su puesto que sé.—Lo debatió Jun.—Pero todo esto  es por Jihoon ¿Acaso no querías hacerlo feliz?.

   Los colores se le subieron al rostro, de repente ya no tenía apetito.

—¿Acaso me estabas espian-

El sonido de su propio teléfono lo interrumpió, lo tomó entre sus manos sin mirar la pantalla y contestó, iba a mandar al demonio a quien sea que lo haya interrumpido cuando  escuchó la melodiosa voz de su pequeño.

—¿Soonyoung?.

—¿Jihoon? ¿Qué pasa? ¿Estás bien?.

El semblante de Jun y Soonyoung había cambiado de un segundo para otro.

—La verdad, no ¿Puedes pasar por mí ahora?.

—Voy para allá.

Y Jihoon colgó.

—¿Qué pasa? ¿Por qué te ha llamado a ti y no a mí?—Cuestionó Jun.

—Juntémonos en mi casa, lo llevaré para allá.—Soonyoung dejó algo de dinero en la mesa y antes de comenzar a correr por el centro comercial se giró y miró a Jun.—Me llamó porque obviamente sabe que sí lo puedo hacer feliz.

Y comenzó a correr tratando de no tropezar con las personas que venían en dirección contraria.


5/5 

Disculpen por no haberlo subido el viernes pero se me fue la luz el jueves y llegó hace unos minutos :,v

La mala suerte me persigue, disculpen el capítulo tan corto pero era necesario para la historia.  


Ámate [K.S.Y L.J.H]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora