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Soonyoung despertó asustado y mojado  gracias a Jun, no tan solo su pijama estaba empapado, sino que también lo estaba su cama. Miró en todas las direcciones buscando al mayor para recriminarle el hecho de que le había lanzado agua, pero no lo encontró. Momentos después lo vio saliendo del cuarto de baño.

  —¡¿Por qué has hecho eso?!.

—Te he hablado más de cinco veces y lo único que respondías era "Jihoon dame diez minutos más".—Intentó sonar lo más agudo posible mientas imitaba la voz del menor.—Antes de que armes algún escándalo déjame decirte que era la única forma para que despertaras.

—Ya ya como sea... ¿Por qué me has despertado tan temprano?.

—Tenemos que encontrar al padre de Jihoon ¿Recuerdas?.

—¡Cierto! Dame cinco minutos y comenzamos.

Soonyoung se levantó rápidamente de su húmeda cama y  se dirigió hasta el cuarto de baño para poder asearse lo más rápido posible. Mientras se cepillaba los dientes tomaba alguna prenda que ponerse, hasta que al final terminó dándole otro abrazo al suelo.

—Jihoon tenía razón, verdaderamente eres torpe.

Jun observaba aquella situación lo bastante cómica para él mientras intentaba acaparar alguna que otra carcajada.

—No es mi culpa ser tan irresistible y que pase la mayoría del tiempo abrazando el suelo.

Se levantó como pudo y siguió en lo que estaba, al final le tomó más de los cinco minutos que había pedido.





















Caminaron por casi toda la parte de la ciudad que les faltaba, hasta que Soonyoung gritó exaltado que debían ocupar google maps para poder encontrar la ruta que les llevara más rápido a la dirección que ellos buscaban.

—¿Por qué no se nos ha ocurrido antes?.

—No lo sé, ahora vamos.

Siguieron recorriendo la ciudad, esta vez sin tanta prisa puesto que ya  sabían que ruta seguir para poder dar con el paradero del padre de Jihoon.

—Aquí es.

Soonyoung se detuvo frente a una gran casona, debía de tener algunos años de antigüedad por su estructura, no era como las demás casa de los alrededores, esta era imponente y  ni siquiera con aquellos colores pastel podían ocultar tal terrorífica  sensación.

 —Creo que nos equivocamos.—Comentó Soonyoung.—Tal vez es  la casa de al lado.

—No perdemos nada con preguntar, ven.

Jun tocó la puerta mientras que Soonyoung se acercaba lentamente y a paso inseguro. Esperaron unos momentos, unos silenciosos momentos en los cuales el miedo dentro del menor crecía con el silencio. Pensaron que no había nadie, hasta que una pequeña ancianita les abrió la gran puerta.

Ámate [K.S.Y L.J.H]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora