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Desde hace cinco días que Jihoon no ha ido a la escuela y nadie sabe el motivo por el cual ha faltado tanto. Inclusive Jun, quien es el mejor amigo del menor, no sabe nada.

El primer día que faltó Jun lo llamó varias veces, le mandó mensajes e incluso fue a su casa pero no tuvo oportunidad de pasar gracias a la madre del pequeño.

Ella le abrió la puerta y le sonrió como siempre lo había hecho.

—¡Jun! Que bueno verte por aquí, no nos vemos desde que.—Hizo una pausa y su semblante cambió drásticamente. —Desde que Jihoon se quedó en tu casa.

—Si señora Lee.—Jun estaba incómodo, sus manos sudaban levemente y tratada de, en lo posible, no hacer contacto visual con ella.— Y... ¿Cómo está Jihoon? Hoy no fue a clases y le he llamado varias veces, tampoco contesta mis mensajes...

—Oh, sí, él no fue hoy por un dolor de estómago.—Dió un paso hacia atrás y empezó a cerrar levemente la puerta.—Si me disculpas, tengo cosas que hacer.

Al final, cerró completamente la puerta.

—¡Esper!- ¡Diablos!

Jun frunció el ceño, le molestó el trato que la madre de su pequeño le había dado. Sin nada más que hacer, dio media vuelta y caminó hacia su casa con la cabeza hecha un lío.

Los días siguientes, Junhui se limitó a llamarlo y dejarle mensajes de voz en grandes cantidades.

Siempre que podía agarraba su teléfono y le mensajeaba pero nunca obtenía respuesta.

Jun ya no sabía qué hacer para tener alguna señal de vida de su pequeño, estaba hecho un manojo de nervios y cómo no, si la señora Lee tampoco le permitía entrar a su casa, siempre que iba y la madre no le permitía entrar, miraba hacia arriba, exactamente hacia la ventana de Jihoon, llamandolo con la mirada pero él ni se asomaba.

Se quedaba un par de horas escondido, esperando que la señora Lee saliese o se fuera a trabajar. Incluso llegó a faltar un día de clases para poder ir a verlo, tendría que esperar hasta las 10:00am para que la madre de Jihoon se fuese a trabajar, cosa que nunca pasó.

Literalmente esperó once, casi doce horas para que ella saliera, pero ni se asomó por la puerta, al parecer no fue a trabajar.

Se sentía devastado al no tener cerca la presencia de su pequeño, era él que le alegraba los días con sus pequeños berrinches. Ni siquiera él saludo de Minghao lo hizo sonreír.

Cuando su cerebro ya parecía no poder sacar más ideas, se le pasó por la mente que, en unas horas Jihoon tendría que estar en el Centro de Sicología.

Corrió lo más rápido que pudo y en una hora ya había llegado al edificio, encontrándose a Soonyoung y al Doctor, menos a Jihoon.

Soonyoung en cuanto lo divisó, corrió hacia él directamente. Con su típica sonrisa que ocultaba sus ojos.

—¡Ey! Jun ¿Verdad?. Bueno, no importa

Jun rodó los ojos, no tenía paciencia para soportar aquel extraño sujeto por lo que solo se limitó a responder entredientes.

—Soonyoung, no, no le he visto. Ahora si me disculpas.

Comenzó a caminar hacia la puerta cuando Kwon lo detuvo.

—¡Espera! Si ves al pequeñin, ¿Podrías entregarle esto?.

Soonyoung estiró su brazo y en su mano había un pequeño papel amarillo bien doblado.

Jun frunció el ceño, él no era mensajero y por ningún motivo le entregaría ese papel a su Jihoonie, no si ese papel provenía de Soonyoung.

Suspiró, aquel sujeto hacia que su cerebro se sobre exigiera.

—Te seré sincero, no lo he visto desde hace días, no responde ni mis mensajes ni mis llamadas, además de que su madre no me deja entrar a su casa. Así que no, no puedo entregárselo.

Soonyoung cambió su semblante, ahora era uno completamente serio. Ni siquiera parecía aquel adolescente narcisista.

—Entiendo...Dame tu teléfono.

—¿Eh? ¿Para qué quieres mi teléfono?.

—Sólo damelo y ya, no le pasará nada.

A pesar de qe dudó, se lo entregó, vió como sacaba el suyo de su bolsillo izquierdo y tecleaba con rapidez, después tecleó en su teléfono y se lo entregó.

—Listo.—Sonrió, la misma sonrisa que era insoportable para él.—Ahora, si sabes algo me avisas, tienes mi número y yo el tuyo... además de que también anoté el de Jihoonie.

—¡¿Qué?! Bórralo, no tienes derecho de-

—Intentaré llamarle yo y si consigo algo, te lo haré saber, no te preocupes. Adiós

Y se fue.

































Jun llegó a su casa hecho una furia, cuando entró a su cuarto dió un portazo que hasta Soonyoung lo habría escuchado en aquel edificio. Se tiró hacia su cama y ahogó un grito en su almohada, estaba frustrado por no saber nada de su pequeño, además del nuevo "problema" que tenía con nombre y apellido "Kwon Soonyoung" o como a él le gusta llamarlo, "El Narcisista".

Se recostó de lado y comenzó a sollozar en silencio, miles de pensamientos le atacaban desde la primera vez que no pudo comunicarse con el menor.

Pensaba en que tal vez Jihoon habría roto su promesa, en que le había pasado alfo, que se había cortado tan profudamente que... que se habría suicidado.

O que tal vez su madre ya no lo quería cerca, pensaba que Jihoon la estaba reemplazando por él, que tal vez lo mantenía prisionero o que a lo mejor lo había mandado de viaje.

O que, ya no quería ser más su mejor amigo y que ya no lo quería cerca, que ya no lo quería.

Caminó  hacia su ventana y miró el cielo, pequeñas lágrimas seguían descendiendo de sus oscuros ojos, no podía hablar, le dolía, pero aún así susurró.

—¿Dónde estás Jihoonie?.

Y su corazón poco a poco comenzó a dolerle más, no sabía la razón, o tal vez sí, algo en el fondo le decía que no vería al pequeño en un largo tiempo y esa idea le aterraba, esperaba que su presentimiento fuese erróneo.





La verdadera pregunta es ¿Dónde está Jihoon? :v

Tengo una duda ¿Alguna persona que lee esto tiene cloro? Porque me quiero morir.

Disculpen si no cumplo los horarios pero creo que, más adelante no habrán tantas actualizaciones por lo que, es mejor aprovechar ahora (?.

3/3

Mañana no hay actualización porque ya actualizé y encima 3 capítulos :,v

Ámate [K.S.Y L.J.H]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora