Ámate [K.S.Y L.J.H]

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Jun bostezó, no había podido dormir adecuadamente desde la desaparición de Jihoon.

Pasó ambas manos por sus cabellos desordenandolo completamente, sus ojos le ardían pero esta vez no fue por las ganas de llorar, es solo que, había estado más de cinco horas frente a la computadora buscando información acerca de su pequeño.

Corrió la silla hacia atrás, deslizandose no más allá de un metro de distancia de la pantalla, supiró pesadamente y volvió ha aproximarse a la computadora, no renunciaría tan fácil, no cuando sentía todo esto.

A la media hora después su teléfono vibró, provocando que sobresatase de su sitio, lo agarró con un poco de torpeza y lo desbloqueó rápidamente, hechó un vistazo a las notificaciones y vió que había un mensaje de Soonyoung.

Hola chico serio👀😇 adivina a quién ví hoy. ¡Al algodón de azúcar!.

Junhui releyó el mensaje una vez más ¿Acaso estaba hablando de su Jihoonie?; Rápidamente marcó a Soonyoung y esperó a que contestara. Dos, tres y cuatro veces sonó, hasta que por fin se pudo escuchar la voz de Kwon desde el otro lado.

—¿Diga?.

—¿Soonyoung?.

—Así me llamo.

Jun odiaba eso de él, que no pudiese responder acorde y adecuadamente a la situación. Rodó los ojos, aclarandose la garganta y continuó.

—¿Te referías a Jihoon?.

—¿Cuándo?.—Jun no dijo nada, quería cortarle la llamada pero no podía, necesitaba que le confirmara y dijera toda la información que él poseía. —Sí, lo ví hoy, pero ¿Sabes? Se veía triste, creo que lo invitaré a salir en uno de estos días.

—¿Qué? ¡Dónde lo viste?! Maldición Soonyoung ni se te ocurra cometer alguna idiotez.

Del otro lado se escuchó una risa, más bien una carcajada, que hacía más fuerte el deseo de golpear a Kwon en la cabeza para que sus neuronas pudiesen crear algún pensamiento lógico.

—Reunámonos en media hora en el centro, ahí te diré todo.

—Espera yo-

Un tono discontinuo se hizo presente, Soonyoung le había cortado, dejandolo con miles de preguntas...Preguntas que una vez que le respondería, lo asesinaría por su imbecilidad.

Jun corría a gran velocidad hacia la entrada del centro, se había demorado más de lo planeado esperando el autobús además de que él maldito chofer frenaba en todos los paraderos.

Buscó a Soonyoung pero no lo encontraba, había una gran cantidad de gente y eso tampoco ayudaba mucho con la paciencia de Junhui.

Cuando por fin divisó a Soonyoung, éste estaba sentado en una mesa frente a un local de comida rápida. Miraba curiosamente por la ventana como el cielo se nublaba poco a poco.

Junhui suspiró al verlo, al fin lo había encontrado y él estaba tranquilo, no con esa extraña y tan poco amigable.

Kwon se giró hacia él, le levantó y movió la mano en forma de saludo mientras gritaba su nombre. Ganándose algunas miradas y risas de otros junto con la amenazadora mirada de Junhui.

—¡Jun! ¡Aquí!.

Soonyoung mostró sus dientes.

Junhui quiso que la tierra lo tragara y lo escupiera en alguna otra parte, Kwon estaba haciendo que él pasara uno de los momentos más vergonozos de su vida.

Cuando llegó a su lado se sentó en la mesa y fulminó con la mirada a Soonyoung.

—Hola.

—¡Hola chico serio! Pensé que no me habías visto.

Wen dió un suspiro, organizó un poco sus pensamientos y comenzó.

—Voy a ser claro contigo, necesito que me digas en dónde, cómo, cuándo y porqué viste a Jihoon.—Cruzó sus brazos por sobre la mesa.—Así que por favor, necesito que empiezes a hablar.

—Woah Jun, calmate un poco ¿Sí?. Comamos un poco antes y-.

—¡No tengo tiempo para comer maldición!.

Golpeó la mesa con brusquedad, ganandose varias miradas ajenas.

——Está bien, está bien. Te diré todo lo que sé pero una vez que te diga, te acompañaré.¿Lo prometes?

—No tengo nada que prometerte.

—Amargado.

Jun soló un bufido en respuesta, su tiempo se le acababa y Soonyoung no hacía más que acabar su paciencia.

—Lo ví hoy, alrededor de las tres de la tarde.

—Dónde.

—Estaba saliendo de un Hospital ubicado cerca de mi casa, puedo llevarte si quieres.

—Vamonos, ahora.

Soonyoung tarareaba una canción lo bastante feliz para la situación en la que se encontraba Jun, hizo que éste último lo moviese (de una manera no tan gentil) el brazo derecho. Kwon lo miró de mala manera pero no dijo nada.

Caminaron unas cuadras  hasta que se detuvieron frente a la entrada de un Hospital, el pulso de Junhui se aceleró de tal manera que podía ser comparado con el pulso de un picaflor. Una pequeña parte de él pensaba que encontraría a su pequeño.

—Ven.—Soonyoung le hizo una seña, sacándolo de sus pensamientos.—Mi madre trabaja aquí, hablaremos con ella y nos dirá sobre Jihoon.

Junhui asintió con la cabeza y empezó a caminar detrás de Soonyoung. Entraron por un pasillo blanco y extensamente largo, al final de éste, Kwon dobló a la derecha, encontrandose frente a frente con una gran puerta de color marrón. Giró la perilla y entró, Wen lo siguió en la distancia, entrando pero esta vez con desconfianza.

La habitación a la que entraron era más bien una oficina, tenía un escritorio negro que combinaba con las sillas; Una pequeña camilla azul marino y a sus lados unos cuadros en los que aparecían varios niños sonriendo.

En el escritorio, esab una mujer setadade mediana edad frente a la pantalla de computador, solo se escuchaban las teclas siendo presionadas a una velocidad impresionante.

—¿Qué te he dicho sobre avisar a la recepcionista?.

La voz de la mujer interrumpió aquel silencio, se escuchaba algo cansada.

—Lo siento pero ésta es una emergencia.

—¿Así?.

Dirigió su mirada y la posó sobre Jun y su hijo.

—Esto es serio, quiero saber sobre un paciente, creo que es tuyo.

—No, sabes que no puedo darte información de mis pacientes.

Soonyoung se cruzó de brazos, nunca le pedía nada a su madre, ésta era la primera vez.

—Madre, por favor, necesito saber sobre Lee Jihoon. ¿Te acuerdas del paciente que parecía un niño pequeño? ¿Así se llamaba? Es todo lo que necesito.—Caminó hasta poder tomar con ambas manos, los delgados dedos de su madre.—Sólo confirmame eso.

Su madre dudó, no debía entregar información de sus pacientes a cualquiera, eso iba en contra de la política de la Institución, pero su hijo jamás le había pedido nada.

—Está bien.— Calló por unos segundos y continuó. —No te dije todo sobre ese chico, sólo te comenté sobre su tamaño pero ese chico vino por golpes en su cuerpo y cortes en ambas muñecas. Le dije a su madre que su hijo necesitaba ayuda y ella solo me respondió que debía curarle las heridas.—Cerró sus ojos murmurando.

Jun sabía de quien hablaba, ya no había duda, su Jihoon había estado allí.

—Ese chico se llamaba Lee Jihoon ¿Verdad?.

Por primera vez habló Junhui, en su garganta existía un nudo, del cual no se podía colar ninguna palabra.

—Sí.