Lamentablemente Claire estaba en la parte fuera al lado de la puerta de mi camerino, cuidando de que ningún pervertido, drogado o borracho entrase por esa puerta.Ahora mismo quería escuchar esas palabras cálidas y reconfortantes de mi rubia amiga. Yacía un tanto nerviosa, las personas que habían recurrido al llamado de la pelea femenina, en este bar, mayormente lo que estaban esperando era un pelea brutal, con rostros rasguñados, cabello en el ring y unos buenos moretones, penosamente ellos pensaban que pelearíamos como las chicas fresitas.
No tenía miedo a pelear y mis nervios no provenían de eso, tomé clases de defensa personal y luego me especializé en boxeo. literalmente me encantaba pelear, desahogarme con cada golpe asestado en cualquier parte de su cuerpo, sentir que yo podía hacer dolor, tanto como he sufrido yo. En parte yo si era un poco egoísta, mis creencias eran: que no se valía que esta vida fuese dura, llena de obstáculos y piedras en el camino, pero que otros afortunadamente veían un camino sin piedras y charcos. Una vida plenamente feliz, llena de abundancia y sin esos problemas económicos que los pobres sufríamos.
Terminé de vestirme con una bata negra de seda con un gorro, vestía debajo un pantalón corto tiro alto en tela fina y un Bralette, ambos negros. Decidí no dejar ninguna mecha de cabello al aire, planeaba no ser víctima de una buena arrastrada. Tenía dos trenzas pegadas al cuero cabelludo, la punta que quedó suelta la envolví, quedando mi peinado como dos bolitas cerca de mi nuca. Servía de algo: total imposibilidad de jalármelo.
Entreabrí la puerta sin dejarme ver completamente.
- Claire - llamé.
- ¿Estás lista? - inquirió sonrientemente.
- Uhm... creo que si!
- Le patearás el tracero a esa perra! - aseguró chocando su puño con el mío.
- Ya lo verás - reafirmé - se me ha olvidado Claire.
Desaparecí de su vista ingresando al camerino nuevamente, tomé mi navaja favorita y la entré en un mini bolsillo interno de mis botas. Había que estar preparado por si surgen cosas inesperadas o se violan las reglas, yo no iba a estar desprevenida.
- Ya estoy - avisé.
Sonrío.
JJ hizo su aparición en el centro del cuadrilátero. Con un micrófono en sus manos y un ademán al encargado del sonido bastó para que su voz retumbara enérgica y fuertemente en el sótano.
- ¡POR PRIMERA VEZ! EN CUATRO AÑOS REALIZANDO ESTA PELEA CLANDESTINA. ANUNCIO OFICIALMENTE ESTE NUEVO SEGMENTO DE PELEA FEMENINA. - Exclamó de buen humor, iba a ganarse un buen billete el día de hoy por la sorpresiva novedad - CUANDO PRESENTEMOS LAS PELEADORAS, HAGAN SUS APUESTAS!
Segundos después de vociferar la última oración, sonó la campana que indica que había llegado el tiempo de la presentación.
- Y AHORA! CON USTEDES: LIVIA! LA MALA! - el otro camerino estaba ubicado frente al mío, pude observar cómo una chica aparentemente un poco más alta que yo, caminaba sensualmente contoneando sus caderas hasta que llegó al frente del cuadrilátero, el fuego artificial se apagó y cuando estuvo sobre el ring, volvieron a ascender las llamas.
Muchos silbidos, gritos y vociferaciones de palabras obsenas se hicieron presentes.
Claire me sonrío cálidamente.
- Suerte Sharangel - deseó.
- Gracias Clarangel - le devolví la sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
No somos cliché ©
RomanceCuando la vida no te regala suerte, y decides ir en contra de la vida, buscando la suerte. ¿Qué crees que pasará? está es la vida de Sharynette; viajó a Estados Unidos en busca de una vida mejor, cumplir sus sueños y ser modelo de revista. Pero sobr...