Capítulo 21. Encuentro con Amanda.

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— Pero es así, si investigáramos sobre la vida de cada persona, descubriríamos que todos tenemos problemas, y no tan simples como aparentan ser — dijo Claire con la pena reflejada en su rostro.

Asentí.

— Ajá. Y muchos se reflejan a través de las redes como si tuviesen una vida perfecta. No creo que en la vida exista la felicidad completa, siempre hay algo que estorba.

— Al menos para mí, estos días han sido muy buenos — comentó y le regalé una sonrisa.

Estábamos llegando a casa luego de haber dejado a Chester en la suya, ya que él no andaba con su auto.

— Vaya que eres ojíenjuta — dije.

— ¿Ojíen qué? — frunció los labios a modo de confusión.

Reí efímeramente.

— Osea que, se te hace dificil llorar, eres dura para soltar lágrimas. Hubiera sido yo la que hubiera sido violada y estuviera traumada todavía — reí — eres una chica muy fuerte y valiosa Claire — elogié seriamente.

— Gracias Sharangel. En este año han cambiado muchas cosas, yo... pedí más horas extras en mi trabajo para durar menos tiempo en casa y evitar la posibilidad de otro abuso. Hace un año que afortunadamente ya no me viola, y no porque se le han ido las ganas, sino porque yo siempre hacía rejuegos para evitarlo. Y... estoy superando parte de ello, no todo. Gracias a ti estoy bien, sino fuera por ti todavía estuviera en esa casa siendo golpeada por... si es que se puede llamar, "padre" — confesó.

Detuve el auto para abrazarla, era muy conmovedor ver sus vivos deseos de superar todo y recomenzar otra vez.

No sé porque me ha tocado ser la consoladora, tanto para Claire, Chester y... con Izan creo que fui un apoyo.

Nos separamos.

— Actuaste inteligentemente y me hace feliz haber ayudado a una persona tan genial como tú, desearía ser ojíenjuta y no tan sensible como soy, así no lloraría tanto — reímos a la par.

— Gracias. nadie te golpea más duro que la vida, creo que debemos aprender a cicatrizar las heridas que esta nos deja y reforzar nuestras debilidades, entonces seremos más fuertes para soportar el próximo golpe — dijo seriamente.

Me sorprendí muchísimo con su teoría personal sobre cómo sobrellevar las palizas que te da la vida.

— ¡Wao! Que amiga fan filosófica tengo — sonreí anonadada — eres más inteligente de lo que pareces, ojalá me acuerde horita de lo que dijiste, la usaré como una frase para instagram — opiné. La verdad que me encantó lo que dijo.

Puse el auto nuevamente en marcha y llegamos a Lakeshore en pocos minutos.

Nuestra ligera cena constó de dos sándwiches caseros bien ricos. Luego de cenar me duché y me vestí bonita para ir a casa de Izan, ya sentía que extrañaba sus besos y su presencia. No quería parecer una ofrecida, pero tenía una premura necesidad de verle.

Iba a ir al cuarto de Claire para avisarle que estaba de salida pero no fue necesario porque la encontré sentada en el mueble y su aroma floral se percibía a kilometros, quizás exageró con el perfume.

No somos cliché ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora