Capítulo 18. Las veinte preguntas.

36 6 4
                                    


— Creí que no querías jugar — dije recordándo la vez que le hice esa misma pregunta y el se negó.

— Ahora si. Algún problema? — Cuestionó alzándome para sentarme en la orilla de la piscina.

— No, ninguno. — aseguré — quién empieza? — se señaló — bien.

— Cuantos años tienes?

Reí fuertemente.

— Hahaha esa es la primera pregunta que hacen los hombres para saber si le echarán cárcel por andar con una menor de edad — rodó los ojos — ya! Dieciocho.

— Cuando cumples diecinueve?

— El veinte de agosto.

— Uhm... Cuales son tus planes?

— Qué tipo de planes? — fruncí el ceño.

— No sé... no pensarás trabajar toda la vida en ese parque — comentó.

— Noo... eemm ya sabes que quiero ser modelo de revista, solo me quedaré tres meses en el trabajo luego buscaré otro — respondí excluyendo varios datos.

Nadie se podía enterar que yo planeaba irme a New York.

— Cuál fue el peor error que has cometido en tu vida?

Que fuerte.

— Uhm... ser cómplice de un robo a una de mis amigas, yo tenía diez años, simplemente sabía que mis vecinas planeaban robarle, Martha y yo estábamos en su casa jugando y yo dejé entrar a las niñas sabiendo que le iban a robar la alcancía. — ese fue un hecho del cual me arrepentí, aparte de que yo les ayudé a que salieran de la casa con el dinero, Martha aún sigue siendo mi amiga, ella el mismo día del suceso me perdonó.

— Tu no fuiste la que robaste, así que no es tu culpa — afirmó — cuál es tu mayor sueño?

Pensé durante unos minutos, el tenía ambas manos apoyadas en mis piernas y estaba muy cerca de mi, a diferencia que yo tenía sólo los pies dentro del agua y el del pecho hacia abajo.

— Tengo muchos...

— Dilos todos — animó.

— Sueño con ir a Brazil, ser una famosa y que a la gente le guste lo que yo hago. Ehmm... son muchos! Y que mi mamá sea eterna, pero ya sabes — sonreí.

— Donde aprendiste a pelear?

— Tomé clases de defensa personal en República Dominicana y me especialicé en boxeo — dije simple.

— A que le temes?

— A los gatos.

— Hahahaha... primera persona que conozco que le teme a esos animales tan indefensos.

— Si! Indefensos! — exclamé sarcásticamente.

— Cuál fue el regalo de navidad que deseaste y nunca tuviste?

No somos cliché ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora