Capitulo Dos

95 18 15
                                    

Enero del 2014.
Ocho meses antes.

Tras el divorcio de mis padres, mi madre había empacado todas las cosas de ella, mi pequeño hermano Cooper de 10 años y las mías para volver a la vieja casa de sus padres que se encontraba en un lindo vecindario de clase media alta a las orillas de Los Ángeles, nos había cambiado de escuela, de hábitos, de vida. Pero qué podía hacer? Ella no era feliz, teníamos que adaptarnos ahora, aunque había dejado atrás toda mi vida, mi vieja escuela, los amigos de ahí, amigos de mi antigua casa, lugares que frecuentaba y a Nathaly, mi linda novia.

Había pedido empleo de medio tiempo en el AD. Mark, una tienda independiente que vendía todo lo que las personas pudieran necesitar, a un precio accesible y cerca de su hogar.

Me sentía un poco nervioso, era mi primer día de trabajo y no tenía la más mínimo idea de lo que sería trabajar para ayudar a mi divorciada madre, pero el sueldo no era tan malo, el horario era después de clases y estaba cerca de mi casa, más no podía pedir.

El señor Trudo había sido muy amable conmigo, me encontraba esperando en su oficina para que me hiciera entrega del uniforme y del reglamento, él estaba haciendo unas cosas en la computadora y al terminal me daría mi posición de trabajo.

Qué nervios.

— Bien, Nicholas Montalvo — Dijo al tiempo que me sonrió — Todo está perfecto — Sólo no llenaste una parte de mi solicitud, me proporcionas los datos? — Mi preguntó mirándome.

— Claro — Apenas dije.

— Bien, eres alérgico a algo? Medicamento, comida etc?

— No.

— Padeces alguna enfermedad crónica?

— Nnn... No.

— Seguro? Es importante que lo digas para saber que hacer si te pasa algo.

— Bueno — Dije — Sufro de taquicardias, pero no es nada grave, no es como si me fuera a morir ni nada de eso, sólo me ocurre cuando estoy bajo mucho estrés o perturbado — Dije sonriendo falsamente — De verdad, casi no me pasa.

— De acuerdo, pero no te dan convulsiones, ni te desmayas ni nada? — Preguntó en broma.

— No, no, para nada, sólo me siento un poco mal pero con 5 minutos de reposo se me pasa.

— Vale, sólo una última cosa, tienes novia?

— cómo?

— No pienses mal, es un dato importante para poder dejarte con ella.

Eso qué tenía que ver? Sólo era una capacitación, no un concurso de citas, pero en fin.

— Sí, sí la tengo, se llama Nathaly y tengo como siete años con ella.

— Eso es maravilloso, ven conmigo, te llevaré con Elisa.

— Bien.

Ambos nos levantamos y salimos de su oficina para ir con esa chica.

— Ah — Dijo deteniéndose por en el pasillo — Un consejo, no te enamores de ella.

— No se preocupe señor Trudo — Dije seguro — No planeo hacerlo, estoy muy bien con mi novia — Sonreí firme.

— Bueno, te lo digo porque esa chica es encantadora, pero podría ser el diablo.

Caminamos por un pasillo hasta llegar a una gran puerta, al entrar, era una bodega donde tenían producto acomodado en anaqueles y repisas, los anaqueles formaban varios pasillos entre sí, nos metimos por uno de ellos hasta llegar a otro donde estaba una chica de espaldas, ni muy alta ni muy pequeña, la chica era de estatura promedio y nos daba la espalda, su cabello era rubio ondulado, era muy delgada pero se le marcaba la cintura y las caderas, traía una playera de manga corta que dejaba ver su piel muy blanca y sus manos muy finas.

Conociste a Elisa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora