19 de agosto del 2014.
15 horas antes de la muerte de Elisa.Sophia Bell.
Estaba harta de ver a Elisa, así que deliberadamente había faltado a la escuela, tenía que pensar en algo para mandarla al diablo, y sí, ella era hermosa, encantadora, una piel de porcelana y unos ojos hermosos que a todos enamoraban, pero era demasiado fastidiosa como para seguirla aguantando.
Había conocido a Elisa cuando tenía 11 años en el colegio, todos me molestaban por tener un aspecto más masculino que femenino, haciéndome lucir como un extraño niño sin pechos y corte raro, entonces ella apareció.
Para arruinarme la vida, claro.
Al principio Elisa era encantadora, los primeros años ella me había defendido de las burlas, me había ayudado con mi aspecto y habíamos generado una “Gran amistad” Una amistad que se había hecho insufrible.
A los 13 años supe que me encantaban las chicas, chicas con hermosos pechos redondos y firmes, labios de sabor cereza, cabello de princesa, chicas como lo eran Elisa Milano. Sí, desde que la conocí me encantaba ella.
Y ella lo sabía, se aprovechó de eso.
Con el paso del tiempo a Elisa le gustaba darme celos con Valeria, sabía que ella y yo no nos llevábamos tan bien y le gustaba generar conflictos entre nosotras para ver quien era la ganadora.
Pero pese a todo yo la adoraba.
Después de Valeria llegó Chad y de él llegó Nicholas Montalvo a joderlo todo. Elisa se había enamorado de él, de verdad lo había hecho, nos dejó a un lado a todos por quedar estúpida por él, se había vuelto obsesiva y celosa con Nick al grado de manipularlo y controlarlo para que no la dejara.
Todos nos estábamos alejando de ella y eso empezaba a preocuparla.
Mis padres trabajaban en el aeropuerto, papá era un excelente piloto de avión y mi madre una encantadora azafata, por lo tanto ambos se la pasaban en vuelos todo el tiempo dejándome sola, sólo venían a pagar las cuentas, mi colegiatura y mis tarjetas, así que sí, tenía todo el tiempo del mundo para hacer lo que se me diera en gana.
Estaba sentada en la sala de mi casa viendo el televisor ya que mis padres no se encontraban, en ese instante el timbre sonó obligándome a levantarme del sofá y dirigirme a la puerta.
Era Elisa.
Respiré profundo y trate de mantenerme en calma al momento de abrir la puerta, pero al general frente a mi con un vestido arrugado, el cabello desarreglado y un ligero pero algo notorio golpe en el rostro me hacían sentir un debate interno que mezclaban amor y odio.
— Hola — Me dijo al verme.
Sabía que no era algo bueno que Elisa estuviera ahí.
— Qué quieres? — Pregunté seca.
— Así le hablas al amor de tu vida? — Preguntó con una sonrisa burlona.
— Elisa, todos sabemos que Por primera vez alguien te mandó al diablo y ese fue Montalvo, ya no sabes que hacer para sacar tu ira y yo no estoy de humor para soportarte.
Elisa me miró seria y empujó la puerta para pasar molesta, la cerró y me empujo (O eso intentó) dispuesta a darme un golpe.
— Anda — Le dije — Golpea me y te mato.
Elisa río sarcástica y se quedó quieta.
— Serías capaz? — Preguntó en burla.
— Ya estoy harta de ti — Confesé — Y si para que me dejes en paz es necesario matarte, sí lo haría.
Elisa no dijo nada, más que molesta estaba sorprendida, y sin decir nada sacó de su bolso un sobre azul y me lo dio, las letras grandes que tenía escritas decían “Estúpida lesbiana” para después burlarse de mí.
— Sabes — Dijo acercándose a mi mí — En el fondo siempre me pareciste más atractiva que Valeria — Dijo al instante que acariciaba mis mejillas con sus finas manos.
— Vete al diablo — Le dije aventando su mano — Qué te pasa? Las personas se alejan de ti y tienes que hacer esto para recuperar tu mandato?
— Vete al diablo — Me gritó ella ahora.
— Sí, eso es — Respondí riendo — Hartaste a Camila, a Chad a todos, después hartaste a Montalvo.
— Todo volverá a su lugar — Dijo segura de sí — Creeme, todo será como antes.
— No me interesa, largate — Le grité.
La tomé por el brazo y la jale hasta la salida para abrir la puerta y sacarla, Elisa se jalaba para evitarlo pero pese a que teníamos la misma complexión, yo era más fuerte que ella, así que sin problema la llevé hasta el porche provocando más su ira.
— Sueltame — Me gritó jalando su mano — Te arrepentirás de esto.
— Sí, ya me arrepentí de conocerte.
Elisa enfureció más y con esa ímpetu terrible que tenia se dirigió a su lindo convertible dispuesta a marchase a toda velocidad.
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No podía ni si quiera pensar, leía una y otra vez la carta que Elisa me había dejado, reclamando un sin fin de cosas, dejándome como única responsable de su muerte.
Ella pensaba suicidarse!
Le había mandado miles de mensajes por todos los medios posibles, como 40 llamadas salieron de mi teléfono al suyo y nada contestaba, qué planeaba hacer? Algún juego de terror para asustarme? Lo estaba logrando, me estaba metiendo en estado total de pánico, tenía que hacer algo, no podía cargar con la culpa.
Di un suspiro fuerte y tomé una decisión estúpida... Ir a casa de Elisa y averiguar que ocurría.
Lo hice.
Estacioné el auto en la entrada de su casa y a toda prisa bajé, cuando llegué a la puerta principal, noté que estaba abierta, por qué la dejaría abierta? Seguramente sí estaba jugandome una estúpida broma y yo estaba cayendo en su juego una vez más.
Subí a prisa las escaletas hasta llegar a la puerta de su habitación que estaba medio abierta, con ambas manos empuje la puerta para entrar, la recamara estaba vacía, lo único que se escuchaba más que mi propia sangre en mi cabeza, era el agua que corría del grifo para llenar la tina de baño.
Caminé pausadamente al baño para verificar que Elisa estuviera ahí, lentamente abrí la puerta y pude ver a Elisa en la tina de baño, una sensación de alivio y nerviosismo me recorrió por todo el cuerpo haciéndome reír.
— Maldita perra — Dije echando mi cabello hacia atrás — Eres astuta.
Entonces me acerque lentamente a ella para cerrar el grifo.
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Conociste a Elisa?
Roman pour Adolescentsella no tenia ningún motivo para suicidarse, yo tenia miles de motivos para dejarla ir, lo hizo y su muerte ahora me persigue tanto como el recuerdo de cuando la conocí. Y todos me preguntan. Conociste a Elisa?