“ Así que dime, alguna vez me has amado? Alguna vez me has deseado? Ahora que lo veo más claro, me pregunto si alguna vez fui realmente feliz... Era sólo humo y espejismo? ”
19 de agosto del 2014.
Varias horas antes de la muerte de Elisa.Elisa y yo habíamos cortado todo lazo que nos unía, desde lo que pasó con el bebé.
Ese mismo día de que se tiró por las escaleras, se negó rotundamente a ir a urgencias para ver el grado de las lesiones que tenia y que había pasado con el bebé.
Sólo bastaron unas cuantas horas para que ella se “ Sintiera mejor" para salir a duras penas de mi casa e irse a la suya, desde ese momento, decidí no caer más en su juego, al fin y al cabo, ya no había absolutamente nada que me obligara a estar a su lado.
Pero hoy iba a ser un buen día.
Estaba recuperando el ritmo de mi vida después de varios meses de tensión, me sentía mucho mejor al despertar y no tener el teléfono colapsado de llamadas y múltiples mensajes psicópatas de Elisa.
Como todas las mañanas de entre semana, me desperté temprano para desayunar y así poder ir a la escuela, mi madre ya tenia todo listo en la mesa, sólo esperaba a que el reloj marcara 7:20 am para poder llevarnos a Coop y a mí a la escuela.
De lo demás me encargaba yo.
Al salir de la escuela, tomaba el transporte público para ir a la tienda donde trabajaba, tampoco no había rastros de Elisa y Daniel no decía nada, de igual manera no me atrevía a preguntar, quería deshacerme de cualquier cosa que me involucrara con ella y mencionar su nombre era lo que menos quería, llevaba semanas sin decirlo y tenía que seguir así.
Llegué puntual como todas las tardes, me dirigí con toda calma al área de empleados donde se encontraban los casilleros para guardar nuestras cosas, metí mi mochila y saque mi uniforme para ponérmelo, al girar hacia atrás para ponerme los zapatos la vi.
Ahí esta Elisa.
No pude evitar sentir un escalofrío al verla, mi mente estaba dispuesta a olvidarla pero mi corazón aún la quería, tanto que no pude evitar que se acelerara sólo por verla.
Se veía tan hermosa.
Llevaba puesto un vestido negro pegado al cuerpo, unas zapatillas color plata y el cabello recogido en un chongo desalineado, muy casual, tenia un ligero golpe en el rostro como si se hubiese peleado con. Alguien pero aún así muy bella.
Pero tenía que lucir firme.
— Nicholas Montalvo — Dijo ella al fin.
Apenas pude tragar saliva al escuchar el sexy todo de voz que ella usaba al decir mi nombre.
— Qué quieres — Le dije al fin.
— Te extraño mucho, sé que estuvo mal todo lo que hice, lo del bebé — Sus ojos se llenaron de lágrimas — Cuando por fin entendí lo que hice... Fue demasiado tarde, ya no tenía al bebé dentro de mí y ya no estabas conmigo.
— Sí, como sea — Respondí — Tengo que trabajar.
Antes de que yo pudiera moverme, Elisa se lanzó contra mí para abrazarme con fuerza, el aroma de su cuerpo invadía mis sentidos, mi mente me obligaba a quedarme quieto y no corresponder, pero mi amor por ella hizo que lo hiciera con más fuerza.
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Conociste a Elisa?
Jugendliteraturella no tenia ningún motivo para suicidarse, yo tenia miles de motivos para dejarla ir, lo hizo y su muerte ahora me persigue tanto como el recuerdo de cuando la conocí. Y todos me preguntan. Conociste a Elisa?