Capítulo Once

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19 de agosto del 2014.
19 horas antes de la muerte de Elisa.

Camila Combs.

Me sentía terrible gracias a la gripe que me aquejaba desde hace días, mi padre amablemente había llamado al colegio para notificar mi inasistencia, para posterior mente en la tarde me llevara a visitar al médico.

Verónica, mi hermana mayor por exactamente cinco años, se había quedado a cuidarme y faltar a su trabajo en una galería de arte que estaba en el centro.

Cuando verónica tenía diez años y yo cinco, nuestra madre había muerto a causa de una terrible leucemia, toda su familia tenía antecedentes de cáncer, lamentablemente mi madre no pudo contra esa enfermedad, murió tres días antes de su aniversario de bodas.

Mi padre, aunque se moría por la pérdida, salió adelante con dos pequeñas hijas, entro a trabajar a un firma  de abogados muy exitosa en el país “Milano's  associates”
Mi padre era “La mano derecha” pero no era más que su sombra, y no sólo él, también yo me había convertido en la sombra de su hija, Elisa Milano.

Elisa y yo nos conocíamos desde el jardín de niños, justo un año después de que mi madre había fallecido. Desde ahí ella y yo habíamos creado un “Vinculo amistoso” muy grande, no había ni un sólo momento en el que yo no estuviera en casa de los Milano, hacíamos pijamadas, fiestas en la piscina, íbamos de compras, parecíamos hermanas, “Mejores amigas por siempre” decía ella sin parar.

Pero no fue así.

Justo cuando Elisa y yo habíamos cumplido 12 años, en plena pubertad, ella empezó a ensombrecerme con su brillo y así poco a poco me convertí en su sombra.

Elisa sobre salía por ser una chica muy sociable, cada fin de año hacía una recolecta de víveres y ropa para donarlos a una fundación y así hasta los 16 años que su padre creo una fundación con su nombre y la puso a cargo de ella, sin contar que Elisa era una estudiante excelente, altruista, amable y caritativa, quién no quería ser amiga de Elisa Milano? O su novio? Era el prototipo de chica perfecta que todo padre de familia quería para influencia de sus hijos.

Pero ella tenía otra cara, una que las muy pocas personas que la rodeaban conocían.

Quién conocía a Elisa?

Pocos éramos los que estaban con ella atrás de su brillo, yo había pasado de ser su mejor amiga a su sirvienta de tiempo completo, cargaba con sus cosas, la ayudaba en sus tareas, sepillaba su cabello, iba por sus putos tampones cuando le bajaba, era todo,menos su amiga. Y, creía que estaba bien.

Hasta que llegó Nicholas Montalvo.

Él se había enamorado de ella como todo chico que la conocía, y qué podía tener de diferente éste chico a resto de los demás que se enamoraban de ella?... Bueno, Nick me gustaba, y sólo me gustaba como cualquier chico de mi edad, él me gustaba bien, lo supe desde ese día en la fiesta de Valeria cuando Elisa llegó con él y nos lo presentó, él y su lindo traje formal en una fiesta cualquiera, sus bellos ojos azules, su sonrisa inocente, su tono de voz, era de esos chicos que sin portar la edad siempre se veían tiernos.

Pero él le pertenecía a Elisa.

Ella lo trataba de la manera más desconsiderada que una persona podía tratar a otra. Elisa creía en su estúpido mundo de perfección que Nick y yo teníamos una excitante aventura a sus espaldas, cuando la muy tonta no se daba cuenta de que Nick sólo tenía ojos y corazón para ella.

Pero ella no lo veía así.

Se enojaba por las cosas más estúpidas, de todo le hacia un drama, le gritaba, incluso varias veces le pegaba o aventaba cosas por su simple berrinche.

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