27 de agosto del 2014.
Siete días después de la muerte de Elisa.— Vaya, Sophia está escribiendo un puto libro o qué — Exclamó Chad refiriéndose a que ella se había tardado.
Ya estaba harto de estar ahí, las estúpidas suposiciones de Valeria y el hostigoso comportamiento de Camila, esa hora era para ya estar en mi casa viendo películas, y tener un día normal después de tanto tiempo.
Valeria estaba dando vueltas como siempre por toda la maldita sala, Chad estaba como idiota revisando su teléfono sin parar y Camila estaba muy, muy cerca de mi invadiendo mi espacio personal.
— Ya estoy harto — Dijo Chad tan fuerte que nos pegaba su frustración — Me siento como en un puto interrogatorio.
— No eres el único — Le respondió Camila.
— Ustedes ya deberían largarse — Les dijo a Valeria y a Camila.
— Yo estoy aquí por Nick — Dijo Camila tomando mi mano — Y seguramente Valeria espera a Sophia, para poder chismear a gusto.
Camila ya empezaba a hostigarme con tanto cariño, era linda pero llegaba a hartar.
— No es necesario — Le dije tiernamente jalando mi mano — Puedes irte.
— No — Dijo dándome un suave beso en la mejilla — Tenemos que hablar.
¿Hablar? De qué podíamos hablar ella y yo, sólo eramos amigos lastimosamente para ella, Camila era encantadora, pero por mucho que intenté nunca pude verla como algo más, además yo seguía queriendo a Elisa, tanto que no podía iniciar ninguna relación sin sentirme culpable.
— Y ya pensaron en lo que dirán, chicos ? — Nos preguntó Valeria — Hablaran de las distintas formas en las que cogían con
Ella? — Preguntó en burla — O de sus sucios secretos.— Define sucios — Le dije.
Ella río sarcástica.
— La muerte de ese hombre el día de la fiesta, el falso accidente de Elisa que usó para abortar, ustedes saben.
Cada vez que alguien hablaba del bebé que Elisa y yo íbamos a tener, me entraba un profundo coraje, no me importaba si era para bien o para mal.
Elisa se había embarazado y eso era malo para su figura, sólo llegó a cumplir cuatro meses de embarazo, una muy ligera y casi visible pancita salia de ella, eso la había enloquecido mucho, así que estúpidamente decidió tirarse por las escaleras de su casa, rodó dos pisos abajo golpeándose fuerte mente en el vientre contra los escalones que de inmediato perdió al bebé.
Elisa estaba feliz por lo bien que había salido su plan.
Yo quería asesinarla lleno de rabia y coraje.
— Ese tema está prohibido — Le respondí tajante.
— Sí, todos sabemos el deseo que tenías por ser papá — Dijo Valeria burlándose — Tan feliz que tuviste que recoger a tu hijo en el charco de sangre al pie de la escalera.
Había sido suficiente.
Me levanté del sofá con ira y me dirigí hacia ella con prisa, una vez estando cerca, la tomé por los hombros y la guié directamente contra el librero que estaba a un costado de la habitación, quería golpearla tan fuerte que ese instinto ya no podía controlarlo, estaba harto de toda la bola de estupideces que me había dicho que esa burla había sido el colmo de mis males.
— Cierra la puta boca ya — Le grité en el rostro volviéndola a azotar contra el librero — También le dijiste a los milano que eras su amiga de faldas, que eres una puta lesbiana de armario y que siempre la amaste — Le pregunté con ira.
Antes de que le hiciera algo más, Chad fue hacia nosotros tomandome por los hombros y haciendo que me alejara de ella poco a poco.
— Tranquilo, Montalvo — Me dijo con calma — No vale la pena.
Entré en razón al instante que regresaba al sofá para sentarme y mirarla con ira.
— No sabía que eso te dolía tanto — Dijo Valeria a modo de disculpa.
— Tu sigues, Chad — Se escuchó la voz de Sophia en la entrada.
Todos volteamos al instante de escucharla.
Chad palideció y tragó saliva lo más que pudo al momento que caminaba a la salida para ir a hablar con los Milano.
— Bien — Nos dijo Sophia al entrar.
Se veía con el rostro hinchado como si todo el tiempo que estuvo con los Milano hubiese llorado.
— Alguien de ustedes dos — Les dijo a Valeria y Camila — Contó con detalle lo de la fiesta, el embarazo de Elisa y el pequeño secreto que ella tenía con Daniel.
Ambas se hicieron las ofendidas que lo reflejaron el rostro.
— Elisa ya está muerta — Les recalcó con firmeza — Pero le dejaron toda la bronca a Nicholas — Les especificó — Ahora a ti te toca contar toda la verdad — Me dijo — Ojalá y tengas suerte.
Entonces supe que Elisa me iba a seguir arruinando la vida aún después de la muerte.
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Conociste a Elisa?
Novela Juvenilella no tenia ningún motivo para suicidarse, yo tenia miles de motivos para dejarla ir, lo hizo y su muerte ahora me persigue tanto como el recuerdo de cuando la conocí. Y todos me preguntan. Conociste a Elisa?