Capítulo 17

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“Veo el futuro sin ti ¿ Qué diablos estaba haciendo en el pasado? Y ahora que he aprendido todo sobre ti, que un amor como el nuestro no duraría, no voy a caer en tus juegos, así que no me odies cuando diga que no lo haces por mi nunca más ” ☝🎶

Finales de Abril del 2014.
Un día después del accidente con las tijeras.

Lo primero que pude escuchar fue un notorio bip-bip-bip-bip que provenía de algún lado, eso me hizo querer despertar pero mi cuerpo se sentía muy cansado, adormecido por un extraño hormigueo que me recorría de pies a cabeza.
Poco a poco intenté abrir los ojos, aunque sentía que los párpados me pesaban puede abrirlos para ver una extraña luz blanca que me lastimaba obligándome a cerrarlos de nuevo, al  abrir los ojos nuevamente se veía todo totalmente borroso, a medida que parpadeaba y venía mi entorno todo se empezaba a hacer más claro y en su lugar.

Lo primero que vi fue el techo que tenia una peculiar lampara de luz tenue, después al girar un poco la cabeza pude ver un pequeño sillón al lado de un buró con dos botellas de agua sobre de el frente a una ventana de persianas cerradas donde entraba poca luz, en seguida vi al lado mio un aparato que marcaba mis signos vitales de donde provenía ese extraño sonido que me despertó lentamente, suspire profundo al instante que me llevaba una mano al rostro y pude sentir una especie de manguera que traía conectada a la nariz y pude ver un curioso aparato en mi dedo índice, y una aguja enterrada en mi antebrazo conectada a una manguera que me traspasaba suero, estaba en un hospital.

En cuestión de segundos se abrió la puerta y entró mi madre junto con una mujer de bata blanca que suponía que era la doctora, mi madre en cuanto me vio hizo una expresión de alivio y de inmediato se sentó en esa pequeña silla que estaba junto a la cama y así poder tomar mi mano, se veía cansada, con el rostro hinchado como si toda la noche se la hubiese pasando llorando.

— Al fin despiertas — Dijo la doctora, su voz la escuchaba como eco — Tranquilo, es normal que te sientas así, efectos que todo el medicamento que te hemos dado.

— Qué... Qué pasó — Apenas pude decir al sentirme débil.

— Eres muy afortunado, tu novia llegó contigo muy rápido.

— Qué — Pregunté al intentar recordar algo en mi mente confusa — Ella... Ella me...

— Te trajo — Me interrumpió la doctora — Los intentaron asaltar pero tú te defendiste, entonces te hirieron, tu novia te trajo de inmediato.

— De qué habla — Pregunté más confundido cerrando los ojos al sentirme mareado.

¿Un asalto? De qué asalto hablaba, mi mente estaba tan confusa y borrosa que no podía pensar sin sentir dolor.

Respiré profundo y al hacerlo sentí un fuerte dolor en el pecho, no sólo interno sino también externo con si tuviera una gran cortada.

La tenia.

Pasé lentamente mi mamo y lo que sentí era una gasa protegiendo la herida, mi mente de estaba dispersando haciendo las imágenes más claras, no había sido un asalto, Elisa me había herido y eso me dolía.

— Dónde está Elisa — Pregunté.

Empezaba a recordar todo con detalle, Elisa había enloquecido y eso la llevó a tomar unas tijeras para herirse y después terminar  hiriéndome a mí, un escalofrío me recorrió al pensar que Elisa si había sido capaz de hacerlo, había sido capaz de herirme para terminar en el hospital.

— Se fue a casa — Me dijo mi madre — Ayer después del accidente se quedó contigo, estaba muy mal, dio su declaración por lo ocurrido, se quedó al pendiente, la mandé a casa para que descansara.

Elisa había mentido! Qué maldito asalto, ella estaba loca, pero por alguna razón yo no podía decir nada de lo ocurrido.

— Es normal que te sientas así, Nick — Me dijo la doctora — Confundido, mareado, como que tus ideas no conectan, es por el medicamento.

No quería saber nada más fe Elisa.

— Por fortuna la herida no fue profunda, no dañó nada, no perdiste mucha sangre, fue superficial, sólo de necesitó sutura y que reposes para que sane.

— Cómo me trajo aquí — Pregunté frotándome el rostro.

— En su carro — Respondió mi madre — De inmediato me llamó, oh, le llamaré para decirle que venga y...

— No — Exclamé interrumpiéndola — No es necesario.

— Le preocupas.

Tanto que intento matarme, sí claro.

— Dejala descansar — Dije nervioso.

— También la que quiete verte es Camila. Está  a fuera.

— Sí, ella sí, dile que pase.

Mi madre salió junto con la doctora para que segundos después pasara Camila corriendo, en cuanto entró, se sentó a la orilla de mi cama acariciando mis mejillas intentando evitar que las lágrimas no salieran de sus ojos.

Me alegraba tanto verla, me hacia sentir tan bien, necesitaba hablar con alguien, sacar lo que sentía y poder llorar con alguien, mi vivía había enloquecido tanto que intentó hacerme daño lográndolo, de qué más era capaz Elisa Milano de hacer?

También le haría daño a Camila.

— Fue ella, ¿ Verdad? — Me preguntó Camila seria tomando mi mano.

Asentí con la cabeza evitando mirarla.

— Dios, Nick — Exclamó molesta y sorprendida — Cómo la dejaste, está muy loca.

— Lo sé — Suspire — Por eso creo que lo mejor será que tú y yo ya no hablemos más.

— Qué — Exclamó con sorpresa — Hablas como si la fueras a perdonar.

No dije nada, una parte de mí odiaba a Elisa, lo odiaba tanto que quería dejarla ya, pero la otra mitad la amaba, esa mitad donde tenia el corazón, ese corazón que era de ella y que no podía vivir sin su amor.

— Es una broma — Aseguró Camila.

Me negué.

— No sé quién está más enfermo, si tú o ella — Dijo poniéndose de pie molesta — Bien, siento molestarte, sólo espero que su enfermizo amor te haga muy feliz.

¡¿Qué demonios pasaba conmigo?! Estaba demente, muy enfermo como para querer seguir con eso, tenía que dejarla, tenia que superarla.

Es sólo que no podía!! Por alguna razón yo siempre terminaba volviendo a ella, terminaba regresando como un perro a su dueño, sólo me faltaba la correa.

Elisa nunca iba a cambiar, yo lo sabia y a un así quería arriesgarme a seguir a su lado.

Ojalá se hubiera cortado las venas, ojala no lo hubiera impedido, ahora ella estaría muerta y yo estaría sin ella, pero no aquí.

Ojala no la hubiera conocido.

Conociste a Elisa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora