...Un corazón helado
por Berelince
19 El lobo del sol...
Rapunzel tomó asiento en una de las sillas que Elsa tenía dispuestas frente a su escritorio cuando la rubia le indicó con un gesto amable que podía hacerlo. Elena se mantuvo vigilante de su princesa, si bien había decidido apostarse en un rincón apartado cercano a la puerta. La Reina carraspeó ligeramente desde su posición anfitriona.
Aguardó de pie por un momento, así como estaba, con el cuerpo ligeramente inclinado hacia adelante, las manos tamborilearon nerviosamente la superficie de madera mientras su mirada cobalto estudiaba con intensidad el libro recubierto de cuero que yacía ahí, terriblemente intrigante en su misterio. Hilos gruesos mantenían unidas las amarillentas páginas a su encuadernación. El emblema de la casa Frei adornaba la portada. El lobo rampante sobre el escudo partido de color plata y azul. La combinación de aquellas tinturas se extendía por todas las figuras, el yelmo de la cima y las hojas de olivo que lo enmarcaban.
Elsa lo había recorrido levemente con las puntas de los dedos cuando lo depositaron en sus manos. No hacía falta que el lema se leyera ya que aquella heráldica lo representaba perfectamente.
"El triunfo del que vive sin tiempo y en libertad." se recordó a sí misma, con la voz entrecortada por el nudo que se le había formado en la garganta.—No entiendo, princesa —dijo Elsa enarcando una ceja en su extrañeza—. ¿Por qué Kyla Frei le encomendaría a usted esta tarea?
—Ella no me solicitó nada —confesó la castaña con una sonrisa culpable—, pero cuando Elena me informó que esa joven quería hacerle llegar este libro, tuve que inmiscuirme y asegurarme que todo saliera como Frei lo deseaba. Es lo menos que podía hacer por ella.
El rostro de la Reina expresaba bastante confusión, Rapunzel sonrió ligeramente mientras se palpaba las puntas de su corta cabellera.
—Digamos que entiendo lo que ha experimentado, majestad. Al igual que usted, tuve una vida que se vio afectada por contar con un don mágico —la miró con significado mientras Elsa enarcaba las cejas—. También podría decirse que cursé por un evento de gran magnitud que cambió por completo mi historia. La familia real de Corona tiene por ello una deuda muy grande con los Frei. Le debo toda mi felicidad a Kyla, la sabia blanca.
Elsa abrió la boca sin podérselo creer. ¿Rapunzel era mágica como ella? No podía imaginarse tal cosa. La princesa era tan menuda y alegre que nada en su apariencia sugería que algo raro estuviese ocurriendo con ella, razonó al tomar de ejemplos su propia cabellera platinada y la mirada violeta de Kyla. La Reina lo meditó mejor. Aunque el estilo de su cabello era muy peculiar. No parecía ser el adecuado para una joven de la realeza, ¿Y qué tenía que ver Kyla en todo aquello?, se pensó de pronto. ¿Tendría que ver eso con esa frase que solía decirle? ¿Que la magia siempre hallaba los medios para encontrarse? La monarca exhaló, recuperando un poco la compostura, consciente de que había barrido groseramente a su invitada con la vista en aquel tren de pensamiento suyo; amagó un gesto de noble disculpa antes de optar por sentarse finalmente. La heredera de Corona le obsequió una sonrisa, librándola de cualquier ofensa.
—Yo nací con una cabellera dorada que resplandecía con la magia y las propiedades de la flor solar —explicó la germana, adivinándole el pensamiento—. Con ella era capaz de curar cualquier enfermedad o daño, incluso podía deshacer los efectos del tiempo y retrasar la muerte. Era un don tan maravilloso como puede sonar.
Elsa frunció el entrecejo al procesarlo. Una magia de ese tipo podría haber hecho mucho por Kyla en aquel momento que enfrentaba el desahucio. La Reina se mordió el labio mientras estudiaba la melena castaña de la princesa que se veía de lo más ordinaria.
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Frozen Fanfic | Un Corazón Helado
FanfictionElsa es la reclusa Regente de Arendelle y Kyla la errante Sabia de Corona con la que se escribe desde la infancia a razón de una vieja promesa. La Profecía del Invierno Eterno, aguarda. Los caminos del destino se entrelazan y los sueños se convierte...