NOTA DE AUTOR:
Frozen y demás personajes pertenecen a Disney.
Esta es una obra de ficción y no es una historia apta para niños....
Un corazón helado
por Berelince
13 La völva y la seiðr...
Cuando Elsa fue capaz de entornar la mirada tuvo que contener el aliento. Apretó con fuerza los dedos trigueños que sostenía contra su pecho. Kyla la observaba impasible, con sus atavíos escarlatas inmaculados y la capa roja que se agitaba junto con su morena melena, presas de ráfagas polares que le arremetían el cuerpo con implacable constancia. Si acaso aquello le causaba algún malestar, Kyla nunca lo expresó. Elsa se observó sus propias prendas de color azul (tan parecidas a las que alguna vez portara su propia madre) y frunció el entrecejo, sabiéndose desnuda con anterioridad, envuelta solamente con una vieja capa blanca acanelada.
Habían abandonado los aposentos de la sabia, eso resultaba evidente con tan solo echar un vistazo al paisaje que se pintaba alrededor.
La nieve le devoraba los tobillos a Elsa, el viento arremolinaba la escarcha que se le anidaba en el cabello platinado y las largas pestañas. Como había esperado, ese embiste helado no la perturbó, aunque sí la llenó de extrañeza. Un solitario silbido reverberó en esa cima inclemente, como si le reclamara a esas extrañas la profanación de su prístino suelo. La regente entorno la mirada cobalto y arrugó la frente, reconociendo aquella geografía.
—Esta es la Montaña del Norte —jadeó la princesa al estudiar el fiordo que circundaba ese pico nevado en la lejanía
—. ¿Cómo es posible que estemos aquí?Kyla se mantuvo observando a la distancia, como si se encontrara apreciando algo que para Elsa fuera imposible de descifrar. La miró intensamente antes de atreverse a responderle.
—Porque yo nos traje —le soltó con voz rasposa.
Elsa torció las cejas, buscó en esa angustiada mirada amatista la manera de encontrarle sentido a aquello. Se observó las manos transparentes y el brillo etéreo de la piel de la morena que le resultaba tan familiar ahora que lo razonaba de mejor forma.
—¿Qué es lo que somos? —le soltó, intentando tomar un puñado de nieve entre las manos, pero sin conseguirlo.
—Creí que había quedado muy claro que somos pareja ahora —le contestó la sabia, encogiéndose de hombros al sonreírle con candidez sabiendo que la pregunta de la regente había sido una diferente.
Elsa frunció los labios e hizo lo posible por ignorar las repercusiones de eso. (Esperando que no se le notara mucho el color en las mejillas) Tendrían que hablarlo más adelante, por supuesto; pero en ese instante eran otras dudas las que esperaba le fueran aclaradas.
—¿Realmente estamos aquí? —inquirió Elsa, desconcertadamente.
—Lo estamos —corroboró Kyla cruzándose de brazos, se ensortijó un mechón del cabello entre los dedos en lo que parecía sopesar las palabras que usaría—. Nuestros cuerpos están justo donde los dejamos, pero una parte de nuestra conciencia ha llegado hasta este sitio —se puso a gesticular con las manos en un intento por explicarse mejor—. En lecturas antiguas y de oriente hay registros de personas que fueron capaces de abandonar su forma física mientras meditaban o dormían, con el fin de alcanzar un estado que bautizaron como trance. Lo llevaban a cabo con el fin de contactarse con el mundo espiritual. Era una forma de acercarse más a los dioses —Kyla frunció el entrecejo encogiéndose de hombros—. Debido a la magia imbuida en mis ojos, he podido hacer este tipo de viajes desde muy joven, aunque me tomó mucho tiempo dominarlo de esta forma —le dijo a Elsa, mostrándole los dedos relucientes—. Nada puede lastimarte aquí mientras conservemos esta forma —le aseguró al notarle el gesto aprehensivo—. Yo cuidaré de ti.
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Frozen Fanfic | Un Corazón Helado
FanficElsa es la reclusa Regente de Arendelle y Kyla la errante Sabia de Corona con la que se escribe desde la infancia a razón de una vieja promesa. La Profecía del Invierno Eterno, aguarda. Los caminos del destino se entrelazan y los sueños se convierte...