NOTA DE AUTOR:
La canción utilizada en este capítulo le pertenece a Paramore.
Frozen y demás personajes pertenecen a Disney. Esta es una obra de ficción y no es una historia apta para niños.
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Un corazón helado
por Berelince
10 El cisne y el cuervo...
Kyla miraba el cielo de color gris, nebuloso en esa inmensidad que se le extendía ante los ojos abiertos de aquel extraño aturdimiento. La tenue nevada que se precipitaba copiosamente le humedecía la piel y los cabellos azabaches que se le arremolinaban sobre el sonrosado rostro y bajo la espalda, amortiguándole el helado impacto de la nieve sobre la que estaba tendida. No podía moverse. Los miembros le pesaban terriblemente por lo que solo pudo quedarse inmóvil mientras el aliento se le convertía en vapor sobre la cara y las lágrimas le escocían en la abrumada mirada que no se atrevió a apartar de la seguridad de su ignorancia.
Podía escucharla acercarse. Esa sombra que hizo crujir el hielo compactado bajo sus aterradoras pisadas y estiró esa enorme mano de angulosos dedos que le traspasaron dolorosamente la carne del pecho a la morena al sumergirla en esa frialdad lacerante que le caló hasta los huesos y la hizo sacudirse en sufrimiento.
Kyla gritó. Gritó desesperadamente como nunca en su vida creyó haberlo hecho. Constriñendo ojos y dientes en su agonía mientras la sangre caliente se le derramaba sobre el suelo lodoso. Creía que podría perder la cordura si ése castigo se alargaba más de lo necesario. Abrió la brillante contemplación amatista de golpe, cuando el aire le escapó de los labios en un violento jadeo y entonces pudo verla. La sabia resopló agitada siguiendo sus movimientos con lo último de las fuerzas que la iban abandonando junto al líquido vital que le manaba de su herida abierta e iba tiñendo la escarcha de rojo. Aquella bestia esbozó una sonrisa detestable y arremetió contra ella cuando la tormenta arreció inclemente y poderosa, atravesando a la morena como si se tratara de un frágil trozo de papel que no tuviera otra opción más que partirse inútilmente en pedazos ante tal rudeza.
Todo para Kyla se transmutó en dolor en ese instante. Como si su sinapsis nerviosa solo fuera capaz de procesar esa instrucción. Una tortura ardiente e insoportable le recorrió el helado cuerpo como si le fluyera por las venas. Un daño agónico, punzante...
...Interminable...
Kyla se estremeció, ahogó un gemido cuando despertó y se enderezó sobre los codos temblando ligeramente. Un sudor frío le bañaba la frente que se limpió con el antebrazo mientras el aire seguía llenando y vaciando sus pulmones, el palpitar le retumbaba en todas las venas del cuerpo. La morena se sentó al borde de la cama concentrándose en la idea de tranquilizarse. Se levantó y caminó torpemente al lavamanos en donde se sirvió un vaso de agua que bebió a grandes tragos. Apoyó la frente sobre el puño cerrado que colocó en la pared y en donde recargó débilmente su peso. Sentía en su humillación que su cuerpo no podía dejar de tiritar.
—Ese ser vil nunca va a dejar de atormentarme... —se pensó ella chocando los molares.
La morena resopló, se llevó la mano al dolorido pecho.
No tenía nada que temer, se repetía ansiosamente. Estaba a salvo. Estaba viva.
Estaba con ella.
Kyla desvió la mirada, la posó en la figura durmiente de la regente de Arendelle que había estado reposando a su lado sin percatarse de aquel sobresalto por parte de la sabia. La morena curvó los labios levemente cuando la conmoción la fue abandonando y se perdió entonces en la dulce tarea de admirarla.
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Frozen Fanfic | Un Corazón Helado
ФанфикElsa es la reclusa Regente de Arendelle y Kyla la errante Sabia de Corona con la que se escribe desde la infancia a razón de una vieja promesa. La Profecía del Invierno Eterno, aguarda. Los caminos del destino se entrelazan y los sueños se convierte...