~De un contrato a la acción~

2.4K 273 29
                                    


"Si por mí pierdes tus alas, déjame y vuela libremente"


Un contrato es un acuerdo entre dos o más partes, en virtud del cual se obligan recíprocamente a ciertas cosas, en este caso, Sasuke había cerrado un trato con aquel demonio de bellos ojos sin siquiera notarlo. Y no era consciente de lo que eso realmente significaba.

Naruto clavó su mirada, como dagas carmesíes, sobre el blanco cuerpo del estudiante. Y empezó a preguntarse mentalmente como seria su sabor, su olor...como seria escucharlo gritar y gemir al mismo tiempo... que sensación maravillosa seria poseerlo y no dejarlo escapar. Pensamientos maliciosos brotaban como abejas al golpear un panel. Tal fue su sonrisa ante tantas pervertidas posibilidades de someter al Uchiha que unos finos colmillos resaltaban blancos entre todos sus otros dientes. Con su lengua los delineó y saboreó sus labios, notando un fuerte calor ante tales imágenes en su mente. No era cualquier tipo de calor, era uno que no desaparecía con facilidad.

Sasuke se removió en el lugar incómodo. Estaba parado junto a la cama y aunque quería salir de allí, su cuerpo no le respondía. Al ver los colmillos del joven frente a él, no se sorprendió como hubiera esperado. ¿Qué podía ser más raro y sorprendente que esa situación que era digna de un cuento de ficción? Ya no se sorprendía tan fácilmente. Después de todo, no era una simple persona la que tenía frente, sino un "demonio". Pero la insistente mirada de Naruto comenzaba a intimidarlo, perforado en su escudo de indiferencia.

—Anteriormente dijiste algo sobre un contrato... —No le gustaba para nada el silencio de aquel ser con orejas gatunas, le hacía pensar que estaba planeando algo. Y no estaba seguro de querer saber lo que era.

— ¿hm?... —Naruto salió de su ensoñación apta solo para mayores. — ...A si, un demonio luego de ser llamado tiene dos opciones; Primero: hacer un pacto con el humano (o demonio) que lo llamó. Segundo: Matar al humano y ser libre. —Luego de escuchar esas palabras, un viento frio chocó el cuerpo de Sasuke, haciéndolo retroceder un paso y temblar al mismo tiempo. —y Tercero: Volver por donde vinimos y seguir descansando, lo que significa, ignorar a quien nos llamó. Creo que esas son todas, ya ni me acuerdo. —Luego, hizo un ademan con la mano, como si todo eso fuesen tonterías y no importaran en absoluto.

Sasuke se había quedado sin palabras. Pero no por miedo, sino por curiosidad, había tantas cosas que quería saber, que quería preguntar, pero no sabía por dónde empezar.

—Los humanos nos llaman sin saber lo que hacen, son tan ingenuos que piensan que no pasara nada, y luego terminan gritando de miedo cuando sienten nuestras presencias o nos ven. Tú, por otra parte, me has sorprendido, estuviste a punto de salir corriendo, pero te contuviste. — Dijo esto último en forma de broma acompañando las palabras con una risita oculta. —Siempre somos llamados o "invocados" por idiotas. —Dijo fastidiado. —No es la primera vez que me traen al mundo humano, pero... —Levanto su índice y señalo al de cabellos negros. —tú fuiste el primero que consiguió verme. Sasuke, si quieres conocer mi vida y el contrato, puedes leer tranquilamente el libro. —Esta vez miró de reojo por unos segundos el libro, para luego volver a concentrarse en el joven.

El menor de la familia Uchiha, volvió a acercarse, pero esta vez se sentó en la cama y tomó el libro dispuesto a leerlo. Pero Naruto tenía otros planes.

—Pequeño mío, creo que sería mejor que yo te enseñe cual es el contrato que pactaste conmigo —No pudo evitar ni ocultar una sonrisa llena de una maldad que Sasuke no pudo definir. El rubio se arrimó al joven que permanecía estático en el lugar, sin reaccionar.

—Espera un segundo. —Interpuso una mano, deteniendo a Naruto. No sabía lo que éste último tramaba, pero algo le decía que no saberlo era una mejor opción. — ¿En qué momento yo pacté algo contigo? —Preguntó arqueando una ceja. Expresando claramente "no puedes engañarme".

—Ah ... Es verdad, hay algo curioso que olvide mencionarte...—Dijo retomando su acercamiento, ignorando deliberadamente la mano que comenzaba a perder firmeza. —Nosotros tenemos la posibilidad de escribir el trato... —Tomó por la muñeca el brazo de un Sasuke congelado y la bajó, pudiendo así, acercarse tanto que sus alientos chocaban en sus rostros. —Y sabes algo pequeño...—Se sentía triunfante. —nuestro pacto determina que... tú...eres mío. —Una vez dicho eso, tomó por la nuca al atónito joven de ojos negros y acortó la distancia completamente, plantándole un beso en la comisura de sus labios.

Le tomo un par de segundos a su cerebro descifrar lo que estaba pasando. Pero una vez activado, Sasuke empujó al demonio y se paró rápidamente, alejándose ante la mirada de un sonriente Naruto.

— ¿¡Pero que rayos haces!? —Gritó, no pudiendo definir sus emociones.

—Tus labios son más sabrosos de lo que imaginé. —Fue la respuesta del rubio, acariciando el borde de sus labios que habían hecho contacto con los del otro joven.

—En ningún momento estuve de acuerdo con ningún tipo de trato, pacto o lo que sea, me importa un comino que tú puedas escribirlo sin que yo me entere, pero no tienes mi consentimiento, ¡por lo tanto no es un contrato! —Concluyó satisfecho, y a la vez aturdido por el reciente acto descarado por parte del rubio.

—No lo entiendes ¿verdad? —Rio audiblemente ante la astucia del peli negro, pero por más escusas y vueltas que el otro pudiera buscar, ya estaba pactado y no se podía borrar. —Cuando me dijiste tu nombre estabas aceptando el contrato, solo bastó con eso para firmar tu entrega de cuerpo y alma de forma total y absoluta a mí. —Gozó de la mirada desorbitada y pasmada del otro. Entonces Sasuke recordó el instante cuando digo su nombre. En ese momento no había pensado en las consecuencias que le podía significar responder a aquella pregunta.

"— ¡Hey! Dime tu nombre —" El rubio pronuncio sus palabras como una orden, pero el tono era contrarrestado con la socarrona sonrisa de burla.

Ahora, por solo decir Sasuke, estaba atrapado en una formalidad que lo nombraba a él mismo como propiedad de un demonio. Era imposible, no conseguía aceptar semejante cosa. Pero presentía que no podía escapar de ninguna forma, y la idea lo asusto un poco. ¿Qué pretendía aquel ser salido de un libro? ¿Qué significaba ser propiedad de un demonio? Y luego, su mar de preguntas desembocó en una que lo atormentó, pero no por el hecho del acto en sí, sino por lo que eso significaba particularmente ¿Por qué lo había besado? Y no solo eso lo abrumó sino el raro sentimiento que eso despertó en él, de alguna forma, ese beso no le había repugnado ni mucho menos disgustado. Naruto aprovechó el momento de silencio y letargo del joven de ojos oscuros, y en un movimiento ágil y veloz, consiguió tirarlo a la cama y posicionarse sobre él sujetando firmemente con una mano sus muñecas por sobre su cabeza. Y con la mano libre, recorrió cuidadosamente con su uña el desnudo pecho del sometido joven, desde el cuello hasta la parte baja, donde la costura del pantalón lo obligo a detenerse.

— ¿Qué haces? Suéltame... ¡Detente! —Sasuke comenzó a exasperarse al ver que no podía zafarse del agarre del rubio, y que éste satisfecho por eso, acercó su rostro a su hombro y comenzó a lamer ese sector de piel desnuda.

—Te dije que te demostraría el poder del contrato. —Naruto se deleitó con la cara de desesperación del otro, ahora la acción comenzaba, y eso, sí que lo disfrutaría. Marcaria lo que era suyo.

Era el fin de las palabras, y el comienzo de las acciones.


Demangel [NaruSasu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora