~De un enamorado a un celoso~

1.6K 206 73
                                    

En su mente había dos palabras que revoloteaban incesantes impidiéndole concentrarse en las cosas que debía hacer. Desde hacía un tiempo había comenzado a sentir algo que nunca había sentido. Al principio lo ignoró y lo apartó de sus pensamientos, pero con cada día que pasaba, ese sentimiento reclamaba con más fuerza ser atendido y demostrado. Sai sabía que tenía que decir esas dos palabras que lo atormentaban, pero... por alguna misteriosa razón que desconocía, le estaba costando pronunciarlas...

Siempre ser sincero y directo. Continuamente lo había sido. ¿Y ahora porque no podía? No era tan difícil ¿O sí? Sasuke esperaba a que su, inesperadamente indeciso, amigo pudiera encontrar las palabras adecuadas para decirle aquello que quería pero que le estaba costando. Le daría el tiempo necesario.

Entonces, como iluminado por un reflector, el estudiante cayó en la cuenta de un pequeño detalle que había ignorado. Su amigo le acababa de confesar que era homosexual. No era algo del otro mundo y menos aún si él también compartía el gusto por hombres. Pero luego de eso, Sai quería confesarle algo más, y se le notaba que no era nada fácil de decir. La conclusión que su mente formuló enseguida fue... Sai le iba a confesar su amor ¿tal vez?

Abrió los ojos grandes. Ese pensamiento lo sorprendió de sobremanera. Nunca hubiera pensado que su amigo sentiría algo por él. ¿Y si era eso? Y si Sai le confesaba que lo quería ¿Qué haría? Estaba claro que no podría aceptar sus sentimientos, pero ¿cómo se lo diría? Nunca le costó mucho trabajo ignorar a las chicas histéricas que se le insinuaba, nunca le costó tirar a la basura las cartas y papelitos con su nombre, nunca le costó valerse de la ley de hielo para que no lo molestaran, pero ahora era muy diferente. Era su amigo, el único que tenía. Tanto se había concentrado en sus propios pensamientos que no notó cuando Sai se paró y se acercó a él, parándose justo al lado. Sino que reaccionó cuando ya lo tenía pegado a su silla, mirándolo desde arriba. Dio un respingo al notar que estaba tan cerca. Algo nervioso, aunque no quisiera admitirlo, terminó su te, ignorando de cierta forma la actitud de su amigo.

- ¿Qué sucede Sai? Estas actuando raro. - Al dar el último sorbo, dejó la tasa y giró su cabeza para mirar directamente a su amigo. Éste simplemente lo miró, sin dar un paso hacia tras ni hacia delante. Sasuke suspiró. Se le había pasado ese desconcierto y esos pensamientos perdieron ese leve miedo de no saber cómo reaccionar si Sai decía lo que él había supuesto. Adquirió nuevamente su seriedad. - Si no vas a decirme nada, apártate. - Expresó autoritariamente, tomando su tasa para llevarla al lavado de la cocina.

Sai parpadeó un par de veces impactado por el cambio en la actitud de su amigo. Siempre era así de autoritario, pero nunca lo era tanto con él. Aun así, permaneció firme en el lugar.

Al no ver ningún indició por parte del otro, Sasuke arrastró con sus pies la silla para atrás y así tener más lugar para salir por el otro costado. Una vez de pie dio un par de pasos hacia la cocina, pero Sai lo detuvo.

Fue tan rápido y brusco el movimiento de Sai, que al tomar por las muñecas a Sasuke, este no pudo evitar que la tasa callera al suelo rompiéndose y haciendo un eco en toda la sala.

Sai acorraló a su azabache compañero contra la pared, y sostenía sus muñecas por sobre su cabeza. Se arrimó al cuerpo delgado de su amigo y acercó su rostro para poder decirle de una buena vez por todas lo que quería decirle.

- Sasuke, tú te convertiste en mi amigo, y hace tiempo dejaste de serlo, porque no quiero ser solamente tu amigo... - No era el discurso que había preparado, pero fue lo primero que le salió del corazón, esa era la pura verdad. - Te quiero. - Por fin había pronunciado esas dos palabras que tanto acosaban su mente.

Impulsado por la adrenalina de confesarse, y siguiendo ese mismo impulso comenzó a acercarse al labio de Sasuke dispuesto a besarlo. No sabía lo que tenía que hacer en situaciones como esas, jamás había pasado por algo similar. Pero no iba a detenerse.

No sabía qué hacer, estaba tan extrañado por lo repentino que había sido lo de Sai, y por aquellas palabras que corroboraban su hipótesis que se sentía aturdido. No sabía para donde correr, sus manos estaban fuertemente agarradas y su cuerpo completamente aprisionado. Tal vez no le costaría mucho zafarse, pero no quería hacerle eso a su amigo. Estaba a punto de besarlo. Bajó la cabeza apartando su rostro. Pero una mano pálida lo sostuvo del mentón.

- Sasuke, te quiero. - Susurró mirándolo con ojos que jamás había visto en Sai.

Cerró los ojos, era su amigo, pero no podía hacerlo, no podía aceptar ese sentimiento. Él ya se había enamorado y su corazón le pertenecía a alguien más. Él era propiedad de un dominio de rubios cabellos y ojos celestes que hasta entonces dormía tranquilamente. Estaba dispuesto a páralo, le iba a decir la verdad a Sai. No quería besos de otra persona que no fuera Naruto.

- Sai, no... - El ruido de un fuerte golpe detuvo sus palabras y llamó su atención sobresaltándolo. Tanto él como Sai miraron de inmediato hacia la puerta que daba a los dormitorios y al baño.

En el umbral de la puerta se encontraba Naruto, parado de forma inclinada y con ambas manos agarrando cada lado de la pared, con la cabeza mirando hacia abajo. El aura rojiza que Sasuke había visto la noche anterior, ahora lo recubría nuevamente pero más roja y más extensa, esta vez se podía ver claramente como las colas se movían de un lado hacia el otro. Sus uñas se extendieron de tal forma que parecían peligrosas garras.

Sai había quedado pasmado al ver aquella figura sobrehumana, apartándose por la impresión y dejando libre a su amigo, que miraba de forma similar al rubio.

- Naruto... - Sasuke lo nombró, pero el moreno ni se inmutó. - Naruto. - Volvió a llamarlo, esta vez el aludido comenzó a levantar su rostro. Sus ojos eran tan rojos y cargados de traición que parecían el fuego más vivo y caliente que pudiera existir. Estaba enojado.

- ¿Quién demonios eres? - Preguntó elevando la voz. Se le notaba su enfado y su desagrado hacia aquel que se había acercado demasiado a su propiedad. - ¿QUIEN DEMONIOS TE CREES PARA TOCAR A MI SASUKE? - Gritó mirando con ojos furiosos a Sai. - Te lo repito una vez más ¿Quién eres? ¡Dime tu nombre! - Exigió señalándolo con un dedo acusador.

Sasuke reaccionó. ¿Para qué quería el nombre de su amigo? Pensó rápidamente y recordó que también se lo había pedido a él, fue lo primero que le pidió. ¿Acaso pretendía hacerle algo a Sai? Se reprimió por no haber leído el libro en donde supuestamente se encontraba escrito su contrato, seguramente ahí debería de haber información sobre el demonio Naruto. Todo se veía peor de lo que en verdad era, debía decírselo al rubio antes de que lastimara a Sai. Se paró delante de su amigo, escondiéndolo tras su espalada. - ¿Qué pretendes? - Le preguntó a un rubio que lo miraba sorprendido.

- Lo convertiré en mascota de demonios, o tal vez en alimento para alguno de ellos. ¿Acaso lo defiendes? - Estaba dolido, lo único que quería era ayudar apartando aquel que había intentado sobrepasarse y Sasuke solo lo defendía. - ¿Acaso te gustaría que no haya aparecido así ese bastardo te besaba y sabe dios que más hacia? - Quería devorar integro al sujeto que se escondía detrás de su azabache amante. No permitiría que lo vuelva a tocar. ¡Sasuke era suyo!

- ¡Naruto! No digas estupideces, él es un amigo mío. - Dijo tomando valor. Estaba más que claro que el rubio estaba celoso y había visto solo una parte de lo que pasaba, malinterpretando la situación. - Él solo vino a hablar conmigo de algo importante. Sai no sabía que estabas aquí, él no sabía que yo estoy contigo. - Notó que en sus palabras estaba escrita la palabra novios indirectamente. ¿Pareja? ¿Amantes? Apartó de su mente aquellos pensamientos que no venían al caso en ese momento y comenzó a caminar hacia el rubio. Una vez que estuvo a un paso del demonio moreno, extendió sus brazos y abrazó fuertemente a Naruto. Este último respiraba agitadamente y su corazón latía con fuerza dentro de su pecho.

Sai no comprendía que era todo aquello. El sujeto rubio no era humano o por lo menos no lo parecía. Por alguna razón se le vino la idea de detener a Sasuke para evitar que aquel misterioso hombre rubio lo lastimara. Se alivió al ver que ese pensamiento era ridículo, ellos dos ya se conocían. No entendía nada. Simplemente quedo en silencio, con la olímpica necesidad de salir corriendo de allí. Por mientras esperaría y miraría.

Tal vez no había sido buena idea confesar lo que sentía.

Demangel [NaruSasu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora