~De una pregunta a la cuestión~

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Sasuke inmediatamente comprendió lo que aquellas palabras significaban. Se había sobresaltado, no era nada bueno lo que auguraba aquel mensaje, pero nada se podía hacer. Cerró los ojos y respiró con fuerza. Sorpresivamente, no lo costó tranquilizarse, en poco tiempo estaba relajado.


Por su parte, Naruto se puso nervioso, se levantó de un salto y con los ojos rojos encendidos en furia y en angustia arremetió contra Gaara, quien con facilidad esquivó el repentino e impulsivo ataque desequilibrado de su demonio amigo. Cayó al suelo desparramándose en éste. Por unos segundos no intento levantarse. Se sentía horrible, frustrado, angustiado, adolorido... todo su ser interno estaba sufriendo. El aura roja se extendió por todo su cuerpo, las nueve colas se arremolinaban de un lado a otro. Cuando apoyó sus manos para levantarse, sintió una rodilla clavándose en su columna, y un peso que lo aplastaba. Pronto sus manos fueron llevadas a su espalda y agarradas fuertemente incapacitándolo de realizar cualquier movimiento.

- Cálmate Naruto... - Garra, sin esfuerzo alguno, apretó las muñecas del rubio y lo retuvo quieto en el lugar. - Compórtate.


- Suéltame, ¡maldición! - Su lado izquierdo estaba estampado contra el piso. - Tiene que haber alguna forma, ¡yo lo sé! - quería convencerse de aquello, pero era algo que verdaderamente sentía en su interior. Encontrar una manera de solucionar aquel inesperado problema, que podía llevarlo a la separación e incluso a la muerte, era lo que más deseaba en ese momento.


Un nuevo silencio se formó incómodamente en el cuarto revuelto del estudiante, los presentes no sabían siquiera que decir para cortar con aquella situación inesperada. Sai, había retrocedido un par de pasos, asustado ante el rudo movimiento del rubio y completamente desencajado ante el aura sobrenatural que por segunda vez observaba. Sasuke respirando profundamente, se levantó de la cama y miró al suelo, donde se encontraban los dos demonios forcejeando.


El ambiente comenzaba a calentarse, literalmente, las auras rojizas que ahora se extendían por ambos cuerpos, despedían una energía ardiente que empezaba a sofocar el espacio cerrado de la habitación.

- ¡Deténganse ya mismo! - vociferó Sasuke llevando una de sus manos a la cabeza por el dolor que le causó hacer esfuerzo por levantarse y hablar fuertemente. Tan pronto como trastabilló, algo aturdido y manteniendo la mano en su cabeza, los brazos de Sai lo rodearon para ayudarlo a estabilizarse. - Gracias. - susurró cerrando con fuerza los ojos. ¡Por Dios! Todo el cuerpo le dolía. Antes de que el compañero del de cabellos negros pudiera hacer un solo movimiento más, las manos fuertes y enrojecidas de Naruto lo tenían aprisionado del cuello. Sus largas uñas amenazaban con desgarrar y herir la pálida piel de un aterrado Sai.


- Nunca más vuelvas a poner un solo dedo encima de Sasuke. - Pronunció mostrando unos feroces colmillos, y agitando sus nueve colas con impaciencia de un lado a otro. Ese maldito "amigo" volvía a tocar a SU Sasuke. Estaba dispuesto a apretar con más fuerza sus dedos entorno a aquella frágil piel.


- ¡¿Pero qué demonios te sucede?! ¡Suéltalo ya! - Sasuke le reclamaba enfurecido. Estiró la mano, dispuesto a separar a ambos, pero al tocar el hombro del rubio, tuvo que quitarla con rapidez, pues la piel de Naruto lo quemaba. Se llevó la mano al pecho y la observó con cuidado incrédulo ante lo que había sucedido. - Me ha quemado...


Naruto volteó su rostro angustiado olvidándose por completo del joven al cual soltó con brusquedad dejándolo caer al suelo, quien, respirando con dificultad, trataba de llenar con aire sus pulmones. Caminó hacia su amante y se arrodilló sin dejar de mirarlo a los ojos.

- No quiero... -Le costaba hablar, las palabras le dolían, sus ojos comenzaban a mostrarse aguados, haciendo que las imágenes se volvieran borrosas. - no quiero separarme de ti. - Su cuerpo ya no aceptaba a aquel joven de cabellos negros y piel blanca. Su cuerpo demoníaco comenzaba a rechazar el cuerpo angelical de Sasuke.

- Es muy raro que esto no haya pasado antes. - Sorprendió Gaara hablando desde una esquina de la habitación. - Desde un comienzo Sasuke no debería haber podido tocar ni siquiera el libro. - Quedó pensando unos segundos. - Me habías dicho que te había quemado en una oportunidad, la primera vez que lo tocaste, ¿verdad? - Miró hacia el azabache y éste le respondió con un simple movimiento de cabeza afirmativo. - Pues eso tiene sentido. Escúchame bien Sasuke y tú también Naruto, por si no lo tienes en claro, la sangre demoníaca y la angelical no son compatibles, no pueden estar unidas. Entiendan que deben resolver esto antes de que se agravie. Naruto, lo que menos quiero es que salga alguien lastimado, pero deben hacer algo rápidamente. - Aunque tal vez sus gestos y sus palabras no lo dejaran a la vista, realmente estaba preocupado. No era la primera vez que veía un desastre como ese, pero nunca se hubiese imaginado encontrarse con un semi ángel. Era algo inesperado y realmente alarmante. Si alguien más se enteraba de aquello... Sasuke estaba en peligro. Y Naruto estaría involucrado.

Naruto se abalanzó sobre el cuerpo de Sasuke, abrazándolo con fuerza de la cintura y hundiendo su rostro en el abdomen, pues aún seguía arrodillado. Su aura había desaparecido, pero eso no quitaba el hecho de que podía quemar la delicada piel de su amante. Pero no había podido evitarlo, deseaba tocarlo. Sintió los brazos y las manos del de cabellos oscuros acariciando su espalda. Eso solo, ese simple abrazo lo llenó de tranquilidad y paz. Paz que no duro mucho tiempo, pronto comenzó a escuchar unos leves y vagamente ocultos gemidos y quejidos. Su contacto estaba lastimando a Sasuke, aun así, este último no lo soltaba ni lo separaba de su cuerpo.

Demangel [NaruSasu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora