Demangel [NaruSasu]

~De un amigo a una sorpresa~

- ¿Te sucede algo Naruto? ¿Te encuentras bien? - Preguntó el de cabellos negros algo preocupado al ver que su compañero se tambaleó al caminar.

- Si...solo estoy un poco cansado... - respondió tomándose la cabeza con una mano. Se había mareado un poco, pero igualmente tuvo que sostenerse apoyándose contra la pared más cercana.

- Vamos, déjame ayudarte. - Tomó un brazo del rubio y se lo pasó por el hombro para que pudiera apoyarse en su cuerpo y con calma lo llevó a la habitación. Una vez dentro, lo sentó en la cama. - Descansa un poco. - Le quitó los zapatos y le subió los pies a la cama para que se acostara.

- Hace tanto tiempo que no salgo... no estoy acostumbrado... - Se había acomodado y cerraba los ojos lentamente. - Mierda, he dormido siglos y ahora que estoy aquí, mi cuerpo me exige descansar. - Dijo fastidiado.

- Vamos, descansa. Tendrás mucho tiempo luego para seguir contemplando el mundo. - Luego se giró y se dispuso a salir del cuarto y dejar a Naruto para que durmiera tranquilo.

La mano grande del rubio lo detuvo de su camina. No le dijo nada, pero comprendió lo que quería. Tal vez era más grande que él en cuerpo y en edad, pero por lo que veía era una "persona" que había estado en plena soledad y necesitaba su compañía hasta en pequeñeces como esa.

- Duerme Naruto, yo estaré aquí. - Se sentó junto al demonio y acarició los cabellos rubios de éste. Hacia menos de 24 horas que había conocido a ese extraño y misterioso personaje, pero parecía que eran íntimos desde toda la vida. Aun así, él no conocía nada sobre el rubio demonio llamado Naruto. No sabía casi nada de su ser como demonio, ni tampoco de su pasado.

¿Cómo es la vida para un demonio? ¿A cuántos humanos conocerá? ¿Cuántos demonios como él existen? ¿Su familia? Dijo que había vivido por siglos ¿acaso antes que él, había alguna otra persona importante para el rubio? Ese pensamiento le dolió, su encuentro paso rápidamente al sexo y de ahí a tener una relación como de parejas, todo fue tan rápido que comenzaba a sentir que era falso e imposible ¿Quién conoce a otra persona y a las cuatro horas ya se enamoraron e hicieron el amor dos veces?

Suspiró aturdido. Ahí en su cama se encontraba nada más ni nada menos que un demonio ¿Qué loco no? Y se había enamorado rápidamente, algo completamente desconcertante para su propia mente, pero acogedora para su corazón. No sabía mucho sobre relaciones y de la nada ahora tenía viviendo en su casa a su... ¿compañero? Aun no tenia en claro que tipo de relación era.

Miró los cabellos rubios del dormido sujeto y con cuidado tocó una de las orejas felinas, eran muy suaves. Rápidamente dejo de mover su mano al notar como el joven se removió en el lugar ante el tacto. Seguramente era un lugar muy sensible. De pronto lo invadió un vago recuerdo de cuando era pequeño y vivía con sus padres.

"Caminaba alegre por las calles de un barrió tranquilo, cargando en su espalda una mochila repleta de libros y elementos escolares. Tendría unos 6 o 7 años y acababa de salir de la escuela.
Un débil ruidito llamó su atención. Al ver hacia uno de los costados se encontró con una pequeña caja, detrás de ella un pequeño gatito maullaba frágilmente y se le notaba que una de sus patitas estaba herida.
Se acercó y conmovido por el pequeño animal, lo metió cuidadosamente en la caja. Apurando su camino para llegar a su casa y poder curar a la criaturita. De pronto, antes de ingresar a su casa, su hermano mayor lo llamó, haciéndolo girar por inercia, buscando a la persona que le hablaba.

- ¡Niisan!, mira lo que encontré, el pobrecito esta lastimado. - Le contaba a su hermano mientras le mostraba la caja que traía en mano.

- Sasuke, padre no te dejara quedarte con él. - Le dijo sacando una triste mueca del menor. Entonces incapaz de entristecer a su pequeño hermanito, Itachi se acercó a su oído y le susurró. - Sera nuestro pequeño secreto, Sasuke. - Al escuchar esas palabras, los ojos del menor brillaron alegremente.